Contigo En La Distancia

Capítulo 3: Una vida dentro de mí

En alguna parte del país

Xx: Ni creas que ya me olvidé de la estupidéz que hiciste el otro día.

Ww: Lo siento, te prometo que no lo volveré a hacer, pero por favor no me lastimes más.

Xx: Tranquilo, apenas te toqué. Pero si vuelves a llamar a Altagracia créeme que esta vez no me cansaré de golpearte, ¿Entendido?

Ww: Está bien pero por favor no le hagas daño ni a ella ni a mi.

Xx: No te prometo nada.

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Altagracia POV

Después de estar dos días en ese hospital por fin salí, no entiendo para que tanto drama en dejarme en el hospital por dos días si sólo fue un desmayo, en fin. Aun no logro asimilar mi embarazo y aun no le he dicho a alguien sobre esto, necesito hablarlo con Regina pero aun no me siento lista, esto es algo difícil ya que no tengo idea de nada sobre la maternidad pero lo que sí sé es que no cometeré el mismo error de hace 20 años, está vez sí estaré al lado de mi bebé sin importar qué.
El doctor me ordenó que tomara reposo por unos días para estar bien y no haya ninguna dificultad durante el embarazo. Aun no sé que hacer con respecto a Saúl, por un lado sé que le tengo que decir esto pero por otro no quiero ni puedo hablar con él y menos ahora que sé que tiene a una nueva amante y me alteraría fácilmente además ahora tengo que cuidar mi salud no solo por mi sino también por mi bebé, de ahora en adelante él será mi prioridad.

Altagracia: Ya estamos aquí Regina.- Entrando a casa tomada del brazo de Matamoros.

Regina: Qué bien, pero debes reposar al menos unos días, estoy enterada de las instrucciones del doctor así que ven vamos, te llevo a tu cuarto.

Altagracia: No entiendo cómo es que te enteraste pero te haré caso ademas te quiero contar algo.

Regina: Muy bien ahora vamos.- Me lleva a mi habitación como si fuera una niña chiquita y me molesta que me trate como si lo fuera. Ya en la habitación.- Bueno ahora dime eso que querías hablarme.

Altagracia: Te lo voy a contar por que eres la persona en la que más confio ademas eres mi hermana.

Regina: Bueno habla ya Altagracia que por tu cara puedo ver que es algo importante.

Altagracia: Sí lo es.- Dije con nerviosismo.- Bueno lo que pasa es que...- Verdaderamente estoy muy nerviosa pero debo decírselo.- Estoy embarazada.- Al decir eso no pude evitar que unas lágrimas salieran de mis ojos.

Regina: ¿Me estás hablando enserio? ¡No lo puedo creer!- Está demasiado emocionada mi hermana, creo que le encanta la idea de ser tía otra vez.- Pero no llores, esto es para estar felices y agradecer a la vida de este hermoso regalo.

Altagracia: Lo sé pero lo que me aterra es que no sé si seré buena madre ademas su padre me odia.- Solté mi llanto al decir esa últimas palabras.

Regina: Saúl no te odia sólo está confundido por esa gran mentira pero ya verás que cuando le digas que van a tener un hijo volverán a estar juntos.- Me abrazó para poder sentirme mejor.

Altagracia: ¡No! Él aun no debe saber que estoy embarazada, y tú no se lo dirás, esto solo quedará entre nosotras dos, ni a Isabela se lo puedes decir. ¿Entendido?- Dije mientras limpiaba las lágrimas que habían caído en mis mejillas.

Regina: Creo que estás siendo egoísta, su padre debe saber sobre su existencia y de igual manera si no se lo dices tarde o temprano se dará cuenta.

Altagracia: Se lo diré yo en el momento más conveniente y ya no quiero seguir hablando sobre el tema y dejame sola que quiero pensar.

Regina: Esta bien pero piensa bien lo que te dije.- No tengo claro que haré sobre decirle a Saúl o no sobre esto pero sé que este no es el momento, verdaderamente no sé nada sobre esto, no sé qué hacer. De un momento a otro mis ojos comenzaron a pesar y me quedé dormida.