4. Perfecto

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Muchas eran las veces en la que Hyuk estaba realmente cansado de no ser él mismo, tal vez las mismas en las que le gritaría a sus supuestos amigos que dejaran de meterse con todo aquel que no fuera como ellos. Pero justo cuando tenía un poco de valor, la cobardía le vencía, y lo único que hacía era reírles la no gracia para simplemente ser uno más.

Hyuk suspiró, solo tenía que aguantar aquello hasta final de curso, luego se iría a la universidad, dejaría todo el contacto con ellos y sería él mismo por fin. Quizás vería a sus nuevos mejores amigos en el campeonato, y se mudaría a Busan sin pensárselo dos veces, lejos de todos y junto a su Kong. Llegó a sonreír un poco ante la idea mientras se apoyaba en la barandilla de la entrada de la biblioteca, había llegado antes de tiempo y seguro que Hongbin no tardaría en hacerlo también.

Muy al contrario de sus amigos, Hyuk estaba encantado de hacer el trabajo con él, pues tal vez gracias a su ayuda aprobaría, y de allí que su meta de llegar a la universidad fuera cierta. Si salía bien, en un par de semanas todo sería perfecto: buenas notas, nuevos amigos y Kong en su lista de contactos del teléfono para futuras citas. Bien, sabía que este último punto era más complicado, pero las citas entre buenos amigos también existían.

Desbloqueó el teléfono para mirar la hora, aún faltaban cinco minutos, así que por mero aburrimiento Hyuk abrió uno de sus juegos. Llevaba encajado en esa pantalla varios días, ya que no lograba que el muñeco azul saltara sobre una plataforma sin que el fuego le tocara y muriera en el acto. De nuevo lo intentó y otra vez la pantalla le informaba del típico Game over, desesperado, muchas veces quiso hasta querer desinstalarlo, aunque luego recordó que fue su madre quien le prestó el dinero para comprarlo en su día.

- Debes coger carrerilla. – La voz a su lado lo sobresaltó de tal forma que su teléfono casi cayó. Miró al propietario de la voz con el corazón a mil, no estaba acostumbrado a jugar con gente alrededor, por eso estaba tan centrado en la pantalla que no escuchó a Hongbin.

- ¿Qué? – Logró preguntar.

- Haz que corra desde más atrás, y aprieta el botón dos veces, de ese modo saltará más alto y no tendrás problemas.

Hyuk carraspeó, pudo intentar ese modo que ni había pensado pero se chocó con la realidad, así que su primera acción fue la de cerrar el juego, mirar para otro lado mientras se guardaba el teléfono en el bolsillo, y disimular lo agradecido que estaba.

- Eh... Claro, se lo diré a mi hermano. – Se colgó la mochila que tenía en el suelo a la vez que pensaba como le había salido tan natural que no era hijo único. – Es un verdadero dolor de cabeza con ese juego, y me lo deja a mí para que se lo pase... - Volvió a toser de manera estúpida para intentar seguir con la mentira. – Y yo no tengo ni idea de esas cosas...

Hongbin lo miró fijamente, como si le captara a la primera que toda la  historia era inventada, pero sabía que era imposible. Llevaba tanto tiempo ocultando al verdadero Hyuk, que ser aquel al que todos admiran en el instituto era pan comido.

- ¿Vamos? Terminemos el trabajo cuanto antes... - Esperó una respuesta por parte de Hongbin, pero supo que se la calló cuando simplemente le afirmó con la cabeza.

Caminaron entre las estanterías de libros hasta una de las mesas vacías, el silencio que había en todo momento era realmente incómodo, e incluso cuando sacaron los apuntes para comenzar, no hablaron más de cuatro palabras. Ambos se repartieron las tareas, haciendo el mayor los cálculos más complicados y Hyuk la búsqueda de información desde uno de los ordenadores más cercanos.

De vez en cuando se le escapaba alguna mirada hacia Hongbin, notando que no estaba nada cómodo haciendo el trabajo con alguien como él, y le daba totalmente la razón. Seguro que preferiría que en el papel donde les tocó juntos, estuviera el nombre de su amiga, o como mucho el de Jaehwan, y no el del chico que era amigo de aquellos que se metían con él. Hubo más de una vez que Hyuk quiso levantarse y disculparse en su nombre, pero de nuevo la cobardía le venció, así que la única manera que encontró de remediar las cosas sin hablar fue la de dar lo mejor de sí mismo con la tarea.

