La mañana siguiente desperté igual o más temprano que el día anterior, si antes no tenía intenciones de encontrarme con mis padres ahora menos, así que me duché y me arreglé lo más rápido que pude y salí disparada por la puerta
— ¡Catherine Grey! — gritó mi padre desde la ventana — ¿A dónde crees que vas?
— Necesito comprar algunas cosas — dije rápidamente mientras miraba en su dirección, justo a tiempo para ver que se despegaba de la ventana, algo que tratándose de mi padre solo podía significar una cosa: venía tras de mí. Salí corriendo lo más rápido que pude y no me detuve hasta pasar casi tres cuadras, cuando por fin estuve segura de que no me seguía decidí sentarme un rato a recuperar el aliento y después de algunos minutos decidí retomar mi camino.
Era casi un cuarto de hora tarde cuando por fin llegué a el cuartel de la SAEAR ya nadie me esperaba en la entrada y las puertas estaban cerradas, así que intenté acercar mi muñeca para hacer que el lector de código leyera mi chip de identificación, pero, como lo sospechaba, no tenía el rango necesario para poder ingresar a los cuarteles así que comencé a tocar la entrada lo más fuerte que pude hasta que uno de los guardias del edificio se acercó y me abrió la puerta aunque después me hizo esperar casi otros quince minutos para poderme dejar a acceder al área de investigación donde la líder suprema me esperaba demasiado molesta.
— Llega tarde, señorita Grey — dijo no muy contenta
— Lo lamento líder, tuve algunas dificultades al salir de casa esta mañana
— ¿Y se puede saber cuáles fueron?
— Mis padres se preocuparon, llegué después del toque de queda anoche y hoy mi padre no parecía contento al verme salir tan temprano, tuve que correr para no tener que dar explicaciones y después se me hizo un poco tarde, en serio lo lamento per...
— No necesito escuchar más Señorita Grey — Aquellas palabras me dejaron helada, se había acabado todo, mis padres se enterarían tarde o temprano y se decepcionarían de la hija que los deshonró ante los líderes — Por favor, quédese aquí, el sujeto casi está listo — Eso fue lo último que dijo antes de marcharse dejándome muy nerviosa, lo había arruinado, después de haber trabajado un día con ellos lo había arruinado... O por lo menos eso creí, porque cinco minutos más tarde dos guardias escoltaban a Alec por el pasillo hasta donde yo me encontraba
— Pero miren quién regresó, señorita reglas — dijo burlonamente — pensé que me había librado de ti, al parecer tengo que esforzarme más.
<< ¿Cambio de apodo? Ayer era "la señorita modales"... Idiota>>
— Mucho más, necesitas más que unos malos modales e insultos para deshacerte de mí — le respondí, no iba a dejar que me molestara y mucho menos sabiendo que le divertía hacerme enojar.
— ¿Ah sí? ¿Cómo qué? — dijo fingiendo curiosidad
— Olvídalo — le respondí cortante
— Bien, lo averiguaré por mi cuenta.
Después de nuestra breve conversación en el pasillo los guardias nuevamente nos escoltaron a través de los cuarteles hacia la salida, eso hasta que la líder suprema nos detuvo en la entrada.
— Señorita Grey, acompáñeme — me dijo demasiado seria como para estar contenta, se había acabado todo, me hicieron creer que no por un momento, pero no era así... me marché con ella pensando lo peor nuevamente. Llegamos a un pequeño cuarto insonorizado donde tenía vista perfecta de Alec y los guardias en quienes no confiaba después de ver como lo habían tratado ayer al ponerle las esposas
— Señorita Grey, creo que es hora de entregarle esto — exclamó y extendió su mano hacía mí, tomé la pequeña caja que tenía y la abrí, dentro se encontraba un pequeño chip como el que sabía que tenía en mi muñeca izquierda desde que nací, solo que éste era color plateado, jamás había visto uno de ese color.
— Es un chip de identificación, tiene el rango de líder, ahora es una de nosotros, cuando acabe su tarea de hoy regrese aquí y haga que se lo pongan
— Entendido líder suprema — tras esas palabras ella se dirigió a la puerta, pero yo me quedé ahí, de pie sin nada que decir.
— Ah — exclamó ella cuando se encontraba a punto de salir — señorita Grey, recuerde entregar su informe al gran líder.
— Por supuesto Líder suprema — respondí casi en automático y ella me dejó sola con mis pensamientos en aquel cuarto insonorizado
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Belive
Science FictionDurante cientos de años los humanos se encargaron de destruir la tierra poco a poco, con sus armas y sus bombas ... hasta que un día lo lograron ... Catherine es una chica normal, miembro de la octogésima generación de sobrevivientes del virus y se...