Capítulo 6: fantástico bebé

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—Hola, YoonGi— JiMin sonrió mientras se aproximaba al mayor, cabello castaño revoloteando y danzando por la tarde airosa. YoonGi sonrió de vuelta, apreciaba la feliz y alegre personalidad de JiMin; era definitivamente diferente comparado a su usual vida aburrida. Saludó a la misma que inhalaba más de su cigarro, recargado en el lado de la puerta del conductor, exhalando mientras JiMin llegaba hasta el rubio. El chico se paro frente a YoonGi, un cárdigan café claro revistiendo sus brazos cruzados en una manera molesta, una mala mirada en su rostro. YoonGi miró hacia abajo ligeramente encontrando los ojos de JiMin mientras inhalaba de nuevo —¿Qué?— preguntó con un tono confundido mientras sus oscuras cejas se tejían juntas.

El enojo de JiMin solo se profundizó, sus ojos volviéndose suaves y decepcionados mientras miraba fijamente al cigarro encendido de YoonGi —Oh, eso.— YoonGi murmuró, acabando la colilla antes de tirarla al suelo y aplastarla con su zapato. JiMin solo miraba en shock como YoonGi dejaba el cigarro en el lado de la carretera, poniendo mala cara de nuevo, pero esta vez con sus mejillas abultadas. JiMin rodeó hasta el copiloto, con sus brazos todavía cruzados en un infantil berrinche, luciendo aún más bonito de lo que era antes. Los ojos de YoonGi siguieron al emberrinchado chico todo el trayecto, su cabello de cachorro, su inocencia y su irritación causando mariposas revolotear en su estomago. Tiene preciosas rechonchas mejillas y un humor tan demandante que casi causaba a YoonGi querer disculparse por su horrible hábito.

—¡Es de verdad, muy malo para ti que fumes, YoonGi hyung!— El más joven casi le gritó defensivamente cuando se subió al auto lanzando su mochila al asiento trasero, mirando al mayor que ahora lo miraba fijamente —¿Qué?— preguntó bajito, con miedo de haber ofendido al mayor. YoonGi desvió la mirada lentamente, mirando el cofre por un minuto. —Me llamaste hyung, es todo— pensó por un segundo —Bueno, creo que es correcto. Vamos a trabajar juntos por un tiempo de todas maneras— sonrió, esperando que eso satisficiese a JiMin por el tiempo dado. JiMin asintió, sonrojándose horriblemente por la vergüenza, solo llegó naturalmente para él, también tiene un hermano mayor, tal vez solo sintió familiaridad con YoonGi pues su hermano también solía fumar. 

Mientras YoonGi estacionaba en el lugar de su departamento, JiMin miró el edificio, le sorprendía que YoonGi costeara vivir ahí. Los dos entraron por el elevador y JiMin se giró hacia el mayor —Hyung ¿como puedes pagar un lugar así? parece casi imposible. Es muy lindo aquí, ¿como un estudiante puede pagarlo?— Preguntó con sorpresa, la cual hizo a YoonGi sonreír. A la misma que las puertas del elevador se abrían en el quinto piso, los dos salieron por el pasillo —Bueno, siempre desde mi primer año las personas me pagan para fotografiarlos en bailes o bodas, cosas así— YoonGi metió la llame en la puerta de su departamento y la abrió revelando un amplio departamento con ventanas enormes —No es nada extremo pero es cómodo— JiMin caminó detrás del rubio y sonrió a los rayos del sol entrando por las altas cortinas color crema.

—Bueno, es de verdad hermoso— JiMin rió, mirando los altos techos, dejando caer su mochila en el sillón y caminando a las puertas de estilo francés que abrían paso a un largo balcón cubierto con varias plantas y flores.

YoonGi miró al joven chico con maravilla y observaba sus expresiones faciales y también su lenguaje corporal; era tan diferente de cualquier modelo que haya tenido antes, pero aun tenía algo tan encantador acerca de él que YoonGi no podía pensar en alguien más cautivador o entrañable que él. JiMin era un poco más gordito en los muslos que la mayoría de los modelos y tenía una pequeña cintura que YoonGi podría admirar todo el día, pero tenía una suave, genuina pureza en sus facciones que trababan el aliento de YoonGi en su garganta. Estaba sorprendido de que no se hubiera trabado en sus palabras hasta ahora. JiMin volteó hacia el mayor con emoción en sus ojos —¿Puedo ir ahí?— preguntó tiernamente, ojos bien abiertos. YoonGi asintió y sonrió con pena, sus encías superiores presentándose a si mismas. —Voy a traer una botana y tomar mi cámara— YoonGi informó, rascando su cabeza, cabello rubio fluyendo entre sus dedos. JiMin solo sonrío y salió por el balcón, acompañando a las plantas y oliendo todas las coloridas flores, absorbiendo la luz del sol. 

