Una vida normal: parte 2

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Ya han llegado las vacaciones de verano, no más exámenes ni más tarea ¡bien! .

 Esta mañana me desperté y me levanté de la cama, me dirigí hacía la habitación de mis padres, no estaban, ahora que me acuerdo ayer me mencionaron que iban ha estar fuera bastante tiempo, lo que significa que estarán aproximadamente... unas siete semanas fuera, si, así son mis padres, no espero mucho de ellos. Despues de eso fui tambaleandome hacia la cocina, tenía hambre, miré en el frigorífico y no había nada, inspeccioné toda la cocina y en un cajoncito encontré una nota que tenía escrito "nos hemos llevado un poco de comida para el viaje, que disfrutes tus vacaciones".

-¡¿Cómooo?!- Griré despertando a toda la calle.

 Desesperada y a toda prisa me vestí y salí corriendo a la calle, por lo menos habían dejado algo de dinero y tal vez había una tienda abierta, observé el reloj y desanimada aflojé el paso, pero, en que estoy pensando, son las 3pm dudo que halla alguna tienda abierta .

Comenzó a llover y me senté en un banco, se me escaparon unas lágrimas de soledad, por culpa de mis padres perdí mi niñez, sin embargo, sigo siendo una niña tengo cuerpo de niña y soy infantil, aunque soy una niña no tengo a nadie, yo no iba al parque con mis padres, porque nunca estaban en casa siempre estaban trabajando o de viaje no tenían tiempo para mí, tampoco iba de la mano con ellos ni recibí ninguna muestra de afecto y ...

- Deja de llorar, por favor, no conseguirás nada de ese modo- susurró una voz detrás de mi oreja que me saco de mis pensamientos haciendo que me sobresaltara.

Me levanté y me giré -¿Quién eres?- mencioné asombrada.

- Sólo una humilde servidora- dijo con tono tranquilizador.

- Al fin te encontré, ama-dijo ella, de nuevo con tono tranquilizador.

La reconocí en el momento, era la chica misteriosa y tímida que me persiguió por los pasillos del instituto, pero, ¿cómo me había llamado?.

- ¿Cuál es tú  nombre?- dije aún asombrada.

Se acercó a mi en silencio y me secó las lágrimas con delicadeza.- Mi nombre es Shilem y debo pedirle que me acompañe, ama.- Sonrió y dió un paso hacia mí, ante esta situación yo retrocedí un paso, ella siguió avanzando, eché a correr y ella también, detrás mía.

- ¡Como no, tenía que correr detrás mía!- me dije a mí misma mientras corría como una loca.

Después de correr como si me fuera la vida en ello me metí por un callejón oscuro.

- Parece... que la he... despistado...- mencioné aliviada mientras jadeaba.

- Sonaba como si quisiera secuestrarme, y... ¿porque me llamó "ama"?-dije para mí mientras me encogía para esconderme entre unos muebles abandonados. 

Vi una silueta que caía desde el edificio que estaba contra mi espalda, la silueta aterrizó perfectamente delante de mí, era la chica que me perseguía, por suerte yo estaba entre los muebles y no logró verme -Parece que no está aquí- la chica salió del callejón y torció hacia la derecha.

Quedé petrificada, cuando por fín reaccioné dije - ¡whooow! ¡Qué, susto pensé que me atraparía!- salí de entre los muebles con cuidado para no hacer ruido y cuando estaba segura de que no me seguía fuí hacia la otra salida del callejón.

- Debo tener cuidado si puede saltar de los edificios y no partirse nada, quien sabe que más podrá hacer, dejando eso de lado, ¡ha sido increible!- mencioné un tanto emocionada eso último.

Repentinamente apareció un círculo luminoso con dibujos extraños en los bordes delante de mí, parecía lo suficientemente grande como para pasar sin problemas, dentro del círculo se podía observar lo que parecía un cielo nocturno y alguna que otra nube, ¡¿Que estaba pasando?!

-  ¡Te enconte!-gritó una voz detrás mía.

Di media vuelta y ahí estaba la chica, comenzó a correr hacia mí y no tuve más opción que correr hacia el circulo, salté y lo traspasé, la chica salto también antes de que este se cerrara.

Airen, ¿vivirías allí?Where stories live. Discover now