VIII.

2.8K 165 25
                                    


⚠️ Segunda advertencia⚠️
Este capítulo es aún más explícito que el anterior.

Les juro que si.
Leer bajo su propio riesgo.

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

El estómago me rugió con fuerzas, despertándome debido al hambre que sentía. Aún era de noche. Vi la hora con cuidado, sintiendo como me xegaba ella luz "tenue" del celular. Eran las 2 de la mañana y las tripas me gritaban desesperadas.
Debo admitir que el sexo me deja muy hambrienta, pero Tiffany dormía tan cómoda abrazada a mi que no me atrevía a moverme.

¿Quién pensaría que una chica así de linda y tierna sería una loca en la cama?

La observé con cuidado, dejando que mis ojos se acostumbrará a la falta de luz, intentando estudiar tímidamente los lunares en su rostro, sus mejillas levemente sonrojada, sus labios suaves y besables. Baje mi mirada, recorriendo con mis ojos su cuerpo, o al menos su silueta, ya que a ambas nos cubría una pequeña sabana y la oscuridad de mi cyarto; Tiffany estaba durmiendo muy profundo, su pecho subía y bajaba con tranquilidad, sus suspiros escapaban de sus labios entre sueños, su cuerpo estaba completamente relajado.
- Tiffany.- susurré al sentir mi como mi estómago volvía a demandarme algo de comida. Ella frunció el ceño y estiró su espalda con delicadeza, liberado un pequeño gruñido.
- ¿Qué pasa?- me pregunto abriendo solo un ojo, ofreciéndome una tímida sonrisa.
- Tengo hambre.- le dije con sinceridad.
- Está bien.- dijo soltandose de mi cintura, extendiendose en todo lo ancho de mi cama, obligándome a admirar su cuerpo mientras se estiraba con flojera.- ¿Quieres que te cocine algo?.- me dijo mientras restregaba sus ojos.
- Yo había pensado en una pizza.- admití con sorpresa al ver el repentino interés de atenderme.- Aunque me da igual, solo quiero comer.
- Son las 2 de la mañana, comes mi comida o me comes a mi.- me dijo de inmediato, haciendo que me sonrojara por completo, ofreciéndome una mirada coqueta.- ¿O no se te apetece?- continuó Tiffany, volteandose hacia mi, enfrentando su cara contra mi cuello, inspirando con fuerza, olfateándome, para luego tomar, para luego tomar una de mis manos, dejarla sobre su vientre desnudo, dejándome sentir la tibieza de su piel.- Aún hueles a sexo.- se burló de mi.
- ¿Crees que tu no?- me defendí.- Apestas a sexo.- le dije orgullosa.
- ¿Y no te gusta?- me susurró con sensualidad.- ¿Ya quieres que me marche con mi apestoso olor a mi casa?
- No.- conteste de inmediato, volteando e de inmediato, para estrellar nuestros labios con suavidad, dejando que nuestras lenguas juguetearan tímidamente, enredándonos en el sabor de la otra, en la calidez y humedad de nuestras bocas.
Tiffany acercó su cuerpo desnudo al mio, tratando de pegarse lo más posible a mi, colocado su mano sobre mi cintura, moviéndose tímidamente junto a mi, causándome escalofríos.

Maldición Taeyeon, caes tan fácilmente en sus juegos.

Mi mano tomó su muslo con cuidado, y llevé su pierna hasta mi cadera, dejando que se enganchará en mi cuerpo con propiedad, y claro que permitiéndome acariciar esas piernas tan tersas e increíblemente firmes. Tiffany no dejaba de besarme, y vaya que besa bien esta niñita, lo hace con lentitud, liberando pequeños suspiros de vez en cuando, jugueteando con su lengua sobre mis labios, para luego entrar a mi boca como si fuera dueña de mí. Yo por otra parte estaba hipnotizada con sus piernas, mi mano recorría la parte posterior de su muslo con suavidad, subiendo hasta su cadera y bajando a su rodilla, en un loop infinito. Embobada, enamorada de su cuerpo.
- ¿No que tenías hambre?- me preguntó con malicia, sabiendo que ya me tenía lo suficientemente enganchada como para querer una tonta pizza antes que a ella y su cuerpo.
- Ya escogí que menú quiero.- le dije besándola con tranquilidad, dejando que mi mano explorara aún más su cuerpo, subiendo nuevamente a su cadera, aplicando un pico de fuerza sobre el hueso de su pelvis.
- Ah...- suspiró con fuerza haciendo que me sorprendiera por lo repentino de su suspiro.- Esa parte de mi cuerpo es sensible.- se excusó, como si me hubiera disgustado escucharla gemir.
- ¿Si?- pregunté mientras volvía a aplicar presión en la cuenca de su cadera. Obteniendo nuevamente ese gemido tímido seguido de una sonrisa.
- Mala.- me susurró un poco avergonzada, intentando sacar mi mano de ese lugar tan misteriosamente sensible.
- Girate.- le ordené de pronto. Ella solo me ofreció una mirada desafiante.- Girate Tiffany.- dije empujando su cadera, obligandola a voltear se.- Quiero ese culo.- le dije junto al oído, escuchando un pequeño suspiro escaparse de su boca, acompañado de una rosita nerviosa.
- Sabía que siempre me mirabas el trasero.- dijo volteandose al fin, dejándole ver su espalda desnuda, y ese culo bien parado que tenía. Acomodé su cebllo hacia un lado, para luego pegar mi cuerpo al de ella, dejando mi cara en la cuenca de su cuello, mis pecho rozando su espalda y mi pelvis pegada a su trasero.
- Me encantas.- le susurré, apoyando mi mano sobre su cadera, agarrandola con fuerza, presionando fuertemente aquel punto que me había comentando hace unos segundos.- Muévete.- le volví a ordenar.- Mueve ese culo para mi.- le dije mientras sentía mi boca salivar por el deseo, mientras tiraba de ella con fuerza, estrellados contra mi pelvis.

Quiet (TAENY) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora