{9} Aula 156

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Al terminar el día llegue a casa, mis padres me estaban esperando en la sala notablemente molestos.

-Siéntate David - Me pidió mi padre en un tono tranquilo.

- ¿Qué pasa padre? - Le pregunte mientras me sentaba como me había pedido.

- Sabes bien que pasa David, esta mañana te comportaste terrible conmigo y por la tarde recibí una llamada- miré esta vez a mi madre extrañado, pero tras unos segundos lo deduje - Era de la escuela, dijeron que tú profesor de literatura te envió junto con una alumna a detención - Magnifico les dijeron a nuestros padres sobre detención, ahora me castigaran y no tendré permisos de nada.

- ¿Qué fue lo que hiciste David? - Demando una respuesta mi padre tratando de mantener la calma ante la situación.

Medite unos minutos mi respuesta y me convencí de que lo mejor era no decir nada sobre Ruby.

-Estaba molestando a la chica de al lado-Dije restándole importancia - Ella me grito que dejara de molestarla y le grite también-

-No te enseñe a comportarte de tal manera, mucho menos con una dama-La voz de mi padre me transmitía decepción y a pesar de saber que era mentira sentí como una parte escondida en el fondo se destrozaba ante aquellas palabras.

- Estaba molesto y me desquite con la primera persona que vi, ella no tuvo nada que ver- Continúe.

- Entrégame las llaves de tu auto, te iras en autobús y no tienes ninguna clase de permiso hasta que enmiendes lo que hiciste- Sentencio mi padre.

-Pero no es jus...-

-No quiero escuchar nada más sube a tu habitación ahora- Mire a mi madre esperando que hiciera algo al respecto, pero se limitó a evitar mi mirada, claro que no me ayudaría fui un cretino con ella y a pesar de que ella tenia que ver en que estuviera enojado, no tenia derecho a tratarla así.

Caminé dispuesto a acatar las órdenes del imponente hombre al que había decepcionado y comencé a subir las escaleras - David - Me detuvo mi madre - Quiero que invites a esa chica y a sus padres el fin de semana a merendar, les debemos una disculpa -

- ¿Quieres que yo qué? - La mire incrédulo.

-Ya me escuchaste, ahora sube-

Como pretendía que invitara a Ruby, como pretendía que invitara a su familia pera disculparme por algo que no había hecho, me recordarían como el idiota que molesto a su hija y siempre me tendrían en un mal concepto.

Llegue a mi habitación y note que la luz estaba encendida por la rendija de la puerta, al abrirla encontré a mi hermana recostada despreocupadamente sobre mi cama con sus auriculares puestos y concentrada en una revista, me senté a su lado y solo entonces ella noto que estaba ahí.

- ¿Te quitaron las llaves de tú auto no es verdad? - Pregunto ella al tiempo que dejaba la revista a un lado junto con sus audífonos y se incorporaba para darme más espacio

- No esperes que me asombre por tu habilidad para predecir las cosas, era de esperarse -

- Cómo sea, ¿Qué hiciste esta vez? dime que Esteban no te convenció de molestar a las porristas otra vez - Me miro divertida - no espera, ¿volvieron a mezclar sustancias en laboratorio, o se pelearon nuevamente con la pandilla de Aaron? -

- Muy graciosa Mady ¿estas aquí solo para burlarte acaso? -

- Tranquilízate hermanito solo quiero pasar tiempo contigo - Respondió fingiendo inocencia.

- ¿Qué fue lo que hice para merecer la presencia de Madeline Ré Acker en mi habitación? - Ironice.

- ¿Cómo te va con Carmen? - Cuestiono con interés.

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