Good boy.

Four.

Shoto se encontraba acostado de bolita en su cama.
¿Por qué tuvo que decirle esa estupidez a Kaminari?
El rubio estaba por dejar el tema de lado y el sale con tremenda imbecilidad.

Tenía un problema. Amaba a Katsuki.
Amaba la forma que tenían de llevar su relación y era más que feliz con ello, pero sus compañeros no lo entendían.

Comprendía la preocupación que mostraban con los constantes juegos que mantenían el y Katsuki. Era lógico que se preocuparan, creían que Bakugo tenía una actitud incorrecta con el bicolor y el entendía eso, de verdad que si.

Pero odiaba cuando le hablaban de Bakugo como si el pudiera hacerle daño.

Bakugo jamás le dañaría, estaba seguro de eso.

Pero era algo imposible de explicar a sus compañeros, quienes sólo se preocupaban por ellos.

¿Qué les dirían? ¿Cómo podrían explicarle a sus compañeros la clase de relación que mantenían?.

"Disculpen por preocuparlos chicos, la verdad es que tenemos una relación secreta y los constantes ataques de Bakugo son parte de nuestro juego, jajá."

Era casi imposible, no podían decir algo como eso.

Amaba sus juegos, pero odiaba que Bakugo quedará mal por ello y no sabía que hacer, estaba comenzando a desesperarse.

Shoto mantenía una actitud distante con su entorno, a excepción de los que eran sus amigos, que realmente no era un número muy elevado.

Izuku, Denki, Uraraka y Shinso se podían considerar buenos amigos del bicolor.
Iida y Yaomomo también, pero últimamente no tenía tanta cercanía con ellos.

Podría parecer un chico al que no le interesan mucho los sentimientos de las otras personas, un chico centrado únicamente en el estudio y en su meta de convertirse en héroe.

Si, estaba luchando por convertirse en un gran héroe y tenía buenas calificaciones, sumando su actitud y cara inexpresiva era catalogado como un niño rico perfecto.

Pero estaba lejos de serlo.

Era sentimental con las personas a quienes quería, se preocupaba y culpaba mucho de cosas que no le correspondían y es por ello que sentía que lo que Kaminari pensaba de Bakugo en esos momentos era completamente su culpa.

Era inteligente, debía encontrar una forma de resolver esto.
Pero su mente estaba nublada y la desesperación se mantenía confundiendo sus sentidos.

-Deja de pensar mierda Shoto - Bakugo entró a la habitación y se acostó en la cama detrás de su novio, quien se volteo pasando sus brazos por su espalda y escondiendo su cara en el cuello del rubio.

-Te conozco y puedo imaginarme la mierda que te hablo el Pikachu- El rubio luchaba consigo mismo, con las ganas de ir a explotarle la cara al pendejo eléctrico.

-Esta preocupado por ti, es entendible. Me imagino que te pregunto el por qué ya no peleas conmigo, ¿verdad? -
El bicolor asintió y el rubio rodo sus ojos, consiente de lo que pasaba en la cabeza de su chico ahora.

-Mira, idiota. Se que te sientes culpable de que hablen mierda. Pero necesitas entender que a mi me importa 3 hectáreas de verga lo que los extras digan o piensen de mi. - Enredo sus piernas mientras el otro se escondía aún más en el cuello de su novio.

- Si eso no es suficiente, piensa que está relación es de dos. Y que yo amo esto que tenemos. Esos malditos extras no lo entenderían. Así que déjalos hablar la mierda que se les venga en gana. -