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Taeyang la miró a los ojos algo conmovido.
-No deberías decir cosas así tan a la ligera-Dijo mientras se alejaba poco a poco de la joven.
-Solo digo lo que veo.
Sintió cómo se sonrojaba y su latido aumentaba.
Park se levantó y cogió una manta que se encontraba en la mesilla de esa habitación.
La arropó y a continuación se sentó en una silla.
-Duérmete.
-¿Te quedas?
-Ni loco, solo estaré aquí hasta que lleguen tus amigas.
Anne le dio poca importancia y simplemente se posicionó para dormir.

◇◇◇◇

-¡Vamos Evie!- Exclamaba Bel.
-Ya voy- Decía mientras subía desesperadamente las escaleras.
-Espera Evelin...¿Tú tienes llaves de la casa de Anne?
-Erm..no

Bel apoyó la mano en la entrada del portal abriendo la puerta.
-Está abierta.
-Quizás el conocido de Anne lo ha hecho a drede pensando en esta situación.

Ambas amigas subieron al tercer piso, donde, efectivamente las puertas estaban entreabiertas.
Cuando llegaron al interior de la habitación de la joven, contemplaron a su amiga arropada con una manta sobre la cama, completamente dormida, y a su lado, un apuesto señor algo más mayor sentado en una silla con los ojos cerrados.
-Este debe de ser el hombre con el que hablamos antes.
-¿Ya está dormido?
-¿Lo despertamos?
-No creo que sea buena idea.
-Me siento mal...-Dijo Evelin- Si no nos hubiéramos separado de Anne, no le habríamos dado problemas.
-Ya que estamos aquí podemos preparar el desayuno para compensarle por cuidar de ella y para pedirle perdón a Anne.

Ambas chicas pusieron la mesa y tras cocinar algunas cosas , dejaron tres tuppers encima de la tabla.

Salieron del piso con los tacones en la mano lo más sigilosamente posible, convencidas de su buena acción.

A la mañana siguiente los rayos del sol pegaron por la ventana despertando a Anne. Esta se levantó con una mano en la cabeza presionándose como si le fuera a estallar.
-No vuelvo a beber-Dijo para sí misma.
Giró la cabeza hacia la ventana encandilada por la fuerte luz, se frotó los ojos para desempañarlos y giró la cabeza hacia el lado contrario.
Sus ojos se abrieron como platos ¿Qué hacía el señor Park en su habitación?
-¡Ay no, no, no, no, no!.¡No puede ser!-
¿Qué hace este hombre aquí? ¿Ni en sus festivos podía dejar de verle?-¿Qué pasó anoche? No, ni pensar que él...y yo... ¡No!-Anne apretó sus sienes con ambas manos.¡¡Nooo!!Levantó la mirada hacia él nuevamente.
Él seguía ahí, profundamente dormido, hasta que Anne le aventó una pantufla en la cara haciendo que este de levantara con muy mal humor.
-¡¿Pero qué haces?!
-¡¿Qué haces tú aquí?!
Park miró sus alrededores confundido.
-Es verdad...¿Qué hago yo aquí?
-¡Eso te preguntaba!
Taeyang puso su mano en los ojos
-Me he quedado dormido.
-¡¿Y por qué en mi casa?! ¡Explícame qué mierdas ha pasado! No me digas que tú...y yo...o sea, que nosotros...¡Dime que no!
-¡¿Qué?! ¡¿Pero de qué hablas?! ¡De no ser por mí estarías aún en la entrada de ese pub, en el banco del que te caiste!, ¡Deberías darme las gracias!
-¿Y por qué no te fuiste después de dejarme en casa?
-Tus amigas me pidieron que me quedara hasta que ellas llegaran, pero me debí de quedar dormido.

Anne bajó de su cama refunfuñando, aún tenía la ropa de ayer puesta.
-Es igual, desayuna y vete.
-Que borde- Anne simplemente lo miró y exhaló.
-Te estoy dejando dormir y desayunar en mi casa, tómalo como agradecimiento.

Anne llegó a la cocina, y para su sorpresa tres tuppers estaban colocados sobre la mesa con una pequeña nota:

Buenos días Anne
Para compensar lo de ayer hemos preparado algo para comer, sentimos mucho no haber estado tan pendientes de ti, le pedimos a tu amigo que nos esperara, pero cuando llegamos ya estaba dormido y teníamos miedo de molestar aún más. Disfruta el desayuno, que nos hemos quedado hasta las cinco de la mañana haciéndolo.
Con amor Evelin y Bel ♡♡

-

Estas dos...-Susurró Anne con una pequeña sonrisa en su cara.
Bartolo estaba estirándose cuando el señor Park llegó a la cocina.
-Vaya hay comida hecha, mejor- El perro se lanzó a olerle con entusiasmo- ¿Qué es esto? ¿Una rata?
-¡Ey! No es una rata, se llama Bartolo- El señor Park cogió uno de los platos escurridos ignorando al pequeño perro y comenzó a servirse- Puedes servirte- Dijo irónicamente con mala cara.
-Eso hago.
-De verdad, la maleducada luego soy yo.
-¿ Quieres que te cuente todo lo que he hecho por ti en tan solo una noche?Además, debería haber llegado a casa hace horas, voy con prisa.
Anne se tragó sus palabras, tenía vagos recuerdos de la noche anterior. Recordaba haber entrado en el coche del señor Park, y de él tapándola con una manta, pero tenía una laguna enorme.

-No le quitaré más tiempo señor Park.
-Gracias.
Anne aún estaba calentando su desayuno cuando el señor Park ya había recogido su plato.La comida fue incómoda, había un silencio abrumador que se rompía de vez en cuando con los golpes de la vajilla.
-¿Ya te vas?
-Sí
-Está bien- Dijo apoyando su plato en la mesa- En verdad, estoy algo agradecida de que estuviera ahí, siento si por mi culpa lo he retrasado.
-Me basta con que sobria me llames de usted.
Anne sonrió con una mueca escasa.
-Me voy- Dijo tras dirigirle una mirada y abrir la puerta. Hizo una ligera reverencia en señal de despedida y dejó un portazo tras salir.

No eres tan mala persona en el fondo.
Anne cogió la carta de sus amigas y la volvió a leer mientras comía el revoltijo de huevo que le habían preparado.
Tomó el móvil y llamó a la autora de esa letra.
-¿Evelin?
-¡Bella durmiente! ¿Cómo llevas la resaca? Bebe mucha agua eh.
-Si, sí- Dijo de manera graciosa- Gracias por el desayuno...
-No hay problema, es lo mínimo que podíamos hacer. Por cierto, también cocinamos para tu amigo, ¿Ya se ha ido? Me gustaría pedirle perdón más directamente.
-Sí, ya se ha ido, realmente no es mi "amigo".
-Ah ¿no?
-Es el señor Park, el mismo que me rechazó en la entrevista.
-¡¿Qué?! No puede ser tanta coincidencia.
-Eso digo yo, la vida me quiere ver golpeándole con una silla- Rieron- Pero lo cierto es...que se merecía un agradecimiento.

Otro café, Mr.ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora