Hace tiempo fuimos bastante unidos.
Yo sabía todo de ti y tú sabías todo de mi, éramos solo un par de niños pero es una época que nunca logre borrar de mi cabeza.
Hoy nuevamente te cruzaste en mi camino, después de tanto al fin te vuelvo a ver y mi...
"Aquel avión en mis manos perdió su forma al ser desechó por mí, despliegue el papel y me permití leer su contenido -tenía siete años y esa carta era como un juguete nuevo para mí- era una letra bella y el color del papel también.
"Me alegro cada vez que recibo algo de ti, muchas gracias por venir cada día y permitirme reír un poco. Tal vez mis días serían aburridos sin ti.
A tú pregunta: sí, me gusta escribir. Suelo leer mucho por petición de mi padre pero no me desagrada, eso me motiva a crear mis propias historias. Tal vez algún día te deje leer alguna.
Y a ti, ¿que te gusta?"
El avión volvió a mis manos y lo deposite en una pequeña caja de cartón dónde guardo mis objetos más preciados. Tomé una hoja y comencé a escribir mi respuesta que sería entregada al siguiente día."
. . .
Despertó de su letargo cuándo un cliente entraba en busca de una pieza de pan al hace sonar la campanilla de la tienda. Respiró profundamente ante el aburrimiento que le acongojaba desde aquella tarde ya que cada día a la misma hora debía atender el lugar y no es que le molestara, que descansarán sus padres le alegraba, solo que siempre recibía invitaciones de Alya que debía rechazar. Desde que volvió rara vez salía con sus amigos.
一 Son seis con cincuenta.一 le sonrió a la persona frente a ella y la vio salir con una bolsita en sus manos.
La tarde continuó con normalidad y al asomarse la luna su padre tomo su lugar permitiéndole descansar. Miró algo de televisión y cenó antes de ir a su habitación, ella se encontraba cansada ante todo esto pues tenía tantas cosas en que pensar e incluso que hacer que no le quedaba tiempo para ella.
Se encontraba sentada frente a su computador mirando la pantalla brillar con intensidad y trató de pensar en que más debería escribir, una historia fue la tarea que se dejó.
一 Que aburrido.一 dejo de lado eso y comenzó a dibujar, era mala escribiendo pero buena plasmando imágenes en una hoja de papel. Divagando recordó su niñez y lo que solía hacer para pasar el tiempo y aquella hoja en sus manos había tomado la forma de un avión y sonrió.一 ¿Qué habrá sido de aquel niño con el que jugaba?一 se preguntó y nuevamente volvió a escribir.
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La campana había sonado anunciado el inicio de clases logrando espantar a la peli negro pues se había quedado dormida en su asiento -escribió demasiado la noche anterior y no logró dormir bien- soltó un suspiro tomando la compostura, talló sus ojos y miró hacia el frente observando a cada uno de sus compañeros entrar.
