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Anne entró en la cafetería nuevamente trayendo consigo un paraguas verde chillón.
-¡Mira, mira, quién asoma por aquí!
-¡Traigo tu pedido de ayer!
-Sí...en Londres ya estaba notando la ausencia de este pequeñín, ¡Ven aquí con la mama Christine!

Anne dejó el paraguas sobre el mostrador.
-Christine...Debo decir que te llamas así.
-Sí... mi madre también dice eso-Dijo con su sonrisa característica- Cambiando el tema, ¡Lo que te tengo que contar!, Ayer caí en quién era tu amiguito.
-¿Mi amiguito?
-¡Es Park Taeyang!
-¿El señor Park? No conocía su nombre...sí, ese es el jefe para el que apliqué, no quiero saber más de él.
-Admito que puede ser un hombre complicado, mis años en esta cafetería me han dado experiencia con él.
-¿En qué sentido?
-Siempre baja a esta cafetería a la misma hora, a por el mismo pedido. Me cuenta su día a día, y a veces, puede ser hasta arrogante.
-Lo es- dijo tajante, cortando a Christine.
-Déjame terminar cariño. No ha tenido una vida fácil, y en el fondo no es mala gente.
-Cuando me demuestre lo contrario le creeré, hasta entonces, no quiero verle.
-¿Largo de café?- Dijo tras un suspiro.
-Esta vez ponme otra bolsita de azúcar, quiero comenzar un buen día.
-¡Esa es la actitud! ¿A qué se debe este cambio?
-Voy a aplicar para otra entrevista.
-Te deseo suerte cariño, y recuerda lo dicho, siempre con una sonrisa e improvisa si hace falta.

Anne vertió ambas bolsas de azúcar en el café.
-Sonrisa de oreja a oreja con falsedad incorporada.
-Muy bien cariñito, más de una vez me ha tocado poner en práctica esa estrategia.

◇◇◇◇

-Es un honor tenerla en la empresa señorita Smith.
Anne sonrió al recibir esas palabras.
-El placer es mío.
-Empezará el próximo lunes, se le asignará un proyecto de prueba para evaluarla en la empresa. Espero no decepcionarme- Dijo Leonor Chapman con cierto humor en sus palabras.
-No lo haré señora.

A la joven le brillaban los ojos , tras ser fuertemente rechazada en la empresa "Indoors" la llamaron para una entrevista de "Side to side", el haber sido elegida como candidata con la señora Chapman le llenaba el pecho.

La semana que viene comenzaría en una nueva empresa , competencia de Indoors , y nada le gustaba más que formar parte de la competencia para el señor Park.

Agitó la mano de la señora Chapman con fuerza para transmitir confianza, y como decía Christine, sonrisa de oreja a oreja, aunque en esta, no había pizca de falsedad.

Salió de la oficina expulsando una bocanada de aire. Tendría que poner todo su talento en interiorismo para el proyecto de evaluación, sin duda, ese sería un trabajo bien hecho.

Llegó a casa y depositó la llaves. En la entrada de la casa, su pequeño perro la espera pegando saltos, con ojos saltones y ciertos temblores.
-¡Hola mi Bartolo!- Dijo alargando la mano a la cabeza de un chiguagua mestizo.

Se duchó y se arregló, ella misma sentía que el asunto del señor Park le estaba embotando la cabeza, debía pasar página, y qué mejor que salir con amigas para despejarse un poco.
Se puso su blusa blanca, pantalones rosa pastel a juego con sus tacones, un peinado que resaltaba sus ondas y despejaba sus orejas para ver las perlas que llevaba.

Salió de su piso para encontrarse con Evelin y Bel que ya la esperaban sentadas en el coche.
-¿Qué tal con la mujer esta?-Dijo arrancando el coche Evelin.
-Señora Chapman.
-Sí eso... La mujer esta.

Anne no pudo ocultar su risa.
-Me lo han dado.
-¿¡En serio?!- Gritaron al unísono ambas amigas.
-¡Eso es increíble Anne!, ¡Esto hay que celebrarlo!- Enfatizó Bel.

Llegaron al Pub que frecuentaban en aquella gran ciudad.
El ambiente era sofisticado y hasta los sillones de gamuza negra eran elegantes.
La gente vestía de americana, sencillo pero con clase.

Las tres amigas se sentaron en la barra y 2 de ellas pidieron un Gintonic, pero Anne sabía de su pésima tolerancia al alcohol, así que se decantó por una cerveza.

-Aahh vamos Anne, hoy vas a bailar, ¡Has conseguido tu puesto de trabajo! Excédete un poco de vez en cuando.

Estaba indecisa, no es como si quisiera dar problemas a sus otras dos amigas por irresponsabilidad.

-Anne, eres una mujer madura, no una universitaria más, date el lujo de vez en cuando.

Anne levantó la mirada al camarero que seguía mirándola.
-Está bien, por favor, póngame un Gintonic más.

La noche pasó intensa, las tres siguieron bailando, destensando una semana entera de trabajo, o rechazos laborales.
Bel y Evelin llevaban la tercera copa como si de agua se tratase, pero Anne no había terminado su segunda cuando decidió sentarse.

-Annita, ¿Quieres que te llevemos a casa? Puedo pedir un taxi, yo aún no podré conducir.
-No, no tranquila, yo estoy aquí bien.
-Está bien, pero si necesitas algo no dudes en llamarnos.

Evelin se alejó en un vistazo borroso.
Sentía el alcohol llegar a su sien, pero no sentía ningún malestar como tal.
Su mirada continuaba poco nítida, como si sus ojos se hubieran empañado.

Miraba el ambiente, ya era tarde, las tres de la mañana como poco.
Salió del lugar con el propósito de tomar algo de aire fresco.
Una pareja se besaba de manera poco discreta en la entrada del pub, parecía no importarles si todo Londres o Reino Unido les miraba, se acariciaban uno al otro de manera un tanto obscena.
-Repugnante- murmuró entre dientes Anne. Podrían haberse escondido un poco, pensó.

A lo lejos un hombre alto, de pelo brillante y negro caminaba por la otra acera.
Giró su cabeza y contempló la escena.
Ella pudo distinguir esos rasgos asiáticos.
-Maldita sea, ni en mi día puedo dejar de verle.

El alcohol cegaba su serena personlidad. Se giró bruscamente hacia la pareja.
-¿Podéis cortar el show un momento?

La pareja se miró entre sí confundida, tomados de la mano volvieron al interior del Pub mientras tiraban unas miradas amenazantes.

Anne pudo ver cómo el asiático se paralizaba en la otra esquina observándola analíticamente.

-¿Y usted qué mira?
Park continuó callado mirándola.
-Eres Taeyang, ¿No?

Otro café, Mr.ParkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora