Los momentos terminan, pero viven en nuestra memoria eternamente y yo, recordaría la noche de ayer por el resto de mi vida. Sus ojos verdes mirando los míos como si confiara en mi sin importar nada y su risa apagando los ecos de la ciudad y reduciendo el mundo a nada. Ella me entrego su corazón y yo le regale el mío esperando que lo aceptara.
Podíamos por primera vez ser una de esas parejas cuyo amor causa la admiración de otros, pero esa noche, nos bastó con amarnos en secreto y ser egoísta de al guárdalo solo para nosotros.
La vida no consta de vivir entre sueños, aunque en ocasiones nos permite vivir unos cuantos y en otras decide dejarnos caer abruptamente en la realidad.
La noche en el lago fue un sueño de esos que te es imposible aceptar que están pasando, pero hoy debería enfrentarme a la realidad.
Lo primero que vi al entrar en el salón de clases fue a Ruby, manteniendo en su rostro esa sonrisa descarada que cautiva a quien la miré; pero no era para mí, sino para otro.
Me mataba saber que no podía molestarme con ella por sonreírle a alguien como si no se tratase para mí, del crimen más atroz que pudiera cometer.
De todas las personas existentes en el mundo, no podía comprender ¿Por qué decidió sonreírle a él? Era como si Esteban con su más simple comentario consiguiera la sonrisa de la chica que quisiera.
Busque apresurado una banca alejada en la cual poder pasar desapercibido, pero en mi desespero y sin poder evitarlo, termine tropezando con la pata una mesa, logrando así no solo quedar en ridículo, sino también que ambos se percataran de mi presencia.
- ¡Hey! idiota tu lugar es por aquí - Grito Esteban.
-No, yo uhm – mire a mi alrededor buscando cualquier posible salvación y encontrándola en un lugar vacío junto a Brat – Me sentare con Brat-
- No te pregunte donde deseabas posar tu pequeña existencia, dije que tu lugar está aquí – Sabia como me miraba el resto de los presentes. Por mi cuenta era David, el chico divertido he inteligente de la clase al que las chicas miran como es común en un miembro del equipo, pero junto a él, era solo el tipo que siempre estaba junto a Esteban y que nadie nota o por quien todos sienten lastima al no ser capaz de contradecirlo – Muévete hay alguien a quien quiero presentarte -
Me plantee dejarlo ahí y tomar el lugar junto a Brat, pero había una fuerza mayor a cualquier resistencia que pudiera poner que me termino arrastrando hasta ellos. Era tal vez que tenía miedo a enfrentarlo, o que aun cuando no habría de admitirlo nunca, la curiosidad de descubrir si Ruby seria capaz de fingir no sentir nada por mí, como acordamos, me estaba matando.
La clase dio inicio con el sr. Harrison ordenando formar equipos de 4 integrantes, una razón más por la que deseaba haberme quedado en casa.
-Ruby has el trabajo conmigo- Le sugirió el moreno, no sabía si era solo el hecho de que me molestaba que le dirigiese la palabra, pero a mí me sonó más como una orden. Por el casi imperceptible gesto de disgusto en el rostro de la pelirroja, deduje que no era un delirio a causa de mis celos.
- Claro- respondió tratando de restarle importancia- Él también podría unirse- Me señalo.
-David, llámame, David- Le respondí siguiendo la corriente.
-Ruby Clifford, te he visto en clase de historia- Me tendió su mano que con dificultad me atreví a tomar, fue apenas unos segundos en los que nuestras manos se rozaron, pero en ese momento cada roce por mínimo que fuera parecía quemar.
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Fleeting
Teen FictionRuby Clifford llego a mi vida como una tempestad, provocó caos a su paso hasta hacerme perder la cordura. Fue la chispa que encendió la emoción en mi y acabó con la monotonía de mi existencia. Ella y sus brillantes ojos esmeralda se colaron bajó mi...