Scorbus Trash

Parque.

Era una cálida tarde de verano y el sol se filtraba por las hojas de los árboles de ese lindo parque. Se escuchaban los gritos entusiasmados de los niños que jugaban por ese lugar, cayéndose y raspándose las rodillas, jugando a las escondidas entre risas y emoción.

Pero, en uno de los bancos del lugar, un niño pequeño se encontraba sentado, con la mirada baja, jugando son sus piecitos mientras sus dedos doblaban el borde de la falda que tenía en un intento de saber qué hacer con ellas.

Sus padres no estaban muy lejos, le habían dicho que iban a ir a ver las grandes esculturas que se encontraban en el parque y que intentara relacionarse con los demás niños de allí, pero ambos sabían que no era trabajo fácil para Scorpius ninguna de las dos cosas, el quedarse solo ni el relacionarse con otras personas.

El rubio siempre había sido algo tímido, nunca sabiendo cómo empezar una conversación sin sentirse estúpido o que estaba hablando de más, por lo que prefería quedarse a un lado, lo que había hecho que se quedara casi sin amigos, lo que era algo malo si pensaban que tenía solamente ocho años y que aún tenía que terminar de desarrollar sus habilidades sociales.

Otra cosa difícil de manejar para Scorpius era el quedarse solo, sus padres lo habían mimado y protegido tanto cuando era más pequeño que cuando lo dejaban solo se sentía triste y hasta algo abandonado.

Unos pequeños y bajitos sollozos habían empezado a salir de sus labios cuando sintió una voz infantil hablarle.

-¡Hola! Me gusta tu falda.

Subió la mirada, era una niña de no parecía más de seis años, su cabello era pelirrojo y le dedicaba una gran sonrisita a la que le hacían falta las dos paletas de arriba. Transmitía una emergía positiva que logró que Scorpius sonriera, solo un poquito.

-Hola, gracias, a mí me gusta mucho tu cabello.

Los ojitos de la pelirroja brillaron y parecía estar dispuesta a decir algo más cuando otra voz se escuchó a sus espaldas.

-¡Lily! ¿Qué te dijo papá sobre molestar a extraños?

Un niño se acercó casi corriendo a ellos, no parecía mucho más grande que él rubio, tenía los ojos de un verde intenso y un cabello castaño revuelto, tenía un libro en su mano, 'El Principito' llegó a leer Scorpius.

Por un momento Scorpius se sintió tentado a pasar sus manos sobre aquel cabello castaño desordenado.

-Ve, James te está buscando, de seguro quiere jugar contigo.

La pelirroja pareció emocionarse y, sin despedirse, salió corriendo en busca del otro chico.

-Lo lamento mucho, habla con la primera persona que se le pone adelante, es demasiado social.

El castaño soltó una risita que se le contagió también al rubio.

-Tranquilo, no me estaba molestando, tu hermanita es muy agradable.

Dijo el rubio en un tono de voz bajito, pero intentando sonar lo más animado posible, sus padres siempre le repetían eso, si quieres conseguir amigos tienes que ser agradable.

-Si vuelve a molestarte avísame- El de ojos verdes guardó silencio durante unos segundos, como pensando si debía decir lo que iba a decir o no.- ¿Cómo te llamas?- Terminó preguntando.

-Soy Scorpius, Scorpius Malfoy ¿Tú?

-Albus, Albus Potter.

Los niños se quedaron en silencio, un silencio que sacó unas risitas en ambos.

-Tus ojos son bonitos, me gustan.- Habló el rubio, desviando su mirada del pelirrojo y concentrándola de nuevo en sus piecitos.

-Tú eres bonito.

Soltó el castaño, tapándose la boca con sus manitos al darse cuenta de lo que había dicho, solo logrando con eso hacer sonreír al rubio.

-Entonces, Albus- Aún le era raro pronunciar ese nombre.- ¿Quieres ser mi amigo?

Notó como Albus sonreía, sacándose las manos del rostro,

-Sí, claro.

-

VOY A DEJAR ESTA BASURA ACÁ Y TAL VEZ ALGÚN DÍA LA TERMINE, QUIEN SABE, TAL VEZ NO.

Ah, no sé, quería escribir algo lindo y fluff pero me desinspiré a la mitad, pero tampoco quería dejarlo incompleto y lo dejé acá, ah.

Además es tradición que el capitulo 70 sea un drabble, ah.

Soy una mierda escribiendo, lo sé, ah.

Es una cosita cortita pero mi creatividad no llega a más, gfdj.