Gay. » ʀ̶̶ᴇ̶̶ɪ̶̶ᴊ̶̶ɪ̶̶ s̶̶ᴀ̶̶ᴋ̶̶ᴀ̶̶ᴍ̶̶ᴀ̶̶ᴋ̶̶ɪ̶̶ «

veintinueve; [especial 2/?]

Sarah se había quedado sola en realidad, después de que Reiji se fuera, su comunicación no fue realmente buena por la distancia, era algo así cómo conocidos o amigos, pero que Daryus después decidiera irse también, fue lo hizo que ella ya no quisiera socializar mucho en realidad, sabía que eso era malo pero por el tiempo que le quedaba en la universidad, así sería.

En la graduación, un día antes, Kou había decidido invitarla al dichoso baile que tendría la escuela por primera vez, Sarah sabía que aquél rubio tenía a sus pies a muchas chicas lindas (pues todo el instituto sería exagerar) entonces, aceptó.

Aquella noche, también le pidió disculpas de como le trató una vez, estaba acostumbrado a que la mayoría de chicas estuvieran a sus pies, y con ella supo que no sería fácil, y aquello le impulso a buscarla después aunque ella se alejaba de todos, entonces fue difícil saber cosas sobre ella, aunque solamente sabía que una cosa podría hacer antes de salir de la universidad, era pedirle disculpas.

Al principio ella no quería aquello y solo lo disculpó por tomarse la molestia, pero ella no necesitaba aquello, simplemente le daba igual.

Ella volvería a casa y adiós a Japón, pero su sorpresa fue que Kou fue con ella por voluntad propia, fue un ligero giro en realidad, aunque le gustaba un poco no tener que pasar ese proceso sola.

Así que fue cómo comenzó su aventura, sí, volvió a su hogar, pero no duró mucho ahí puesto que comenzaron a viajar, era fantástico conocer nuevos lugares, personas, la comida, e incluso ya no le incomodaba Kou, era muy lindo en algunas cosas, pero era muy egoísta y celoso.

Quería cosas a cambio de las que él hacía, en realidad, ese lado de él le parecía un tanto extraño y a veces no lo soportaba.

También era una persona muy mimosa, era como un niño pequeño muchas veces, no es como si le gustara su comportamiento, pero es que no podía hacer nada contra su naturaleza de proteger a alguien.

Llegó un momento donde pasaron un año juntos entre viajes, pequeñas citas que según Sarah no lo eran, y entonces pasó, ella quedó embarazada de Kou, el mencionado estaba bastante feliz y, ¿Cómo no estarlo? Él sí se había enamorado pero ella no, ella quería seguir libre y hacer muchas cosas, no tener un hijo.

En todo ese tiempo Kou procuró estar con ella, no solamente por compromiso, sino también que se enfermó bastante y no podía consumir medicamentos, fue un proceso agotador además que no comía del todo bien y el bebé la adelgazó demasiado, absorbiendo la mayor parte de sus nutrientes.

Ella se sentía realmente mal, quería huir, no haberse metido con Kou.

Los primeros meses hablaron, ella quería tenerlo, pero no mantenerlo a su lado, quería dar en adopción a su hijo, pues no era alguien que quisiera abortar aunque estuviese a favor, ella no lo haría, simplemente porque no era culpa suya.

Kou se negó, él se lo quedaría, pero simplemente no le dijo nada.

Ella con su tiempo de embarazo aprendió de a poco a querer a su bebé, deseando poder tenerlo entre sus brazos, de hecho quería hablar sobre ello con Kou, pero no tenían un momento en específico de tranquilidad como para hacerlo.

Así que cuando nació su adorada hija, Sarah estuvo internada unos meses, los únicos que pudo tener con ella a su hija, después de que le dieran de alta, Kou desapareció con su hija, dejando a la castaña en un estado depresivo, tenía tantas cosas por decir, hacer para resolver la situación, pero simplemente se fue con su pequeña.

Se encontraban en Los Ángeles, el último viaje que hicieron. Así que finalmente volvería a casa, ella no habló sobre su embarazo con nadie, nadie sabía que ella había tenido un bebé, de alguna forma estaba bien pero por otra parte, quería a su bebé entre sus brazos.

Pasó algo que no esperaba, reencontrarse con Reiji, fue en un elevador casualmente, él iba vestido de un traje negro y una corbata color vino, además que olía muy bien a perfume, muy masculino, mientras que ella iba de ropa informal, con un olor neutral, aquello le hizo bajar la cabeza, pero el primero en hablar fue él, no fue una gran idea ir con un tío que tenía en las grandes empresas por trabajo aunque, ¿Cómo podría saber que él estaría ahí?

Entonces fue cómo tuvieron algunas citas, pero ella se negaba a tener algo formal, entonces la conquistó todo un año, entonces terminó casándose con ella pero no forma "normal" como sería en su cultura, sino una más sencilla para la castaña, por el civil, fue una buena idea al fin y al cabo, además que pudo presentarle a su madre, la aprobaba, además decía que su diferencia de altura le parecía de alguna forma lindo, pero muy en el fondo Sarah sabía que ella no estaba del todo feliz por lo que había pasado ya dos años atrás, llevaban un año de casados.

Entonces Sarah terminó trabajando con Reiji, ella iba en su representación para cualquier asunto puesto que él prefería tratar directamente y no ir a otros lugares con personas las cuales no le interesaban o que eran inferiores a él.

Pasó otro año de su matrimonio, quiso darle un hijo a Reiji, muchas veces fue algo frustrante en pensar que estaba mal con ella, entonces ella sola fue algún hospital, resultó que después se su primer parto, quedó infértil, lloró algunos días, Kou le había quitado a su único rayo de sol, a su nuevo amado no podía darle un hijo y ella se sentía que se ahogaba en un vaso de agua.

Reiji se expandió a Nueva York, Sarah pensaba que con aquél cambio podría distraerse y conocer, extrañaba viajar algunas veces.

Entonces comprando ropa, se reencontró con Kou, trabajaba en una tienda de ropa para dama, era coqueto con todas, vaya. Ambos se habían quedado incrédulos ante lo que pasaba, aunque detrás del mostrador había una niña llamándolo "¡Papi, tengo hambreeee!" Aquello hizo que su corazón se acelerara un montón, simplemente miró a aquél rubio, ambos se quedaban en silencio, sin saber que hacer.

Después de aquél encuentro, decidieron verse nuevamente en secreto, entonces Sarah cumplió tres años de matrimonio, y su hija tres años de vida.

Kou vivía cerca de la empresa de Daryus, así que antes de ir a aquella oficina, siempre iba con él, no podían explicarle ni lo harían con la pequeña, pero ella sabía que ella era su madre, además que eran casi idénticas.