3. Pigofilia - Verkwan

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ADVERTENCIA: TEMA SENSIBLE, recuerden que en el preludio se advierte de conductas depravadas y/o corruptas, por favor, leer con discreción.
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" Pigofilia/Pigotripsis : Atracción por el contacto con las nalgas "

8:05 p.m.

Daba gracias a Dios el haber alcanzado el tren, aunque este estuviera repleto por ser hora punta, casi no se podía respirar ahí adentro, todos los pasajeros iban apretados como sardinas en una lata y Seungkwan con las justas se podía sostener de la barandilla

No le quedaba de otra era eso o comerse el sermón de su madre por no llegar a la hora que ella establecía, era el único adolescente de diecisiete años que aún tenía horario de llegada, que injusto

El tren iba más movido de lo normal y en un movimiento brusco se fue para atrás pegando su espalda con el pecho de alguien más - lo siento - apresuró a disculparse mirando sobre su hombro

- Descuida - el chico rubio detrás de él con expresión neutra pero con bellas facciones parecía no haberle importado el asunto, " Es realmente guapo ", pensó para sí mismo

Mientras que Seungkwan andaba en la luna por su cara bonita, para Hansol Vernon era otra historia, para este joven de aspecto impasible el ir en un tren repleto de personas era un juego divertido, para el era salir a buscar lindos, redondos y firmes traseros en los cuales frotarse, si, el era un pervertido de primer nivel, pero mientras nadie lo descubriera pensaba que estaría bien

Y ya tenia a su próxima víctima, en Corea es muy difícil encontrar traseros como el del pelirrojo frente a él, tenía el tamaño perfecto, bien formado y desde su punto de vista natural, solo hacia falta comprobarlo, aprovecho el poco espacio entre ellos para acercarse lo más que pudo dejando su pelvis reposar en las nalgas, el chico dio un respingón al contacto, así que se disculpo fingiendo ser un accidente pero aun así no se movió de su lugar

El color rojo de su cabello se estaba trasladando a sus mejillas regordetas, Vernon podía ver su sonrojo por debajo de los mechones que caían graciosamente, le pareció adorable, el chico era lindo pero su trasero lo era aún más, fingió acercarse para sostenerse de la barandilla, pegando aún más su cuerpo y dejando al pelirrojo acorralado por su brazo izquierdo, estaba tan cerca que podía oler el delicioso aroma a naranja del cabello, normalmente ahí terminaría su juego pero ese chico parecía una presa mayor, no se quejaba de el estando tan cerca así que correría el riesgo, miro a los lados asegurándose de que nadie le prestará atención y comenzó a frotar su miembro entre las nalgas

Daba gracias internamente al pelirrojo por su disponibilidad, este también parecía disfrutarlo, sus movimientos eran lentos y discretos, su rostro se acercó mas hasta quedar a pocos centímetros del rostro avergonzado, este estaba rojo hasta las orejas y mordía su labio inferior, lo miro de reojo y Vernon le dio una bonita sonrisa la cual bastó para derretir al chico entre sus brazos ya que este golpeó sus nalgas hacia atrás tapando su rostro con su mano libre

Vernon creyó que era un regalo divino, o uno enviado desde el mismísimo infierno, no le importaba aquel detalle, lo que realmente importaba en ese momento era que había dado no sólo con el trasero correcto, si no también con la persona correcta porque esta estaba más que dispuesta a seguirle el juego y no desaprovecharía una oportunidad como esa, se relamió los labios ante la sensación de su miembro despertando entre las nalgas y pensó en cual seria su siguiente jugada

Su estación estaba a unos minutos y esa podría ser su oportunidad para llevarse al chico de ese lugar a uno con menos espectadores, la pregunta era ¿este estaría realmente dispuesto?, no perdía nada intentado, bajo su mano libre hasta la cintura de este y lo presionó contra su pecho, cuando las puertas detrás suyo se abrieron se acercó a susurrarle un " ven conmigo " y lo dejo para salir del vagón, por un momento creyó que este no lo seguiría pero unas manos temblorosas se aferraron a la manga de su chaqueta de mezclilla

Filias y Parafilias - SEVENTEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora