Del Cerro de La Silla, pendeja!

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-No entiendo porque me tuvieron que mandar a este pueblucho pitero. O sea, si entiendo que Corona quiere que exista un Community cerca de cada uno de los equipos que patrocinan y eso pero ¿porque a mí me toco Nuevo Toledo?- le pregunté molesta a mi jefe antes de tomar el avión que me llevaría a mi nuevo lugar de Residencia.

-Tú no entrabas en ese plan, pero Los Cuervos y Corona llegaron a un acuerdo de última hora, y pues eres la que no tenía ningún proyecto pendiente. Ni modo Myrna, a chingarle en Nuevo Toledo, aparte tu depa está chingón, está en la mejor zona del pueblo. Y no está muy lejos de la CDMX.

-Pues ya que. Lo bueno es que está relacionado con el fútbol, no me aburriré tanto. Te llamo cuando me instale ¿va?

-Cuídate mucho Myr!

[...]

Llegue al aeropuerto de Puebla, que era el más cercano a Nuevo Toledo. Alguien de Los Cuervos iría a recogerme, pero al parecer teníamos que esperar que llegaran otros vuelos donde venían los nuevos jugadores. Fui a comprar un café para matar el tiempo mientras esperaba. No tarde tanto, era un aeropuerto muy tranquilo comparado con el de la CDMX o el de Monterrey. Me puse a buscar algún periódico deportivo para ver más o menos en que pedo me iba a meter por trabajar con los Cuervos y Corona.

Salí de la tienda con los ojos puestos en el periódico, ahora que Los Cuervos regresaban a primera ya no contaban con su estadio en Nuevo Toledo y según el periódico, iban a jugar en Puebla.

-Vaya, que desmadrito de equipo- dije soltando un suspiro, creyéndome sola.

-Ya sé... y pensar que jugaré con ellos- me respondió alguien.

-Aaaah!

-Te asuste? Lo siento, no era mi intención- se disculpó el chico con una sonrisa. Era alto y de frente amplia. Estiro su brazo para presentarse.- Benito Guerrero, pero me dicen Zombie, mucho gusto.

-Myrna Reyna, recién llegada de Monterrey, trabajaré muy de cerca con Los Cuervos y Corona- conteste devolviéndole la sonrisa, parecía un tipo agradable- Entonces eres nuevo jugador de Los Cuervos?

-Si, por fin me contrato un equipo.

-¿Cómo? ¿No habías jugado antes?

-Profesionalmente no, ningún equipo quería contratarme. Tengo un soplo en el corazón.

-Entiendo y ¿si puedes jugar? O sea, ¿un médico te permite eso?

-Si... oye el chico del suéter nos está llamando, supongo que será hora de irnos.

Caminamos hasta donde estaba el chico del suéter, que era asistente del co-presidente (o algo así) de Los Cuervos. Ahí nos enteramos que su nombre era Hugo Sánchez y que aún esperábamos a otro jugador. A Axel Carmenara. Supongo que es hijo de Rodrigo Carmenara, tremendo crack. Pero de Axel no sé nada.

-Tania ¿te puedes apurar por favor?- escuché que un chico le gritaba a otra chica que se estaba quedando atrás. Se escuchaba muy molesto.

- Yo no quería venir, ¿por qué le dijiste a papá que me necesitabas acá?

-Porque no dejo que nadie que no seas tú me tome fotos hermanita, por eso. Además, cualquier excusa es buena para que papá se deshaga de nosotros.

-Por lo menos ayúdame con la mochila de la cámara. No puedo con todo.

- ¡NO!

-¡AXEL!

Vaya circo estaban haciendo los hermanos Carmenara en el aeropuerto, Zombie y yo nos acercamos a ayudar a la chica, pero me tropecé con un charco de agua y terminé soltando mi café que fue a dar en la ropa de Tania.

-Si no me vas a ayudar no me estorbes por favor. - me miro furiosa.

-Lo siento- no tenía ni idea de cómo disculparme y al ver el carácter que tenía, no quise decir más. Por fortuna, Zombie entro a mi rescate.

