CAPITULO 2

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Cuando llegamos a la Villa lo primero que vimos era un lago enorme en el cartel ponía "Prohibido pasar". Llegamos a la casa era muy grande, cogimos las maletas y entramos.

En la primera planta estaba el salón, la cocina, un baño, un cuarto y un jardín, el jardín estaba muy mal cuidado como si en un montón de años no lo hubieran tocado. Subimos arriba y había 3 habitaciones, un baño y una terraza, hacia mucho frío entre en mi cuarto y deshice las maletas, la ventana era antigua y hacia un ruido como en una casa de terror, me empece a reír. La cerré, abrí el armario y puse la ropa. Cuando deshice la maleta fui al baño y deje el cepillo de dientes y el perfume. Baje a la planta de abajo al jardín y plante unas semillas, las regué y saque al perro del coche.

Mi madre me dijo que fuera a dar un paseo con el perro así vería el pueblo.

Fue hacia el lago y se me acercaron unos guardias:

-¡Quieta señorita! ¿No ves que pone prohibido el paso?

-Si señor agente, lo siento no volverá a ocurrir. Pero... ¿Porqué no se puede pasar? Es muy bonito.

-Debes ser nueva ¿no señorita?

-Si señor agente.

-Bueno señorita le contaré lo que ocurrió. Era un día soleado como cualquiera de la Villa Antigua, los niños y los padres jugaban y sonreían, entonces fue cuando una chica llamada Ana apareció ahogada y llena de sangre. Desde ese momento nadie se atreve a pisar el lago y los habitantes del pueblo, les da miedo salir a la calle.

-¡Que miedo! Ana aquella chica ¿que edad tenía? ¿Viven sus padres aquí? ¿Hace cuanto sucedió?

-¡Cuantas preguntas haces señorita! Bien le responderé, Ana tenía 11 años cuando le paso. Sus padres vivían en aquella casa, sucedió hace 20 años.

-Esa de ahí es mi casa, soy Patricia encantada.

-¡Encantado Patricia! Dicen que en tu nueva casa todavía se puede oír los pasos de Ana y que muchas veces pasea por el lago. Son cosas que dicen la gente.

-A vale, gracia señor agente, voy a seguir paseando, adiós.

-Adiós señorita.

Que miedo me dio lo que me dijo el señor agente así que me fui corriendo a la casa, intente abrir la puerta de mi nueva casa pero no se abría. Empuje fuerte, deje la correa del perro en el suelo, volví a empujar, Linda mi perrita se escapó y se fue corriendo hacia el lago. La perseguí y entre en el lago, estaba sucio y sentí una pequeña brisa en el cuello, llame a Linda y vino, la cogí y salí del lago corriendo, cuando salí deje de sentir la brisa en el cuello. Me fui a casa, ya pude abrir la puerta, entre y la puerta se cerró sola, escuche una voz que decía "Fuera de aquí o sufriréis las consecuencias".

¿Entramos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora