La noche de aquel día pasó más lento de lo esperado para SeokJin. La puerta de su habitación fue abierta hasta la mañana siguiente. Luego de cambiar sus ropas por unas de su color favorito, tomar sus gafas y mochila, salió del lugar y, al pasar por el comedor se encontró con su madre. Se miraron por unos segundos, el rubio se percató de que la mujer lo examinaba de pies a cabeza, esperando que no dijera nada.
—Me voy a la escuela. Quizá llegue tarde —comentó al abrir la puerta, tomando sus llaves.
•
• ⊹ •
•Caminando a sus clases, SeokJin traía en mente las palabras utilizadas por su madre. No sólo recordaba las del día anterior, sino que, venían también las dichas desde hace años.
Regresó a la realidad en el momento que escuchó música por el ambiente que provenía de un parlante. Se encontraba atravesando ya el patio principal de la escuela, y vio a lo lejos a un chico de cabellos castaños con lo que parecían mechas color oro; bailaba perfectamente al ritmo de la canción, mostrando un gran talento.
Se detuvo por un instante a mirarle, trataba de observar atentamente a cada movimiento por parte de él, debía admitirlo, era atractivo. Tanta fue su atención que el tiempo pasó rápido y la canción terminó. Aquel chico se detuvo por primera vez en minutos, su respiración se encontraba notoriamente agitada y, los aplausos del público llegaron rápido. Sin darse cuenta el rubio se volvió parte de éste, sonriendo ante el acto que acababa de ver. Sí, había olvidado su mal estar por unos segundos.
Estaba de más decir que el verdadero talento existía en Seúl, y SeokJin quería formar parte de eso.
El timbre sonó, anunciando que debían ingresar pronto a sus clases. Kim miró el edificio donde se encontraba su salón (el cual estaba a su derecha, justo en dirección del castaño) y salió casi disparado para llegar a tiempo, puesto que el profesor de esa materia era sumamente puntual. Esto originó a que su credencial de estudiante cayera, quedando abandonada en el suelo sin que se diese cuenta.
Jung HoSeok había recogido su parlante junto con su móvil, metiendo ambas cosas a la mochila. De paso al edificio de primer año se topó con lo que parecía un pedazo de plástico, y al levantarlo notó que era la identificación de un alumno de tercer año.
—“Kim Seok-Jin, tercer año, clase dos”. Mhm, lo conozco, ¿cómo no he de hacerlo? Guapo y tranquilo, es uno de los destacados aquí. Qué va, si es mi tipo —Habló para sí, viendo la fotografía mientras sonreía—. Mhm. Puedo devolvérsela al salir de clases —dijo por último, guardándola en su billetera.
————
Al terminar las labores escolares, SeokJin caminaba con completa tranquilidad hacia la salida. Cuando adentró su mano en el bolsillo y no encontró su credencial, fue donde el verdadero temor apareció.
Desesperado comenzó a buscar en su mochila, cierre por cierre sin tener éxito. Verificó nuevamente que no estuviera en ningún bolsillo del pantalón y, rendido regresó el camino tomado para su salón.
Era de gran importancia aquel objeto rectangular, pues simplemente le permitía el ingreso y salida de la escuela. Mientras subía los escalones de dos en dos, otro chico bajaba velozmente las escaleras, teniendo como consecuencia una colisión entre ambos.
—¡¿Estás bien?! —Preguntó el rubio de inmediato al otro, quien había caído al suelo—. Lo siento...
Extendió su mano para ayudarle, y se dio cuenta de que era el mismo joven que vio en la mañana.
ESTÁS LEYENDO
〚3S〛❝ In ❞┊ k.sj + j.hs
Conto━━ ¡Vales para pura mierda, SeokJin! ¡¿Me escuchaste?! ױ Concepto ಂ Una sílaba que hacía menos la felicidad del rubio, una sílaba que gracias a alguien nuevo en su vida, le dio una nueva perspectiva. ױ Información ಂ ꒰ 〷 ꒱ Historia ganadora del #Shor...