〚3S〛❝ In ❞┊ k.sj + j.hs

| O1 | Escúchame.

Vida. Puede ser vista como una historia: conteniendo un inicio, un desarrollo, y un fin. Cada persona en el mundo tiene la dicha de admirarla desde su propia perspectiva, creando así su mundo.

Sin embargo, ¿qué sucede con la gente que gusta de imponer su criterio a las personas que no han creado uno propio? Aquellas que les fascina tener el control sobre alguien más y, en algunas ocasiones se es casi imposible ir contra ellas. Porque los primeros kilómetros de nuestro camino nos lo han facilitado, y es la forma en que pensamos que podemos devolverles el favor.

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Shoot them!

Kim SeokJin se alejaba a pasos rápidos de la sala, regresando a su habitación. Una vez más había peleado con su madre y, a su parecer la causa de ésta le parecía absurda.

A una corta edad, el rubio ya tenía definidas varios aspectos de su vida, viéndolo él como algo de lo cual sentirse orgulloso; una de esas cosas era nada más y nada menos que carrera a la que quería ingresar en la universidad, actuación. Sin embargo, sus padres estuvieron en completo desacuerdo, ¿cómo es que su hijo quería convertirse en un mediocre? Alguien que sólo serviría de entretenimiento para los demás, un simple bufón.

Ahora con diecisiete años, en la última semana de bachillerato, su meta no había cambiado en absoluto. Él sabía a qué universidad aplicaría, y la hoja con aquella información había sido enviada. Solamente quedaba esperar, y por supuesto, sobrellevar a sus progenitores unos días más.

Regresando al presente, SeokJin cerró la puerta de su habitación, recargándose en ella para deslizarse hasta el frío suelo.

No iba a negarlo, por más acostumbrado que estuviera a aquellos insultos, seguían afectándole, seguían doliendo como su fueran dichos por primera vez. Sus ojos comenzaban a aguadarse, así también una sustancia amenaza con salir de su nariz.

De repente, oyó que alguien le llamaba.

—¡SeokJin-ah, hijo! ¿Puedes venir? —Distinguiendo la voz supo que era su padre.

Ni siquiera se dio cuenta de la media hora que pasó, otorgando el tiempo suficiente para que el señor Kim llegara y, por supuesto, su madre le pusiera al tanto de lo sucedido. Únicamente con su versión de la historia.

—¡En un momento voy! —Respondió rápido, tratando de calmar su respiración.

Limpió su rostro con prisa, suspirando antes de girar la perilla y regresar donde intercambió algunas palabras con la mujer que le trajo a la vida. Al llegar, su rostro cambió a uno de confusión; no sólo se encontraban sus padres en el sofá, sino que, además, un rostro desconocido estaba presente.

Alzando una ceja miró directo al mayor de los Kim, quien, enseguida se posó a su lado y colocó una mano en el hombro izquierdo del rubio.

—Señor Jung, le presento a mi hijo: Kim SeokJin —dijo con un falso orgullo y una sonrisa fingida. Si alguien le preguntase al menor sobre la actitud de su padre, confesaría que le desconoce totalmente.

—Un gusto —respondió el hombre con traje negro, extendiendo su mano y siendo tomada por mera educación.

—SeokJin-ah, él es el señor Jung. Uno de los mejores administradores que he conocido en mi trabajo.

Tras oír ello, algo pasó veloz por su mente.

«Ya veo por dónde va esto»

«Aunque te disguste,
sigue sonriendo»

«Ya pasará»