Mis días psicóticos no pararon, por más que iba a ver como John se retorcía intentando evitar mis ordenes y lo que introducía en su cabeza para atormentarlo. Estaba vacía. Y no sabía como llenar el hueco que tenía. Supuse que nunca o habría llenado. No era por John obviamente, no tenía ningún sentimiento hacia él, solamente quería la atención de alguien.
Por la discordia de Satán, yo tenía una necesidad. No sabía lo que necesitaba, pero fuera lo que fuera lo necesitaba. Cría que era mas sed de sangre, así que decidí ir a cazar a otra víctima.A pesar de seguir viviendo con mis padres humanos, pasaba mucho tiempo en el castillo, sobretodo de noche. Es un castillo bastante antiguo, se podía percibir un olor a rancio, a azufre mezclado con almizcle . En las paredes del castillo se podían observar cuadros de distintas épocas y distintas personas que han sido demonios encarnados en la tierra por orden de Satán. Personas como yo. Que han vivido en épocas anteriores y que vivirán en épocas futuras. Encontré un retrato de mí en un tiempo pasado, una preciosa chica pelirroja de la época medieval, con un gran vestido pomposo y recargado de color verde con bordados dorados y el pelo hecho tirabuzones y recogido.
Recordé como en esos tiempo mi entretenimiento era enamorar hombres y mujeres y ver lo que ellos podrían llegar a hacer por vender su alma al diablo. Cuantos pecados podrían acumular acabando con la vida de sus seres queridos en incluso con su propia vida.
Así que me vestí para salir y me maquillé para impresionar. Necesitaba un buen objetivo para divertirme esa noche. Me dirigí hacia el club preferido por todos los seres sobrenaturales de la ciudad. Llamado Karangverg , es un antro para todo tipo de criaturas: sirenas, fantasmas, demonios, vampiros, hombres lobo, y humanos perdidos. Esos eran mis preferidos.Me teletransporté hacia la puerta, allí Karonte me recibió como una VIP. Este es un ser inmortal, con la apariencia de un hombre humano de unos cuarenta años, de pelo blanco y largo que caía por sus espalda como una sabana blanca. Sus ojos eran de un color blanco muy claro y espeluznante, me encantaban esos ojos. Y su piel perfecta, era muy delgado.
- Mi señora.- me saludó con un leve reverencia de cabeza.- un gusto tenerte en Karangverg.
- Igualmente Karonte. El señor de la barca.- le dije asintiendo.- ¿Como está llenado el negocio, viejo amigo?
- tu sabes que si. Tenemos ese "don especial".- dijo y nos reímos ambos.Entramos por la puerta y desde la entrada había varias desviaciones, dos escaleras para bajar a la pista y unos pasadizos a cada lado para llegar a la salas de reservados. Justo delante de mi se hallaba una dorada baranda de metal cromado de este color y me apoyé en ella. Karonte se puso a mi izquierda y ambos visualizábamos todas las cabecitas de todos los que en la pista se encontraban.
- El verde siempre ha sido tu color, Lilith.- me alagó mi amigo fijándose en las curvas de mi cuerpo que resaltaba mi vestido ajustado.
- No me gusta cambiar.- concluí. Y pase al tema que me llevo a aquel lugar.- Quiero divertirme. A mi manera.- dije mientras le sonreí de forma malévola y juguetona.- ¿A quién me recomiendas?- Pues tenemos a un nuevo chico, humano, joven y fuerte de espíritu y de físico.- me dijo relamiéndose los labios. - sentado en la barra, justo en el taburete numero tres. Tu numero favorito.
- Perfecto.- le agradecí con una mirada.
Me deslicé por las escaleras de la izquierda y repté por la pista bailando al son de la música hacia mi objetivo. Un chico moreno, grande y fuerte. Sentí que algo especial corría por su cuerpo, tal vez magia, tal vez una energía cósmica o tal vez una maldición. Pero algo me decía que era a quien debería de "estudiar a fondo" a ese chico. Lo hipnoticé mientras me miraba bailar. Me acerqué, era mucho más guapo a medida que me acercaba. Me situé muy próxima a su oido y lo encanté con un hechizo de obediencia pasajero. Tras esto, creé una cadena dorada al rededor de su cuello y me lo llevé encadenado como mi mascota personal hacia mi castillo.
Una necesita jugar de vez en cuando con los chicos.
Besos, la Reina de la Psicosis 💋👑
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LA REINA DE LA PSICOSIS.
ParanormalNo hay nada mas hermoso que la sangre roja, el tono dorado de una corona y la oscuridad de tu alma. Todo unido a unos poderes cojonudos. Larga vida a la Reina de la Psicosis.