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Sábado, 7 de septiembre de 2019.

Quedaba exactamente una semana para el cumpleaños número diecinueve de Han Jisung. Cualquier persona normal estaría emocionada por llegar a esa fecha, pero Jisung no. No lo estaría al menos hasta que consiguiese superar a su exnovio, Lee Minho. Quería volver atrás y arreglarlo todo.

Hacía casi cuatro meses que habían acabado con su relación de un mes y Jisung seguía tan dolido como el día de la ruptura. Su relación había sido demasiado corta como para estar tan afectado, pero era la primera de Jisung y todo era nuevo para él. No era capaz de superarlo, y más con el argumento que le dio Minho cuando lo dejó: simplemente le dejó de gustar.

Desde entonces no paraba de preguntarse qué había hecho mal. Quedaron como amigos, sí, pero parecía que al mayor no le había costado nada superar la ruptura, y eso le dolía mucho. Al principio parecía que Minho aún tenía intenciones de volver con él, pero al cabo de dos semanas estas intenciones se desvanecieron, dejando al pobre Jisung sin esperanza.

Pasados dos meses, parecía que casi lo tenía superado, pero se vio obligado a ir de viaje con él y la gente de su clase y ahí empeoró todo de nuevo. Sin saber por qué, se hallaba otra vez en un estado de tristeza profundo, intentando superarle por muchos medios pero sin éxito.

Había intentado odiarle, sustituirle mediante otros chicos e incluso había intentado reestablecer su relación de amistad con él para ver si podía superarle como pareja. Pese a todos sus esfuerzos, él seguía siendo el único tema de conversación y parecía que todo iba a peor. Sus amigos estaban muy preocupados por él, así que casi todos los días iban a su casa a comer algo y hacerle compañía.

-Venga, anímate, que dentro de una semana es tu cumpleaños.- intentó romper el hielo Felix.

-Sí, cierto, ¿no quieres que llegue?- preguntó Hyunjin intentando ayudar.

-Yo... No quiero que llegue mi cumpleaños... Quiero a... Minho.- acabó la frase a duras penas antes de romper a llorar.

-Tranquilo, ya pasó.- intentó consolarlo Jeongin como pudo, aunque fue en vano, porque Jisung siguió llorando durante un buen rato ante las miradas desesperadas de sus amigos, que lo único que podían hacer era ofrecerle pañuelos y frotarle la espalda.

Cuando se calmó, Seungmin tuvo una idea para sacarlo de casa:

-¿Qué os parece si vamos a por un helado?

-¡Sííí!- gritó el más joven emocionado, lo que sacó una pequeña sonrisa al castaño que había pasado tanto tiempo llorando.

Y así consiguieron un día más sacar al pobre Jisung de casa, no sabían cuánto tiempo tendrían que seguir intentando que su estado mejorase, pero estarían ahí para apoyarlo todo lo que hiciese falta.


Y así consiguieron un día más sacar al pobre Jisung de casa, no sabían cuánto tiempo tendrían que seguir intentando que su estado mejorase, pero estarían ahí para apoyarlo todo lo que hiciese falta

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heyy, volví de nuevo :3

antes de nada quiero
aclarar una cosa, seguiré
escribiendo historias con
los 9 miembros, porque
para mí siempre serán 9,
stray kids nine or none :'(

dicho esto, espero que
disfrutéis de esta historia,
y por si acaso preparad los
pañuelitos que se viene lo sad

↬𝙣𝙞𝙣𝙚𝙩𝙚𝙚𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora