↬𝙣𝙞𝙣𝙚𝙩𝙚𝙚𝙣

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Jueves, 13 de septiembre de 2019.

Hoy estaba más nervioso de lo normal, y es que tendría que exponer delante de sus compañeros en la clase de oratoria. Y sí, entre sus compañeros estaba Minho, y eso solo empeoraba sus nervios.

Durante todo el camino al instituto estuvo intentando repasar lo que debía decir, pero había partes que se le olvidaban. Trató de calmarse, siempre le había ido bien en las exposiciones orales, y esto no podía cambiar ahora.

La primera clase era economía. Ugh, odiaba demasiado a esa profesora, siempre pidiendo silencio, incluso si no estaban hablando. Se pasó la mitad de la clase tratando de tomar apuntes, pero al ver que sus compañeros no se callaban y la profesora interrumpía la clase constantemente, se rindió y comenzó a dibujar en su libreta.

Por suerte para él, a tercera hora tenía francés, lo que significaba que vería a su crush de camino a la clase. Como era de esperar, mientras caminaba con Hyunjin lo vio al final del pasillo.

-Dios mío, ahí viene. Mira, es tan guapo...

-Buenas.- ese era el saludo característico de Chan, siempre acompañado de su perfecta sonrisa, cómo no.

-Hola.- no. ¿Qué acababa de hacer? Ese era el "hola" más diabético que podría haber dicho. Literalmente parecía que iba a empezar a vomitar arcoíris de un momento a otro. Sus mejillas se volvieron rojas y se giró hacia Hyunjin, que lo miraba con una expresión divertida.

-Hola~.- imitó Hyunjin exagerándolo mucho. Jisung se sonrojó más incluso si podía.

-¡Yah! Fue demasiado vergonzoso, no te burles de mí. Seguro que ahora piensa que soy estúpido y demasiado tonto. ¿Cómo pude hacer algo así? ¿Acaso no puedo saludar como una persona normal?- cada vez se iba sonrojando más mientras Hyunjin se carcajeaba.

Cuando entraron a la clase, Mina se acercó, preguntando el motivo de la risa del pelinegro. Se lo contaron a duras penas, ya que Hyunjin no paraba de reír y Jisung estaba demasiado avergonzado. Mina, imitando al mayor, estalló también en carcajadas, provocando que Han se pusiera más rojo.

-Así que le saludaste así súper carameloso eh.- dijo entre risas.- Lástima que me lo perdí, me hubiera reído aún más.

-¡Dejad de molestarme! ¡Seguro que le pareció estúpido y piensa que soy raro!- ante su comentario, sus otros dos amigos solo pudieron reír más, hasta que se vieron obligados a parar cuando la profesora apareció por la puerta.

El resto de la clase, Jisung se la pasó pensando en cómo saludaría después a Chan, para compensar la diabetes que dio antes. Por fin tocó el timbre y salieron, aunque esperó un poco porque él siempre tardaba en llegar de otra clase. Cuando lo vio de nuevo al final del pasillo, no pudo evitar pensar en cómo lo saludó antes y se puso rojo.

-Buenas.- agh, solo con esa palabra conseguía que el corazón de Jisung latiera más rápido.

-Hey.- si volvía a decir "hola", sabía que pasaría lo de antes, así que prefirió algo más natural, que por suerte funcionó.

-Buen trabajo, Jisung.- bromeó Hyunjin, al parecer iba a continuar con la broma por más tiempo.

Salieron al recreo y el castaño se pasó todo el tiempo repasando la exposición de oratoria, mientras Hyunjin hablaba con Mina y Jeongin. Sonó el timbre que anunciaba el final del recreo y a Jisung por poco le da un paro cardíaco. Su mayor miedo había llegado: exponer delante de su exnovio.

-Han Jisung, su turno.- el profesor lo sacó de sus pensamientos, indicándole que debía pasar al frente a exponer.

Pero Jisung estaba demasiado nervioso, veía cómo sus compañeros hacían anotaciones sobre cómo estaba exponiendo, en especial Minho. Una de las veces que miró al susodicho, le miró con una cara de odio inmenso. Era consciente de que estaba hablando muy rápido, el profesor le había dicho un par de veces que bajara la velocidad, pero él no era capaz. Sentía que si comenzaba a hablar más despacio iba a quedar estúpido y se iba a notar, así que siguió hablando muy rápido, teniendo cada vez más dificultades para respirar. El sudor le resbalaba por la frente y la espalda, y la mirada crítica de Minho no ayudaba para nada a calmar sus nervios. Hyunjin lo miraba desde atrás tratando de trasladarle tranquilidad, pero fue inútil. Finalmente, Jisung acabó de exponer y pudo sentarse y relajarse.

-Hey, no lo hiciste tan mal.- trató de animarle Hyunjin, pero el muchacho de mofletes de ardilla se limitó a apoyar la cabeza sobre la mesa y suspirar pesadamente.

El resto del día se lo pasó con una expresión deprimida en el rostro, odiaba que su incapacidad para superar al estúpido de Minho influyese en sus resultados académicos.

aaaaa, mañana vuelvo
a clase y no quiero,
voy a hacer la llorasion ;-;