Casually ⇢ Kim Taehyung

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—¿No viste mi campera negra?

—Tienes varias camperas negras ponte cualquiera, pero no, no la vi. —Terminé de guardar mis cosas en mi bolso para irme antes de ser atrapada. Ayer podría decir que, tomé prestada una campera negra de Yoongi, por si volvía a encontrarlo cuando pasara por allí de camino al trabajo, pero no lo encontré. De hecho estacioné el auto, me bajé, di una vuelta a la manzana para disimular y al no haber indicios, me fui.

—Pero si la había dejado en mi cama. —musitó para sí mismo, me dió una última mirada mientras revolvía su cabello confuso y se fue a su habitación subiendo las escaleras. Sonreí, aunque la gente lo tachara de amargado, la verdad era que, mi hermano, era un bebé. No había como discutirlo, bueno, a veces sí.

—Apresúrate Yoongi, ya me tengo que ir para llegar a tiempo. —le grité desde abajo. Hoy debía dejarlo en la tienda de mis tíos para que comenzara a ayudarlos.

—Igual te queda de pasada, no hagas escándalo. —dijo con el ceño fruncido mientras bajaba las escaleras. Al final había optado por ponerse una campera azul.

—Si si, vamos. —lo agarré de la muñeca una vez abajo para llevarlo al auto mas rápido.

Yoongi me llevaba tres años de edad, la gente solía decirnos que parecíamos mucho mas chicos de lo que éramos, pero nunca se confundían en que yo era la menor, aunque a veces actuara como si fuera la mas grande, porque como dije Yoongi seguía siendo un bebé.

Al pasar mi tía me dió una bolsita de golosinas como regalo, le agradecí, la iba a guardar, tal vez si lo encontraba de nuevo...

...

—Gracias por su compra. —le sonreí a aquella señora mientras le tendía su vuelto.

Trabajaba en una cafetería, y era la que se encargaba de la caja. Si me cansaba estar parada ahí, no me imaginaba como se cansaban mis compañeros de trabajo que servían en las mesas, ir y venir de un lado para otro.

Normalmente era yo quien cerraba el lugar, ya que al ser quien hacía las cuentas al final del día, me tardaba más.

Y así fue, cuando terminé apagué y cerré bien todo y me fui.

Estacioné a mitad de esa calle, hoy no llovía, pero si hacía frío.

Agh estas luces..

Me molestaba la mala iluminación que tenía, tal vez si hubiese mejor luz podría encontrarlo, los otros dos días había venido de día, y ahora que lo pensaba, tal vez él no estaba de día, pero de noche sí, quien sabe.

Apagué el auto y me bajé con la campera y las golosinas en mano, básicamente, di una vuelta al auto mientras miraba para todos lados, pero nada, me fui a casa.