Stormy Night

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En realidad, ninguna persona en el palacio se sorprendió cuando el príncipe Wooseok, un día cualquiera, escapo sin dejar rastro.

Es decir, desde que entro en la adolescencia el príncipe malcriado, iba y venía de aquí a allá, tentando la paciencia del rey en sus múltiples actos de lo que ellos calificarían como su etapa de rebeldía, donde desaparecía por algunas horas, para volver al caer la noche, escoltado por la guardia real. Posteriormente su padre le daría un largo discurso acerca de, que no por mucho tiempo podría seguir evadiendo sus responsabilidades. Tenía que seguir educándose adecuadamente para algún día conseguir un buen matrimonio donde lograra hacer alianzas con otros reinos y así, unificar la grandeza de su linaje.

Y vaya que no le habían faltado propuestas de matrimonio desde los 15 años.

Un sin fin de atractivos príncipes y princesas habían sido ofrecidos como candidatos para unir lazos con él.

Después de todo ¿Quién no quisiera a alguien como el para ser su esposo?

Mas allá de todo el poder que representaba el nombre de su reino, el muchacho era lo que se describiría como alguien con suerte en la lotería de la genética.

Afortunadamente el rey Seungwoo considero que, tanto Wooseok no era lo suficiente maduro para ese compromiso, ni el mismo era lo suficientemente viejo como para dejar el trono.

No obstante, recibió animadamente cada una de las ansiosas ofertas de casamiento, condicionándolas con un amable "Esperemos un par de años más a que nuestro príncipe termine de prepararse"

Wooseok a sus 22 años, estaba comenzando a entrar en pánico. Cada vez veía más cercano el día en que su padre se cansara de él y lo vendiera al mejor postor con su ridícula excusa de "Todo es por el bienestar del reino".

Siempre se preguntaba ¿Cuándo sería entonces que importaría SU bienestar?

A pesar de haber nacido en cuna de oro, se sentía más vació que cualquier mendigo del reino.

El, deseaba viajar, conocer, sentir, pero cada uno de sus pasos siempre eran fríamente orquestados y cuidados por otras personas, desde su padre hasta cada trabajador en el palacio que miraba con recelo sus estúpidas decisiones y francamente en este punto no sabía que podría hacer para evadir su inminente destino.

Al principio pensó que eventualmente lograría convencer a su padre, mediante todas esas huidas y desatenciones, demostrando que él no era la mejor opción para cumplir con todos los estándares que esperaban todos, que tomara mejor a consideración a su hermano Yo Han, quien, si se mostraba más entusiasmado con todo ese tipo de cuestiones reales, especialmente si involucraban al príncipe Junho.

En una de esas tantas escapadas conoció a las orillas del mar a un chico con apariencia un poco mayor que él. Poseía una mirada felina y una sonrisa desafiante, que, si bien daban una impresión encantadora, a él le generaba la idea que siempre se encontraba tramando algo.

-Entonces niño bonito, ¿No quieres viajar a otra isla? en realidad no soy de por aquí, pero eso es porque mis amigos y yo tenemos un negocio de transporte...ya sabes tenemos un barco en el que podemos llevar mensajería, animales o inclusive personas deseosas de un. Descanso

El sujeto parecía saborear cuidadosamente cada una de las palabras que salían de su boca, mientras soltaba una de esas sonrisas chulescas que pretendían convencerlo de cada cosa dicha por él.

-Así que, ¿Seungyeon?, exactamente hacia donde es su próximo viaje y ¿cuánto es el costo?

A pesar de que mil alarmas sonaban en la cabeza pelirroja de Wooseok, decidió hacer caso a la propuesta del sujeto. Después de todo, su familia siempre había controlado y manejado su vida a su propia conveniencia. No tendría mucha diferencia si unos completos desconocidos decidían tomar esa vida y lucrar con ella, si es que le estaban tomando el pelo.

TOGETHER | One shots |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora