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Decir que no estaba asustado era mentir, tener a Kim tan cerca de mi y apuntando mi cabeza con un arma no era algo casual de todos los días

Era el quien todo este tiempo tuvo a la niña en sus manos pero ¿por que?, la primera vez que nos enfrentamos a él fue problemas de drogas él vendía ilegalmente; ¿ahora secuestraba personas por dinero? Pasaron tantas cosas por mi mente hasta que le vi avanzar.

En un movimiento rápido tiré de una patada su arma y le di un golpe certero en el abdomen, no alcance a repetir mi acción cuando sentí un fuerte golpe en mi mandíbula que me hizo doblar las rodillas de una patada me tiro al suelo y comenzó a golpearme, está vez yo le propine un puñetazo en la mandíbula dejándolo aturdido reacción que aproveche para comenzar a patearle y dejarle casi inconciente, tomé mi arma dispuesto a matarle pero lo segundo que escuche fue un disparo que no había sido para mí

Di media vuelta y ahí estaba el chico que acompañaba a Kim, las manos le temblaban se notaba que no sabía manejar un arma o sus nervios

- Déjalo o te vuelo lo sesos - valla eso no lo esperaba

No lo pensé mucho tomé mi navaja la lance y dio certera en su pierna un quedijo de dolor salio de su boca, tiro su arma mientras comenzaba a tratar de sacar la navaja. Volví a dar la vuelta para seguir encargandome de Kim pero este ya no estaba

Mierda Donde podría haber ido, donde sea que estuviera no estaría lejos, desate a la niña y la cargue en mis brazos estaba como dormida más bien parecía sedada salí de la habitación baje las escaleras y ahí vi mi salvación

Mi padre se acercaba corriendo hacia mi; le daría a la niña y yo seguiría buscando a esa maldito que mató a mi hermano

- Jimin, hijo, ¿estas bien?

- Si padre lo estoy, solo necesito que te lleves a la niña yo me encargo del resto

Otro disparo se escucho pero este si impactó contra mi en la parte de mi pierna, me gire y vi a Kim con su acompañante en el marco de la puerta de entrada de la casa a ambos con un arma en su mano iba a sacar mi arma cuando otros dos disparos salieron en mi dirección impactado en mi abdomen

Mi padre que estaba a mi lado y con la niña en brazos a como pudo me ayudó a posicionarnos detrás de un árbol, el dolor era terrible y estaba perdiendo mucha sangre, pero sin importarme eso saque mi arma con la intención de dispararle a cualquiera de ellos

- ¿Pero que haces Jimin? Debemos irnos

- Y escapar sin darme el gusto de matar a ese tipo, no papá, el es quien mato a mi hermano, a tu hijo, está vez seré yo quien lo mate a el - estaba completamente cegado

Salí de tras del madero y comencé a disparar logrando darle al acompañante de Kim quien callo al suelo, Kim no se detuvo y yo tampoco lo haría, esta era mi oportunidad para vengar la muerte de mi hermano y seguí disparando hasta que una detonación llegó a mi y sin poder evitarlo caí al suelo

Ya no escuche más disparos, no podía escuchar la voz de mi padre, no escuchaba nada sólo podía ver como las ramas de los árboles cubrían la brillante luna. después, todo se volvió negro.

Caminar a mitad de la noche por los pasillos del hospital mientras hago mis rondas de revisión a mis pacientes era una de mis actividades poco favoritas, considerando que me gusta dormir; pero para mi buena suerte esta semana me tocó el turno de noche

Era algo usual ver a muchos de los pacientes salir felices por las puertas de hospital yendo por fin hacia sus hogares, y otros entrar quejándose de algún dolor en alguna parte de su cuerpo, otros con alguna quebradura, muy pocas veces entraban pacientes por emergencia de algún accidente de tránsito o algo peor.

Esmeraldo | KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora