REGLA N• 2

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POV KONGPOB

La reunión de la banda termino, todos se retiraron dejando en aquel departamento a Knott y Arthit solos.

El último en salir fue Kongpob, esperando alguna señal del Jefe para quedarse, pero esta nunca llego.

En el estacionamiento vió irse a sus compañeros, algunos solos y otros acompañados, pero él permaneció dentro de su auto esperando la hora en que Knott saliese y por lógica recibir un mensaje de Arthit, pero eso no sucedió en las siguientes 2 horas.

Alguien toco su ventanilla haciendo que se levantara de la pequeña siesta que estaba tomando.

-Hola Kongpob, ¿saldrás o esperas al pequeño Arthit?

-Oh – miro su reloj y al mirar a la tercera plata se dio cuenta que las luces estaban apagadas, buscó rápidamente la moto de Knott y la vió en el mismo lugar – ya estaba por retirarme – repuso con decepción.

Condujo por toda la ciudad, pero nada pareció alegrarlo, la relación que mantenía con Arthit era buena. No tenía sentimientos por él, pero tampoco aceptaba el hecho de que posiblemente Arthit tuviere otros “amigos”.

Knott le parecía muy cercano a Arthit, desde el principio aquel tipo grande y bien formado parecía saber todo acerca de Arthit, las veces que hablaban entre ellos el pequeño parecía cómodo, libre, feliz y muy divertido.

En cambio, con él, Arthit solo le mandaba mensaje, él se presentaba en la habitación y podía recitar el diálogo de todas las visitas:

- ¿Has comido?

Si no había comido, Arthit le servía de lo contrario continuaba con la siguiente frase.

-Las toallas limpias están en la cama – lo cual significaba que debía tomar una ducha.

No había necesidad de esperar a que Arthit la tomara pues ya lo esperaba limpio.

A partir de entonces no había más palabras, algunas veces cuando era llamado pasadas las 6 de la tarde se quedaba a dormir hasta la mañana siguiente a menos que Arthit decidiera salir a algún sitio dejándolo solo.

Esto para Kongpob ya era una rutina, funcionan mejor de lo esperado.

Arthit nunca mandaba mensajes en horas de clases y si él mencionaba que estaba ocupado no había respuesta.

Estaba bien con eso, tenía el mejor sexo ya que era con el único que lo había hecho, no vivía bajo presión, cuando necesitaba de una sesión de sexo el también podía enviar mensaje a Arthit y el diálogo siempre seria el mismo.

Nunca hubo caricias suaves o besos dulces solo sexo, sexo rudo a excepción de la primera vez de Kongpob, Arthit lo trató bien, sus toques eran acertados y a pesar de ser un poco más bajo que Kongpob, sostuvo el cuerpo de este todo el tiempo.

Le susurró a Kongpob paso por paso lo que haría, le dio instrucciones de lo que él debía hacer, le dio tiempo a que se recuperara de cada orgasmo, dolor o molestia.

También le dio orden de decir que tanto podía soportar y hasta que límite quería llegar…

-Después de todo, tenemos toda la noche – la actitud relajada de Arthit le había dado confianza y antes de caer inconsciente de su última sesión podía decir que realmente había disfrutado de tener sexo con Arthit.

Condujo hasta su casa y antes que pasara por el portón su teléfono sonó avisando que Arthit lo necesitaba.

Suspiro ante el hecho de haber esperado tanto tiempo y justo ahora que llegaba a su casa debía regresar.

DECÁLOGO DE LOS AMIGOS CON DERECHO (Kongpob-Arthit) [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora