DECÁLOGO DE LOS AMIGOS CON DERECHO (Kongpob-Arthit) [✓]

REGLA N• 3

POV KONGPOB

El periodo de exámenes estaba en la etapa final y las asignaturas cada día eran más pesadas, los profes mal humorados y el poco tiempo libre que poseíamos por las noches era empleado para estudiar y completar las tareas y proyectos.

Las reuniones de la banda habían sido suspendidas y a excepción de Bright todos parecían haber desaparecido…

Bueno, no es que todos estudiaran en el instituto: Knott era uno de ellos, él era el típico joven rebelde de una familia rica que solo amaba su auto descapotable, Tay era universitario, uno demasiado inteligente y al igual que Knott era de familia acaudalada que cumplía sus caprichos a la hora que quisiese con la compañía de su inseparable “mozo” M.

El resto estaban en el mismo instituto, pero en diferentes grados, todos parecían enfrascarse en su propia vida y lo que los mantenía unidos era solo la banda.

¿Banda?

Bueno, pertenecemos a una banda que se originó en el colegio cuando Knott estuvo aquí pero después de graduarse dejó a cargo a Arthit el cual no solo nos pide no levantar sospechas en la escuela si no que también nos exige que aprendamos a mantener la fachada de ser un club de fotografía, las cosas oscuras que se hacen dentro del club no salen de allí a excepción de las exposiciones fotográficas que se hacen cada fin de ciclo, solemos esforzarnos para obtener el distintivo de mejor club y ser puestos como ejemplo pero nadie sabe lo que hay detrás de esa fachada, cosas maquinadas cuidadosamente por Arthit.

⚙️

Mi cuerpo se siente cansado y muy débil como para poder manejar sin quedarme dormido, era mi última clase la cual por motivos de evaluación se prolongó hasta entrada la noche, la mayoría de mis compañeros se habían retirado así que decidí tomar un taxi.

Mientras caminaba a la parada ví venir un taxi, al hacerle la parada el chofer bajó el cristal para sugerir:

-Solo avanzo 5 manzanas arriba, si gustas puedes subir y después iremos a tu destino.

Sin entender mucho subí al lugar del copiloto abrochando el cinturón de seguridad y recostar mi cabeza para dormir un poco.

Mientras intentaba mantenerme consiente escuche un gemido que me hizo abrir los ojos grandemente.

-Ahhh- parecía muy complacido, le eché un vistazo al conductor y este sonrió divertido.

-No parece que puedan aguantar antes de llegar, llevan así todo el camino- repuso alzando las cejas en un gesto cómplice.

Le contesté con un gesto de desinterés si tomarle importancia hasta que…

-P´, eres genial – la voz melosa de la mujer me hizo girar y quede congelado al ver de quien se trataba.

- ¿P´ Arthit? - mi voz salió sin permiso, y sin entender estaba cargada de coraje.

Su acompañante frunció el rostro en desagrado - ¿Se conocen? – la pregunta no era para mí, pero aun así decidí contestarla.

-Claro que nos conocemos.

-Solo es un miembro de la banda – su rostro no mostró ningún rastro de sorpresa, parecía que para él era una situación común la cual no necesitaba darle importancia.

¿Quién era ella? ¿Por qué Arthit mencionaba la banda? ¿No se suponía que era algo secreto?

Antes que protestara ante su respuesta el chofer anuncio que habían llegado a su destino.

-Nos vemos – se despidió Arthit antes de bajar del taxi.

La chica pagó la tarifa y al dar la vuelta el taxi pude ver como tenía a aquella mujer contra la pared besando sus labios sin pudor mientras con sus manos le apretaba el voluptuoso trasero y restregaba su cuerpo contra el de ella.

Sin darme cuenta toque mis labios, Arthit solo me besaba en los labios cuando necesitaba que yo fuera el activo, solía ser la señal que empleaba para indicarme que el iría debajo y esto me hacía prepararme, aunque él no dejaba que yo lo preparara, simplemente el ya venía listo.

¿Listo?

-No solo eres un conocido ¿cierto? - el taxista me sacó de mis pensamientos haciendo que retirara rápidamente los dedos de mis labios.

-Tenemos un trato, con muchas libertades – sabía que aquello era cierto, pero yo no estaba tan seguro ahora de eso.

Pensé que …

Si, pensé que era gay y que con nadie más que conmigo lo hacía.

Soy un tonto.

-Es muy común verlo por aquí, creo que es su novia- informó – son tal para cual, aunque el chico es un poco más llamativo que ella- rio irónicamente.

-Yo también creía eso- susurre más para mí mismo.

Al llegar a mi casa salude a mis padres que esperaban que los acompañase a cenar, pero eso no sucedería, no porque mi semblante estaba irritado.

-Lo siento, no tengo apetito.

-Alto ahí jovencito- la voz de mi padre hizo detenerme y girar sobre el segundo escalón de las escaleras.

-Queremos hablar contigo, no cenar – las cosas no andaban bien, cuando mi padre hablaba de esa manera no era para hablar si no para amonestarme.

Rendido y sin más opciones dejé mi mochila y me senté con ellos.

-Hablaré directo, te vez cansado. ¿Conoces a Arthit? – sentí como el alma abandonó mi cuerpo sin aviso previo y mis manos comenzaron a sudar.

-S-sí, él est-estu-dia en mi escuela – maldije por primera vez ser el hijo menor.

- ¿Eres cercano a él? – mamá interfirió.

-Solo, solo un poco…- estaba muy nervioso, necesitaba saber cuánto sabían mis padres sobre esto.

- ¿Un poco, al nivel de que él venga a la casa? – estaba muerto, totalmente muerto y debajo de 3 metros de tierra… muerto.

-Tra-trabajos escolares- era mentira, mamá sabía que era mentira, no podía mirarlos a los ojos.

-Kongpob – papá suspiró – no están en el mismo grado, dime algo mas creíble.

-Papá, solo vino a verme – tenía que admitirlo, aunque sea una verdad a medias.

El silencio reino en el comedor, era tan incómodo que yo solo podía jugar con mis manos.

-Puedes ir a tu habitación.

Sin pensarlo corrí a mi cuarto a encerrarme, estaba totalmente perdido, esto aun comenzaba y ya estaba siendo descubierto, que maldito dolor de cabeza.

Pero la situación con mis padres no me tenía muy preocupado…

Lo que realmente me comía la cabeza era la imagen de P´Arthit besando a aquella chica.

¿Su novia?

¿Su amiga… con derecho?

Mientras más pensaba un mensaje hizo vibrar mi teléfono:

Jefe📲:

Regla numero 3 NO LO CELARAS: No es tu pareja, no tienes exclusividad.

Era una regla más, así que no había razón para sentirme preocupado.

¿Cierto?