La armoniosa familia, perteneciente a un cuadro ya no existía.
El té derramado y el helado derretido en la mesa ensuciaba el mantel.
Yoongi había explotado en una sarta de maldiciones contra Jungkook, en el momento en que Jimin intentaba aceptar el acontecimiento. Lo que había durado mucho tiempo más del que él había creído. Porque cuando volvió a la realidad. Lisa lloraba debajo de la mesa, tapando sus oídos.
"¡No tendré un hijo enfermo!" llegó a los oídos taponados de Jimin.
La silla en la que Jungkook estuvo sentado estaba en el suelo por el apuro que había tenido el chico en levantarse cuando Yoongi quiso agarrarlo del brazo.
El pobre adolescente de 15 años temblaba en su lugar, encogiendo el cuello y soportando los gritos de Yoongi. Sus ojos rojos por intentar retener las lágrimas.
"Yoongi, él no está- tu hijo no está enfermo" dijo casi como un susurro para intentar calmar a su esposo, quien tenía las manos hecha un puño por la furia. Y Jimin no creía que Yoongi realmente golpeara a los chicos. Pero aún así estuvo consciente de eso.
Yoongi giró su cuello a una velocidad anormal hacia Jimin, sus ojos descolocados. Tenía el cabello hecho un desastre y Jimin se preguntó cuántas veces se habría pasado las manos por allí en la pequeña ausencia de él.
"Eso de ahí no es nada mío" dijo apuntando a Jungkook. Jimin se quedó estupefacto en su lugar, observando una taza destrozada contra el suelo, el té manchando la alfombra.
Él jamás creyó que hubiera una posibilidad de escuchar esas palabras saliendo de la boca de Yoongi, sin nombrar con el asco que fueron dichas, como si Jungkook no fuera siquiera persona. Como si fuera algún perro callejero lleno de sarna. Y Jimin sintió marearse. "Vete de esta casa, Jungkook. ¡Ya!"
Jimin vio por la esquina de sus ojos como una pequeña personita salía de debajo de la mesa, corriendo, sus rizos rebotando y con la cara roja por la fuerza de sus lágrimas, aferrándose a las piernas de su hermano.
Los sollozos de ambos de sus hijos le martillaban en la cabeza, haciendo que su corazón repartiera dolor por todo su cuerpo con cada latido.
"¡Lalisa, aléjate de ese fenómeno!" demandó Yoongi. Su voz cambiando más y más, hasta transformarse en alguien que Jimin ya no conocía.
Jimin volvió a reaccionar por el sonido más horrible que alguna vez escuchó, nadie lastimaría a sus hijos, ni siquiera Yoongi. Él era devoto de la paciencia y odiaba levantar la voz y sobre todo las peleas pero no iba a quedarse callado.
Cuando escuchó el chillido de dolor de su hija por Yoongi estar tirando de su pequeño brazo para alejarla de su hermano, que se abrazaban como si fueran una misma persona, Jimin se abalanzó sobre Yoongi, empujándolo hasta que su espalda chocó la pared. Yoongi se quedó sin respiración por el golpe y por la sorpresa.
El puño de Jimin impactó en el hermoso pómulo que tanto amaba acariciar. "No vuelvas a tocar a mis hijos en tu vida" siseó entre dientes apretados.
Yoongi cayó al suelo con una mano en la zona afectada, sus ojos enormes por la sorpresa.
Jimin se colocó delante de sus hijos y sobre su hombro les dijo que fueran arriba a preparar bolsos para ir donde la abuela.
Ambos salieron corriendo por las escaleras y normalmente Jimin les hubiera regañado por miedo a que cayeran pero no era el momento adecuado.
"¿Quién mierda te crees que eres?" Yoongi comenzó a levantarse del piso, no había sangre en su cara, pero la mano de Jimin dolía como el jodido infierno. "Yo soy quien manda aquí. Yo trabajo y traigo dinero para que tú comas" hizo énfasis en ciertas palabras. "No eres nadie sin mí, así que tienes que cerrar tu linda boquita que para lo único que sirve es chupar pollas. A mis hijos los educo yo"
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. ⇢ familia min ˎˊ˗ ꒰ ym
Short StoryUniverso alterno donde la homosexualidad es lo normal y la heterosexualidad es lo social y religiosamente mal visto. Donde todos los niños tienen dos padres o dos madres (no necesariamente juntos), por lo que hay embarazo entre dos personas del mism...