Introducción: Capítulo 1: Oxygen.

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Me hace falta aire. Intento respirar lo mejor que puedo y mi aliento se personifica en Kwon Seo Young. Mi hermana, mi mejor amiga, mi alma gemela. Me lleva algunos años extra, quizá años de más. Colocó sus brazos sobre mis hombros y me sentí mejor en seguida, al tacto. No esperaba mucho de lo que pudiese pasar ese día, después de todo, soy una chica.

Y aquí es donde mis problemas comienzan; Dios me ha dado vida del modo incorrecto desde el punto de vista de la machista población coreana, nací mujer, mi madre dio a luz a una fémina. Tengo 16 años, soy aún demasiado jóven para estar haciendo ésta clase de cosas, pero Seo Young dice: ¿Y qué?

Ella por mi se vestiría de porrista y alzaría sus pompones bien en alto.

Hay un hombre de voz grave y fría que grita "Siguiente" y la piel de mis brazos se eriza.

-Oye, todo estará bien. Entrarás, y de no ser así, me encargaré de que lo hagas de cualquier modo-susurró mi heroína.

Mis ánimos no suben, quizá me hacía falta una de esas barras de chocolate con calorías hasta los cielos para animarme. Hizo un buen intento, pero lo único que sacó de mi fue una muy leve sonrisa.

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Un minuto? ¿Dos? No lo sé, pero escuché nuevamente un "Siguiente" y Seo Young me empujó desde la espalda con ambas manos.

Me vi frente a un espejo en una sala de ensayos verde, frente al espejo había una mesa con los 5 miembros que formaban mi banda favorita; NU'EST. Mis manos comenzaron a temblar y sus rostros reflejaban confusión. Tal vez no era mi cabello largo, mi maquillaje o mis prendas femeninas, era por supuesto, de mi blusa sobresalían mis pechos y no había bulto en mi entrepierna. ¡Soy una mujer!

Había un hombre de más, vestía de negro, su cabello estaba perfectamente peinado y usaba un par de lentes de sol del color de su ropa. ¿Se le ha perdido el sol?

Semanas antes, había estado practicando la coreografía para una de sus canciones principales, se me ocurrió que sería buena idea presentarla ante ellos dado que tenían el conocimiento suficiente sobre ella. Como sea, ahora mi rostro se encontraba rojo y me di cuenta de qué ridícula había sido mi idea.

Alguien tiende al hombre de negro el CD en el que grabé la canción, y él la colocó en el computador. La música comenzó a sonar en toda la habitación y luego de pasar mi mano sobre mi cabello para mandarlo hacia atrás, comencé a cantar.

Al finalizar, me sentí rechazada por sus miradas. Se hablaron entre sí con murmuros y los 5 se pusieron de pie. Es increíble como pude entrar en esta situación.

-Park Eun Joon-dijo el líder.-eres una mujer.

¡Qué bien que se ha dado cuenta!

Asentí con la cabeza, avergonzada, de cierto modo.

-¿Porqué audicionaste?-continuó.

-Porque yo realmente quería... quería dedicarme a algo que amo hacer. Para algunas empresas, soy muy jóven para audicionar, y en otras, he pasado el límite de edad. Pledis no ha tenido problemas conmigo, pero ésta sería mi única oportunidad.

La puerta principal volvió a abrirse y el grupo de chicos que se prepararían para audicionar aplaudían eufóricamente, con Seo Young al centro de todos ellos. Ella me sonrió y yo le sonreí de regreso. Algunos gritaban mi nombre y levantaban sus brazos.

El hombre de negro gritó y la sala se llenó de silencio.

-¿Entonces?-cuestionó.

-Ella se queda-dijo el más jóven, mis latidos se aceleraron al escuchar su voz.

Los demás adaptaron una posición más cómoda aún de pie y asintieron al unísono.

Los aplausos volvieron a aparecer y mi rostro se volvió rojo. Seo Young se acercó a mi y me enredó en un cálido abrazo. El hombre de negro solicitó que todos se retiraran, y los demás jóvenes se fueron, junto a Seo Young.

Cada uno me saludó con un apretón de manos, diciéndo sus nombres reales al presentarse. Me presenté dando una ligera venia mientras sostenía sus manos con ambas mías.

-Park Eun Joon-me llamó el de lentes de sol.

Los 5 guardaron silencio e hicieron una fila horizontal, de mayor a menor, izquierda a derecha, respectivamente.

-Hablemos.

-Joon Ki-llamó Baek Ho.

-Calla-respondió.

Avanzó hasta una segunda puerta, donde, tarde me enteré era un oscuro armario. Pudo haber escogido un lugar más agradable para una conversación sobre mi nueva vida.

-Tienes suerte-dijo.

No me dejó responder cuando continuó.

-Probablemente les emociona el hecho de que conocerán una mujer y podrán experimentar todo eso que un joven de 18 años experimenta. Pero escucha, que no eres mas que un miembro con algo de carne de más y algo de carne de menos-sé a lo que se refiere. Bastardo machista.

Pasé saliva, apreté el mentón con temor.

-No quiero que toques a mis chicos, ¿Entendido?

Asentí con la cabeza repetidas veces intimidada.

Salió del armario, y cuando su rostro fue iluminado un poco más por la luz principal, pude ver algunas marcas de edad, por el contorno de su mentón y parte de su cuello. ¿Estrés o edad? Edad. ¿Cuántos tendrá? Radio; 30 a 40.

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