Hyung, ¿Por qué me ignoras?

Capítulo 12.

–Bien joven Min. ¿Qué vamos hacer contigo?–Dijo el doctor Choi mirando a su ausente paciente, a su lado, una cansada Heo SolJi acariciaba las manos de su hijo. La intervención estaba totalmente programada, pero al parecer, a su paciente más trabajoso, no le convencía nada de lo anteriormente programado.

Los psicólogos que lo seguían, habían averiguado que, el chico había tenido una discusión con uno de sus amigos más cercanos que tenía, causando así que al chico, empezara a sentir fuertes dolores en los oídos, y ahora el miedo de volver a sentir el mismo dolor que lo dejó sin audición crecía en el.  Por lo visto, según los informes de la unidad psiquiatríca, era todo psicológico. Leyó una vez más los informes y miró al chico que seguía con la vista pegada al suelo.

-Vamos a ser realistas, si se realiza la intervención, tiene un 45% de posibilidades de recuperar la audición, obtendrá un audífono que será colocado de manera permanente en sus oídos, y por supuesto, trataremos que no haya dolor alguno en ellos. –Dijo Choi a la madre de su joven paciente –Por ahora, haga que descanse, le vendrá bien la compañía de sus allegados, eso es todo por hoy.

El especialista, arrastró su silla y se levantó de la misma, dando un apretón de manos a madre e hijo, viendo así, como estos salían por la puerta.

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Hyung,
¿Por qué me ignora?

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Dejó el teléfono sobre la mesa auxiliar, echándose hacia atrás, reposando su cabeza en uno de los algunos cojines que utiliza para dormir. Inspiró profundamente y un aroma le inundó las fosas nasales.

Mierda.

Olía a él, olía TaeHyung.

Suspiró con pesadez y giró su rostro y su cuerpo para abrazar el cojin, hundió su rostro en el y sin poder evitarlo, dejó que las lágrimas fluyeran, no tenía sentido guardarlas, había evitado este momento durante un tiempo.

Porque sí, había sido su culpa, después de tener relaciones sexuales con el moreno, YoonGi comenzó a evitarlo, ganándose la incertidumbre de TaeHyung que, quería ayudarlo como fuera. Eso provocó una pequeña discusión. Bueno, realmente una gran discusión, tanto así que, cuando TaeHyung le agarró por los hombros para que no rehuyera sus ojos, el pálido comenzó a gritar como si no hubiera un mañana.

Cuando el moreno trató de calmarlo, el pálido se quedó dormido del cansancio, despertándose varias horas después en los brazos de aquel hombre al que temía perder. Sintiendo un agudo dolor en sus conductos aditivos que se igualó en cuestión de minutos al mismo dolor que sintió cuando perdió la audición.

El mismo día en el que, como todo el niño curioso de 9 años que era, tocó lo que no tenía que tocar.

Suspiró con pesadez, tan solo recordarlo, hacía que el dolor volviera, intentó calmar sus sollozos pero, sabía que tenía que desahogarse para volver a estar bien, mordió su labio inferior, dejándose llevar por la emoción.

En la puerta, una madre desesperada por el bienestar de sus hijos, sollozaba viendo como, nuevamente, su pequeño se rompía.
Sabía que tenía que dejarlo, sabía que sería peor si entraba y abrazaba a su niño, sabía que, está vez, no era ella quien tenía que consolarlo.

Y sabía que en eso, si podía ayudar.

 

                 
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Hyung,
¿Por qué me ignora?

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Cortito, pero volví.

Durante todo este tiempo, me he estado preguntando si debería o no debería seguir, pero realmente, no puedo dejarla así, aunque sea una real mierda.

Intentaré actualizar seguido, pues, realmente quiero acabar con este proyecto.

Por favor, comenten, no les voy a comer. Me hace ilusión cuando leo los lindos comentarios. :(

°Nos vemos.