YoonGi invitó a JiMin para saber como JiMin actuaba frente a la cámara y trabajar en cualquier detalle necesario antes de empezar con la cosa real. El mayor caminó a la cocina, encendiendo las luces y quitando su chaqueta negra, revelando su tostada camisa de botones con patrón de hojas, las mangas colgando flojamente sobre sus codos. Tomó un toronja del plato de la esquina y comenzó a cortar la fruta en rebanadas después de lavar la capa exterior, limpiando todo el polvo y suciedad. Mientras ponía las rebanadas en un plato de cristal, el rubio puso una olla con agua en la estufa, esperando a que hirviera sacó una cajita de moras azules del refrigerador y lavó algunas, poniéndolas dentro del plato con la toronja fresca. Una vez que terminó la botana, tomó un taza alta de café y le puso una bolsita de té de manzanilla-lavanda, pronto agregando el agua caliente a la taza, dejando que se filtre por el té por unos segundos luego poniendo el plato y la taza en una tabla de madera y con su cámara alrededor de su cuello, llevando la saludable botana al chico que parece se volvió más bonito en los pocos minutos que YoonGi estaba lejos.

El joven estaba en medio de una plática con una planta carnosa que YoonGi dejo afuera para que tomara sol. YoonGi sonrió, bajó la bandeja en la mesa de madera, carraspeando para obtener la atención del otro. Cuando JiMin notó que el rubio estaba esperando por él se levantó y caminó a la silla frente a YoonGi que ahora estaba sentado. YoonGi notó la sonrisa de JiMin cuando vio la botana que preparó para él, susurrando un tímido —Gracias— al sentarse, se quitó el cardigan, enseñando la pequeña camiseta blanca que traía debajo complementado con unos cortos pantalones color beige y un cinturón de la misma tela. Yoongi no notó hasta que miró hacia abajo que JiMin se quitó sus sandalias de plataforma, sonriendo a lo cómodo que el joven chico se había puesto. Todos hacían eso al entrar al departamento de YoonGi. 

YoonGi encendió su cámara a la misma que JiMin soplaba a su té —JiMin— dijo YoonGi, sosteniendo el visor en su ojo, picando el botón tan pronto como JiMin lo miró, tomando unas cuantas fotos luego de eso, y continuando a hablar —Estoy seguro que eres consciente que este proyecto va a tomar bastante de nuestro tiempo estos dos semestres...— Explicó, tomando más fotos mientras que JiMin bebía de su té y miraba por encima de su hombro un bonche de flores morada en la mesita a lado de la silla. JiMin asintió —Así que sabes y reconoces el hecho de que no tendrás mucho tiempo libre, ¿cierto?solo quiero asegurarme de que sepas en que te estás metiendo, no habrá tiempo de citas y cosas así. Incluso puedo pagarte si quieres, parece algo demandante y para no sacar nada de esto es injusto ahora que lo pienso— el mayor habló mientras seguía picando su botón, capturando a JiMin en su gloria natural, tomando ese sol, reflejos dorados prácticamente goteando de su piel de miel, enfocando sus lentes en él. 

—Entiendo, hyung— JiMin dijo calmadamente, pelando un pedazo de toronja con su pulgar, comiendo el agridulce cítrico mientras miraba inocentemente a la cámara de Yoongi —No tienes que pagarme, creo que ambos podemos sacar algo bueno sin involucrar dinero— el castaño chico sonrió —Y no tengo novio, así que no te preocupes de ocuparme mucho— JiMin rió con inocencia, sin darse cuenta de que se abrió al hombre que acaba de conocer, YoonGi tomó unas cuantas fotos más, pero mantuvo la cámara en su rostro por unos minutos debido al escarlata creciendo en sus pálidas facciones. Park JiMin era tan puro que no sabía lo mucho que el mayor lo adoraba. 

Musa | Traducción YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora