Cuando Green Bat y El Gallo Loco se encontraron con Duck Avenger no fue en las mejores circunstancias. No tenía ninguna relación con las extrañas creaturas que habían visto atacando al grupo de adolescente, pero tampoco se trataba de algo legal. Green Bat quería creer que Red Bat hacía lo correcto, pero las acciones de Duck Avenger le hacían difícil creer en él.
El olor a panqueques recién preparados fue lo que hizo despertar a José Carioca. Cuando se dirigió al comedor comprobó que había sido el último en despertarse. Donald se encontraba preparando los últimos panqueques mientras que Panchito, Huey, Dewey y Louie desayunaban.
—Toma asiento, la próxima pila de panqueques estará lista en cualquier momento —le dijo Donald.
José tomó asiento en la mesa y comenzó a prepararse un café bastante cargado. No tenía planes para dormir esa noche. Atrapar a Duck Avenger le había tomado más tiempo del planeado y no tenía intenciones de dejar que pasara más tiempo. Ya fuera que pudiera probar su inocencia o que pudiera llevarlo a un tribunal para que respondiera por sus actos.
—Traje más panqueques —comentó Donald mientras colocaba los panqueques en la mesa.
José se apresuró en tomar uno. Los panqueques que su amigo solía hacer eran de sus favoritos. Donald no tuvo oportunidad de hacerlo pues alguien tocó a la puerta. Fue Huey el que abrió, pero Scrooge McDuck, el pato que acababa de llegar, no le permitió terminar su desayuno.
—¿Qué haces aquí, sobrino inútil? En la bóveda hay tres acres cúbicos de monedas esperando ser pulidos.
—Iré en cuanto termine de desayunar —respondió Donald.
Scrooge tomó la pila de panqueques de Donald y la colocó en su sombrero. Luego tomó la mano de su sobrino y se lo llevó a rastras de ese lugar. Pese a que José veía a Donald pocas veces sabía que ese tipo de escenarios eran frecuentes entre él y su tío. Recordaba que cuando eran adolescentes y tenían una banda solía hacer lo mismo. Scrooge McDuck siempre tenía una tarea o una aventura para su sobrino.
Continuó desayunando con tranquilidad. Los trillizos también lo hicieron y cuando terminaron, se excusaron diciendo que debían ir a la escuela. José y Panchito decidieron lavar los platos y continuar con su investigación. Salieron de la casa e interrogaron a muchos de los habitantes de Duckburg, todo en nombre del periodismo. Las respuestas que obtuvieron fueron muy variadas.
—Es un criminal ¿Qué más necesitan saber?
—No estoy a favor de Duck Avenger, pero debo admitir que Rockerduck lo tenía bien merecido.
—Los ricos creen que pueden hacer lo que quieren, pues bien, Duck Avenger ha sido el único que les ha puesto un alto.
—Tiemblo de miedo con solo escuchar su nombre.
—Duckburg estaría mucho mejor sin él.
—No sé que hubiera pasado si Duck Avenger no hubiera aparecido. Todavía tengo pesadillas con esas extrañas creaturas.
Después de varias horas recogiendo información, Panchito y José se fueron a un café internet y comenzaron a generar su reporte. Se esforzaron por incluir la mayor cantidad de información en el menor tiempo posible. El PBI esperaba por respuestas y eran pocas las que podían darles. El pato enmascarado no era especialmente activo, pero sí bueno ocultando su rastro por lo que no tenían ninguna pista.
Fue en un periódico que encontraron lo que les pareció la noticia más significante. Scrooge McDuck recibiría esa noche una importante pintura. José Carioca estaba convencido de que, si Duck Avenger era un villano, estaría esa noche en la bóveda del pato más rico intentando robar su más reciente adquisición y él, junto a Panchito, estaría allí para detenerlo.
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El camino del Héroe
FanfictionGreen Bat y El Gallo Loco tenían una misión, atrapar a Duck Avenger. Para la ThreeCaballerosWeek, HeroAU.