No supo el tiempo que pasó, pero sí que fue el suficiente como para que el atardecer se notara en las ventanas del edificio. Hongbin seguía con la calculadora, y pasando los apuntes a limpio, demasiado concentrado como para darse cuenta de que Hyuk había ido a por un par de refrescos de naranja a la máquina expendedora. Ni siquiera se percató de él cuando los colocó en la mesa, seguía con uno de sus mechones salidos de su sitio y tenía la lengua mínimamente sacada.

No quiso molestarlo mucho más, así que se dedicó a observarlo en silencio, ya que lo único que les quedaba para terminar era juntar ambas partes del trabajo con coherencia, y poner sus nombres en el principio. Hyuk volvió a sentir envidia, era admirable la soltura y la facilidad con la que resolvía los problemas, y además debía añadir la buena apariencia física que gastaba Hongbin, el muy idiota lo tenía todo y encima jugaba a "The Starlight battle" con orgullo.

Hyuk bufó internamente, tenía claro que en su nueva vida universitaria sería como él, y diría con la cabeza bien alta que era un guerrero plateado ganador del campeonato nacional con su equipo. Las imágenes en su cabeza eran perfectas, tanto que incluso llegó a sonreír, imaginándose agarrado de la mano de un chico sin rostro, aunque si su Kong tenía la cara de Hongbin no se iba a quejar en absoluto.

- ¿Hyuk? ¿Estás bien? ¿Has terminado tu parte? - Salió de su ensoñación rápidamente, enfocando al chico que bebía de uno de los refrescos. – Gracias por esto.

Y la tensión que había hacía unos minutos se esfumó de repente, sobre todo cuando observó sus hoyuelos más de cerca, y odiando que le parecieran tan adorables.

- Sí, aquí está. – Habló pareciendo que no tenía otra cosa más en mente que el trabajo de matemáticas. – La impresora de aquí es de muy buena calidad.

- Es cierto. – Dijo mientras leía la información que había logrado en internet. –Creo que hemos hecho un gran trabajo, el aprobado lo tenemos asegurado al menos.

Y algo como esa última frase animó de sobremanera a Hyuk, haciendo que la parte final de la tarea se hiciera más amena, y conociendo algo más la personalidad de su compañero de clase. Definitivamente si su Kong era como Hongbin en todos los aspectos, sería el chico perfecto.

Eran ya las ocho de la noche cuando ambos cerraron sus mochilas, con todo terminado, y listos para presentarlo al día siguiente. Hyuk estaba contento porque no solo tendría una gran nota, sino porque había terminado justo a tiempo para volver a casa y llegar a jugar sin que se le hiciera tarde, ya que esa noche le tocaba una batalla más sencilla pero igual de importante para el entreno.

Ambos caminaron hablando de cosas triviales, hasta que Hongbin se paró al lado de un chico mayor que ellos y que seguía sentado en uno de los ordenadores de la biblioteca. Hyuk reconoció al instante lo que estaba haciendo, pues las letras del videojuego estaban muy claras, luego se apartó para no entrometerse en la conversación que ambos tenían, pues al parecer se conocían demasiado bien.

Aun así, era imposible no escuchar de lo que hablaban, y Hyuk ahora que conocía un poco más a su compañero de clase, estaba más interesado todavía en intentar saber cómo era el avatar de Hongbin. No es que fueran a jugar juntos alguna vez, pero sí tenía curiosidad por si en algún momento se habían encontrado.

Pero Hyuk nunca esperó ese tipo de despedida entre ambos chicos:

- Nos vemos en un rato, Goochi. – Dijo Hongbin.

- No tardes mucho, Kong.

💻💜💻

Omg! Hyukkie ha encontrado a su Kong! ¡¡Tan tan taaan!! xD Vale ya... ¿Que tal? Me hace gracia que esto iba a tener solo 4 caps, y se va a alargar a un par mas creo yo... ya veremos...😅

Besitos!!😘😘

Online (Hyukbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora