Llegó a casa con la respiración agitada, tenía prisa, mucha prisa. El trabajo de ciencias se había alargado más de la cuenta en casa de Jaehwan, y ahora Hongbin solo tenía treinta minutos para cenar, ducharse y prepararse para la batalla. Tosió al beber el agua que su madre le había servido en un vaso solo por ir tan rápido comiendo, luego la vio rodar los ojos.
- Hijo, respira, los platos no se van a mover.
- Lo sé. – Tragó un trozo de pollo demasiado grande, por suerte bajó sin problema. – Pero es que me están esperando, es viernes.
- Ya, claro... la batalla del universo.
- Hoy es la de las estrellas, mamá. – Y con esta aclaración, al fin terminó la cena.
- Lo que tú digas.
Se sonrieron ante ello, ambos con la misma sonrisa de hoyuelos heredada de su abuelo. Adoraba que, en comparación con otras madres, a ella le pareciera bien que su único hobby fueran los videojuegos, y más concretamente el ahora popular "The Starlight battle". Al ser buen estudiante, y sacar unas notas más que envidiables, la mujer no veía nada mal que su hijo de diecisiete años de divirtiera con ello.
- Estaba todo delicioso.- Cogió la servilleta para limpiarse los restos de salsa de la boca, luego besó a su madre en la mejilla. – Buenas noches.
- No te acuestes muy tarde. – La oyó decir camino a las escaleras. – ¡Que mañana sea fin de semana, no quiere decir que no tengas que madrugar!
Hongbin le respondió gritando desde su cuarto con una afirmación que tal vez hubieran escuchado sus vecinos, pero en esos momentos no le importaba nada. Encendió el ordenador de mesa que tenía en su cuarto a la vez que comenzaba a quitarse la ropa, e hizo que el juego se fuera cargando mientras se metía en la ducha.
No pasaron más de diez minutos cuando ya se encontraba listo del todo, con su ropa de ir por casa, los casos en sus orejas y su avatar con el mejor de los trajes. Las letras doradas y fondo azul marino dieron a Hongbin la bienvenida al mundo virtual, donde el resto de su equipo lo esperaba para comenzar la batalla entre clanes que se organizaba cada viernes por la noche.
Kong, su personaje de armadura dorada, con espadas al nivel superior y poderes únicos, gracias a su largo tiempo de juego, avanzó hasta aquella zona del mapa donde se reuniría con los que podía considerar sus amigos online y compañeros de batalla. A un lado de la pantalla ya se podía leer la conversación entre ellos.
Ravi: ¡Al fin llegas!
Goochi: ¡Sí! Creíamos que ya no venias.
Faby: ¿Estabas con otros, verdad?
Demon: ¡Ya podemos comenzar!
A Hongbin no le daba tiempo responder a las quejas de su equipo de lo rápidas que pasaban, aunque tampoco servía de mucho hacerlo, pues eran más que normales y la relación con ellos era siempre así, divertida, animada y con ganas de pasarlo bien. Por ello, no escribió nada, solo leía con una gran sonrisa en su cara, haciéndolos enrabiar.
Le parecía muy graciosa la desesperación de su hechicero Ravi, tal vez el más poderoso del juego, junto a Goochi que era el miembro más reciente, un avatar en forma de monstruo verde y con un nivel de fuerza digno de su escuadrón; el toque de puntería y gran poder lo daba el personaje de Faby, su querida arquera y mejor amiga en la vida real; y para terminar no podía fallar su mano derecha, Demon y él tenían el mismo tipo de guerrero pero con armas distintas, y se complementaban a la perfección en cada lucha, haciendo de ellos unos de los más conocidos de la plataforma online.
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Online (Hyukbin)
FanfictionKong y Demon tal vez eran los personajes más fuertes en "The Starlight battle", ambos luchaban contra enemigos, y ganaban batallas junto al resto de su equipo. Eran muy buenos amigos, o al menos dentro de ese mundo virtual... pues fuera de él ni si...