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Anahiz

Nos encontramos en mi pieza yo sentada en la silla de mi escritorio y el en mi cama, había un silencio incomodo porque ninguno hablaba.

—Ok, suficiente, ¿Vas a hablar?—pregunté y justo después de eso el se para y me besa.

Yo me quede quieta un segundo, no sabia que hacer, aun estaba en shock, pero luego le seguí el beso, no recordaba lo bien que besaba, pero me acorde de todo lo que ha pasado, de las miradas de odio y de asco que me dan en el liceo, y lo corrí.

—Alan, está mal..—lo separé.

—¿Por qué esta mal, Anahiz?—me preguntó aun cerca de mi.

—Porque acabas de terminar una relación de casi 4 años, y te recuerdo que yo fui la razón por la cual terminaron.

—Nani, la Francisca hace rato dejo de gustarme, y hace rato dejé de quererla, ella se buscó todo esto, te lo he dicho en las juntas ebrio, ella me ha cagado un montón de veces, y yo nunca lo hice, siempre le perdoné todo, pero con el tiempo me terminé aburriendo y se me fue todo lo que sentía por ella—dijo mirándome directamente a los ojos.

—Ya, ¿Y qué quieres conmigo?.

—Quiero.. —es interrumpido por mi celular porque empezó a sonar.

—Espera—le dije y contesté.—Aló.

Nani, ¿Ya vienes?—era el Jordan.

Sisi, ya voy.

—Oye, ¿Sabes donde esta el Alan? No ha llegado y no contesta el celular.

Ehh.. no, no se donde esta el Alan, pero de ahí lo llamo.

—Dale, gracias.

¿Por qué no les dijiste que estabas conmigo?.

—No quiero que se hagan ideas equivocadas, ahora, deja cambiarme de ropa—dije yendo al closet.

Al darme vuelta después de sacar unos jeans y una polera, lo veo sentado en el escritorio mirándome.

—Me voy a cambiar de ropa.

—¿Y? Ya te vi sin ropa—me miro obvio.

—Alan, por dios—rodé los ojos.

—Ok, voy a salir, pero quiero que sepas que tienes un físico hermoso—me guiño el ojo y salió por la puerta.

Sonreí, este mino esta loco.

Me puse lo que había sacado, me trence el pelo, y salí, el estaba en mi sofá quedándose dormido, el Alan siempre ha tenido una cara tierna, y siempre me ha parecido lindo, pero jamás quise llegar algo por dos razones. Una; no me meto con mis amigos, y dos y la más importante; estaba pololeando.

La Fio me dijo que siempre me observaba, y yo le decía que lo hacía con todos los del grupo, el no es muy hablador cuando estamos nosotras, pero me dijo que a mi me miraba distinto, de una forma que aun no sabe descifrar, yo le dije que era aweoná y que dejara de leer A Travez de Mi Ventana.

—Alan—salté en el sofá a un lado de el.

El se sobre saltó y dijo algo que me causo mucha risa.

—Shaa hermano, me quee' dormio'—caí en carcajadas.

—¿Vamos?—el asintió.

Íbamos caminando hacía la casa del Seba, super callados, nunca han sido los silencios incomodos con el, pero desde lo que paso, todo ha sido super incomodo, y esta no es la excepción.

—Nani, ¿Qué vamos a decir? Se supone que no me haz visto, y vamos a llegar juntos..

—Solo digamos que nos encontramos en la plaza, tu vives al frente mío Alan, obvio que nos van a creer—dije obvia.

—Ahh, dale.

raro culiao.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora