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Dejó nuevamente la cuchara en la taza de café ya vacía.
-Señor Park , solo venía a decirle de una manera más personal mis intenciones de...-tragó pesadamente y levantó la mirada a unos ojos rasgados que la miraban con una expresión de dolor.-...de dimisión- Dijo centrando sus palabras y reafirmando con la cabeza, mostrando una seguridad, que realmente, no tenía.

Al otro lado de la mesa , el señor Park comenzó a frotarse los ojos cristalizados.
-No me puedes hacer esto Anne.

Mirando la taza, Anne presionó la mano de aquel que tenía delante.Dirigió una suave mirada y una sonrisa de compasión mientras sus ojos brillaban.
-Me lo agradecerás.

◇◇◇◇

-En su currículo dice poder hablar cuatro idiomas.
-Así es- Afirmó nerviosa, con las manos apretando el borde de su falda.
-Su castellano nativo, inglés por parte de padre...¿francés y portugués ?
-Estudié francés en secundaria y saqué titulación del nivel, mientras que el portugués, es por mis abuelos.
-Interesante, ha tenido experiencia laboral en otra empresa del mismo ámbito.¿ Por qué la dejó?
-Me mudé a Reino Unido a principios del año pasado por cuestiones personales.
-¿Qué cuestiones?
-Personales - Se hizo un silencio en la sala.
El señor Park se aclaró la garganta- ¿Puedo saber esas cuestiones personales?
-No es necesario saberlas para trabajar aquí- Dijo de modo tajante.

El señor Park apretó los labios, ¿Cómo se atrevía esa muchacha en sus veinte contestar a una persona de su rango?

-Muy bien, se acabó la entrevista, gracias por su tiempo- Terminó Park con un tono fuerte.

La secretaria acomodó sus gafas nuevamente y se levantó de manera directa a la puerta , abriéndola con una pequeña reverencia, invitándola a salir.

Anne se levantó con cara seria y colgó su bolso, sin dejar de ver al señor Park.
-Señor Park, no debería juzgar a una persona por asuntos no relevantes, si no por su portafolio, por el cual ni siquiera me ha preguntado- Acercó la silla al escritorio y volvió a enfocarse en Park- No confundas un diamante con una roca solo porque no está pulida.

Anne salió del despacho con cara seria y clavó la mirada en la fila de personas que esperaban su turno para la entrevista.

Salió rápido con un taconeo resonante.
En el interior del despacho, el señor Park meditaba con las manos entrecruzadas.
-Que pase el siguiente.

◇◇◇◇

-Uno largo de café- Dijo Anne a la chica rubia que vestía un gorro y sujetaba una libreta.
-En seguida cariño.

La chica se mantenía con una cara alegre mientras agitaba tazas de café y calentaba leche, mascaba un chicle y sus uñas estaban a medio pintar, pero algo en ella inspiraba cierta confianza.

-¿Has tenido un mal día?- Dijo depositando la taza frente Anne.
-¿Cómo lo sabes? Parece que no solo sirves para servir café- Dijo con una risa apagada.
-Ahh, cariño, también soy humana, mi vida no es servir tazas. Te voy a decir algo, siempre que me siento así pienso, "Todos los días son buenos, soy yo la única que puede estropearlos"
Anne rio con una sonrisa corta y mirada perdida.
-No soy yo quién lo ha arruinado hoy.
-Ahh , cuéntame, detrás de esta barra he escuchado más de un llanto.
-He hecho una entrevista de trabajo esta mañana... y no ha salido bien. Me preguntó el por qué dejé mi trabajo anterior...y no quise especificar , así que... ya estoy despedida antes de haber entrado.
-Aahh que cariñito estás hecha, en las entrevistas , nunca, se dice la verdad, podrías decir que el clima de Inglaterra te motiva más a trabajar o algo así.

Anne miró hacia la ventana, estaba lloviendo a cántaros.

-Por el clima desde luego que no.
La chica rubia miró hacia el mismo lado.
-Sí...desde luego que no- Ambas rieron.

Anne posó la taza de café en el platillo e inmediatamente la chica del otro lado de la barra la recogió.
-Eh tú, sonríe un poco, mira a Londres y no te dejes empapar.
-Lo cierto es que no he traído paraguas...
-¡Ay madre! ¡Qué niña estás hecha!. No llevas mucho tiempo en Londres por lo que veo.
-Me mude el año pasado.
-Pues aún tenías tiempo para saber que aquí llueve todos los días- Terminó con una risa basta. Toma esto- Dijo mientras le extendía un paraguas- Es mío, quiero mejorar tu día, yo voy en coche, pero mañana me lo devuelves.
Anne cogió tímidamente el paraguas.
-Muchas gracias , ¡Mañana lo devolveré sin falta!
-Recuerda lo dicho cariño, tu día depende de ti. De no ser por que te han rechazado, no me habrías conocido, las cosas pasan por algo.

Anne devolvió una sonrisa a la muchacha y salió del local con chapoteos en sus pies.

◇◇◇◇

-Un cortado Christine.
-¡Uh! señor Park, usted por aquí.
-¿Cuándo no?
-Cortado sin azúcar y con un vaso de agua.
-No dejes de trabajar nunca aquí-Dijo con una sonrisa elegante.
-Créame señor, yo tampoco querría que me echasen, en fin, ¿Algo nuevo?
-La gente o es inútil o es maleducada Christine.
-Estoy especializada en gente borde, pero ¿Usted por qué lo dice?
-Hoy he pasado entrevista de trabajo a trece candidatos. Ninguno me ha convencido.
-Justo hoy ha venido una chica quejándose.
-Que se quejen los que quieran, en mi empresa solo trabaja gente acorde.
-No se lo niego , pero ella parecía tener potencial.
-Christine...¿Acaso viste su trabajo?
-...-Quedó en silencio- Yo solo pongo cafés señor.

El señor Park terminó su cortado y la miró.

-¿Cómo era esa chica?
-Hmm, dijo que no era de aquí , su inglés era perfecto, pero su acento delataba que era española, tenía el pelo ondulado y castaño, ¡No! Moreno, bueno, no sé.
-Anne Smith.
-Yo que sé, yo solo pongo cafés señor.
-Es una maleducada más.

El señor Park se levantó y despidió a Christine con una mirada.
Christine retiró la taza mientras hacía una reverencia con la cabeza.

-Aahh cariño, te contaré que tu amigo es Park Taeyang...

Otro café, Mr.ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora