El Adiós

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June está acostada en su cama hablando con su hermano Feyker que se encuentra recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados. Hablar con él era lo único que la distraía de todos los problemas que estaban pasando, su manada estaba dividida y de momento no había nada que pudiera hacer, aunque haberlo recuperado después de creerlo muerto durante muchos años la hacía sentir inmensamente feliz. Sin embargo ella lo nota más serio que de costumbre, así que decide preguntarle sobre ello.

June: Sucede algo?-Dice al tiempo que alza una ceja.

Feyker: June, sabes...¿Sabes que tengo que irme no?

June se levanta rápidamente de la cama.

June: ¡¿Que?! ¡¿Irte?! Pero si acabo de recuperarte, no puedes irte ahora! Además...¿Por cuanto tiempo sería?

Feyker: No lo sé, tal vez por un par de años.

June: ¡¿Años?!

Feyker: Yo... -dice al tiempo que se rasca la nuca- Tengo que arreglar algunos problemas, no quiero involucrarte ni que te pase nada malo, además ahora tienes gente que depende de ti y yo en este momento no soy más que una carga.

June: ¿Una carga? Eres mi hermano Fey ¡¿Cómo puedes decir algo así?! Ahora eres parte de la manada, mi responsabilidad y yo... -Feyker la interrumpe-.

Feyker: ¿Parte de la manada? ¡Por favor June no seas ingenua, ellos me odian! Sólo me toleran por que tú eres la lider.

June: ¡Eso no me importa! Eres mi hermano ¿O acaso ya olvidaste que cuando éramos cachorros siempre estábamos juntos? Déjame protegerte, soy más fuerte ahora y... -la interrumpe de nuevo-.

Feyker: Ya no soy ese cachorro que conociste...¡¿Qué no ves que intento protegerte tonta?! No quiero perderte de nuevo ¡¿Olvidas que fui yo quien te salvo la vida?!

June se queda callada al tiempo que las lágrimas comienzan a caer por sus mejillas. No, claro que no lo había olvidado, ¿Cómo podría hacerlo? Aquella vez en la que él se arriesgo por ella y a cambio perdió la vida, o eso había creido, después de todo ¿Quién sobreviviría al disparo de una cazador?. Nunca había visto a su hermano de tal modo, aunque no llevaban mucho de haberse reencontrado, ella recuerda que cuando eran cachorros, antes del accidente, siempre estaban juntos y alegres, le extrañaba y le dolía mucho aquella actitud nueva en él. ¿Acaso sería culpa suya? Este último pensamiento le partió el corazón.

Feyker: Yo...Tengo que irme -se voltea de espaldas- Cuidate ¿Quieres?.

Tras decir esto sale inmediatamente de la habitación.

June: ¡Fey! ¡¡¡Espera!!!

Intenta seguirlo pero el maestro aparece en su puerta y la detiene.

Maestro Black: Déjalo ir, él tiene que hacer un viaje en el cual tú no puedes ayudarlo. Además es lo mejor, al menos hasta que las cosas se calmen.

June: -llorando- Pero es mi hermano.

Maestro Black: Lo sé, pero no puedes derrumbarte, tu manada te necesita fuerte ahora más que nunca, anda ¿Por qué no descansas un poco? Mañana tienen que hacer una misión muy importante.

June: -suspira- Esta bien.

June cierra la puerta de su cuarto y se tumba en su cama aún llorando, las cosas últimamente eran un caos. No bastaba con el peligro inminente al que se enfrentaban día con día en su manada, la reciente disputa en cuanto a Rapthalia, el shock de encontrar a su hermano y enterarse de todos los hechos, ahora a esto se aunaba la partida del mismo.

Ella sabía que tenía que ser fuerte, eran tiempos difíciles y su manada tenía una lucha constante contra el mal, no podía derrumbarse justo ahora por mucho que quisiera o por muy duras que estuvieran las cosas, sus principios simplemente no se lo permitían, al fin y al cabo era una guerrera.

A la mañana siguiente amaneció con unas ojeras enormes, pero totalmente decidida a cumplir con la misión que el maestro decidiera encomendarles, no podía fallar.
Pues no sólo le estaría fallando a él o a su manada, si no también a Gaia y esto no se lo podía permitir.

Pero me he adelantado mucho, antes debo explicarles el por qué de todo esto.

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Los Guerreros De GaiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora