Aún no recuerdo con exactitud como pasó todo aquel día.
No recuerdo el tiempo que hacía, ni si tenía clases o no, o si había ido andando o si me había llevado en coche mi tío.
Pienso que mi mente sabiamente decidió olvidarse ello para desprenderse de un pedazo de la tristeza que me causaba recordar todo desde el minuto uno.
Lo que sí recuerdo con exactitud y claridad, como si me acabara de pasar, son sus ojos. Sí, aquellos ojos de color azul intenso, jamás en mi vida había visto unos ojos tan bonitos reflejarse en los míos.
Cada vez que lo recuerdo pienso:
"Maldita sea si hasta se me puso la piel de gallina"
Ridículo.
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Vindicta: Victoria En El Mal
General FictionEl deseo ardiente que nace de las entrañas de uno mismo. Sale para recordarnos como somos en realidad y nos muestra nuestras ambiciones más oscuras. Ese placer que inunda todos nuestros sentidos y que seduce todos los rincones de nuestra mente. Y v...