-Disculpa a mi amiga, te juro que su intención era la de ayudarte y no perjudicarte. ¿Me permites tu mochila?- le dijo con una sonrisa a la cual no puedo negarse y dejo de fruncir el ceño.

-Muchas gracias guapo, supongo que eres un compañero de mi hermano Axel ¿verdad?

-Sí, soy Benito, pero llámame Zombie.

-Mucho gusto. Soy Tania Carmenara, hermana gemela de aquel grosero.

-¡CALLATE TANIA!

Tania se fue platicando con Zombie, así que decidí acercarme con Hugo a ver en que podía ayudar. No tenía ganas de otro incidente así que comencé a subir maletas a la van en la que Hugo nos había ido a recoger.

-Ten mucho cuidado con mi maleta ¿si?- me dijo Axel de una manera muy grosera.

-Entonces ven a ayudarme a acomodarla.

-¿Qué no es ese tu trabajo?

-¿Qué dijiste estúpido?- vaya que los dos hermanitos eran insoportables.

-¡Oye, no le hables así a mi hermano!- grito Tania desde dentro de la camioneta. Exploté por dentro, me subí a la cajuela de la van y aproveché que los gemelos se sentaron juntos para chocar sus cabezas.

-Tarados.

-Ay estúpida, mi cabeza, idiota.- Tania bajo de la van dispuesta a pelear conmigo.- ¿Qué te pasa estúpida pelona? Primero manchas mi ropa y ahora esto, ¿pues tú de que pinche cerro bajaste?

-¡Del de La Silla pendeja!- le solté una cachetada bien dada y ella se soltó a llorar.

-¡AXEEEEEEEEEL!

Axel y Zombie se bajaron de la camioneta y Tania se lanzó contra mí dispuesta a romperme la cara. Zombie me detuvo y Axel se puso en medio de las dos y comenzó a regañar a Tania.

-Eso te pasa por babosa y peleonera, siempre es lo mismo contigo, ya súbete y no quiero que hables en todo el camino, en cuanto a ti...- volteo a verme y en ese momento sentí como el mundo se detuvo por completo. En el instante en que los ojos de Axel y los míos hicieron contacto, sentí que las piernas se me derretían. Y por fin pude notar lo guapo que era, si, se parecía a la tarada de Tania, pero había algo especial en él. Mi cara comenzó a arder. Axel también había quedado en trance, pero al parecer solo era mi percepción.- ya deja a mi hermana en paz.

Subió a la camioneta y comenzó a consolar a su hermana, Zombie y yo nos quedamos unos segundos más afuera, esperando a que mis piernas volvieran a responder.

-¿Te gustó verdad?

-¿Quién? ¿Axel?

-Ni modo que Tania, obviamente no eres lesbiana.

-No, para nada. Baboso grosero.

-Myrna, yo sé de corazones, tengo un soplo. Y Axel hizo un terremoto en el tuyo. Te sostuve para que no te cayeras, te temblaban horrible las piernas.

-Era más de coraje. Nada tengo que ver con alguien como él.

-Si tú lo dices- dijo Zombie mientras rodaba los ojos.

Subimos a la van y me puse los audífonos para tranquilizarme después de lo que había pasado. La verdad no entendía que me había pasado con Axel. O sea, si era muy guapo y todo pero para que me pasara lo que dijo Zombie no. Además nada tengo que hacer con una persona tan grosera y pedante como él. Sin embargo no podía dejar de mirarlo, de cierta manera trataba de entender a los dos hermanos... ¿por qué eran así de groseros?¿Y porque a pesar de tener más de 20 años se cuidan como si fueran niños pequeños?

Aún con los audífonos podía escuchar los sollozos de Tania y a Axel consolándola como si fuera una niña pequeña y tarareándole una canción como para que se durmiera. Había algo muy raro con ellos, pero tampoco podía evitar pensar que esa escena era muy tierna y que moría de ganas de estar en el lugar de Tania y que fuera a mí a la que consolara.

Creo que Zombie tenía razón. Axel vino a hacer un terremoto en mi corazón.

Y todavía preguntas si te quiero...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora