Capítulo 4

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Narra April:

Lo último que escuche salir de los labios de Cameron fue: "Eres mía... Recuérdalo" . Entonces, se fue y yo me quede a recoger un poco el desastre que habíamos causado hace un momento.

Termine y me dirigí hacia mi oficina. Durante el camino, me tropecé con alguien.

- Perdón, estaba distraída. - Hablé mientras recogía los documentos del suelo. Sí, un segundo antes estaban en mis manos.

- Desearía que estuvieras distraída más a menudo. - dijo en voz baja y con una sonrisa coqueta en la cara.

- ¿Perdón? - respondí algo confusa.

- Me llamo Haddid, Haddid McCarthy. - dijo mientras recorría mi cuerpo con su mirada. - Y tu eres... -

- April Hudgens. - Luego de la presentación, seguí mi camino; dejando atrás al idiota que me desnudaba con su mirada.

Terminó mi día. Me dirigía hacia mi nuevo hogar con Michelle y esperaba un taxi.

- Muñeca, ¿que haces aquí? - se detuvo Haddid en un Porche Panamera color gris . - Si quieres te llevo a tu casa.-

- No, gracias. Prefiero esperar un taxi. - estaba algo incomoda y molesta. Este idiota no podía aparecer en mejor momento.

- No seas orgullosa, preciosa. - De verdad que era estúpido. Seguía con esa única sonrisa que salía de él. Admito que era perfecta.

- De acuerdo, pero solo porque va a llover y no quiero arruinar mi cabello. - dije dando la vuelta para para entrar en el auto.

- Como digas, ¿a donde vamos?- preguntó en cuanto cerré la puerta del auto.

- ¿Sabes donde vive Michelle? -

- Sí, ¿porque? - estaba un poco aturdido.

- Hacia allá vamos. -contesté, mirando hacía el frente.

Narrador:

Cameron le sugería mensualmente las mejores modelos de su compañía a Dave Hudgens. Un hombre de unos cuarenta y dos años de edad, piel color miel y ojos cafés oscuros. Hudgens se encontraba sentado en una mesa. Todos los accionistas de su empresa también estaban esperando. Esperaban al hombre que les daría a las mejores modelos del país, para su nuevo catálogo de ropa de diseñador.

- Buenas tardes, caballeros. - saludó el joven muchacho entrando a la sala de reuniones. - Siento mucho haber llegado tarde. Aquí les tengo el catálogo de modelos.- dijo sentándose.

- Sr. Whiterspoon, ya era hora. Soy el dueño de la revista me llamo Dave Hudgens . Le notificaremos que modelos escogeremos y por supuesto queremos a la Srta. Layla McCarthy. -

- Como desee, Sr. Hudgens. -

Narra Cameron:

Entre y enseguida me presente y tome asiento. Al escuchar el nombre del dueño me paralicé. ¿De verdad había dicho "Dave Hudgens"? Tenía que ser Hudgens. Vaya casualidad esta. Nunca había estado el dueño en este tipo de reuniones.
Terminó la reunión y me largué de allí aún con su apellido en mi cabeza.

Narra April:

En dos meses y medio no había tenido el "placer" de conocer a la prometida de Cameron. Al menos eso pensé, hasta que la rubia entro a mi oficina con cara de que iba a matarme.

- ¿April Hudgens? - preguntó la "perfecta modelo de Cameron".

- Sí, soy yo. Tú debes ser Layla, ¿no? - respondí poniéndome de pie.

- Humm... Así que tu eres la que me ha quitado la atención de todos aquí, ¿he? - dijo mientras recorría todo mi ser con su mirada y se daba la vuelta para seguir hablando. - Creo que no he sido muy educada. - ¡Hasta que lo nota! - Me llamo Layla McCarthy, futura esposa de Cameron, para tí, el Sr. Whiterspoon. -

La rubia seguía hablando y cada vez que abría la boca me caía peor. Era tan insoportable y cínica a la vez. Y eso de que yo le había robado la atención de todos, ni siquiera entendí de que hablaba la "modelito" o de quiénes. Algo si tenía seguro, era hermana de el idiota que me desnudo con los ojos hace meses.

- Bueno Srta. Hamilton. -

- Hudgens, Srta. Hudgens. - la interrumpí.

- Sí, como sea. Necesito que recibas las invitaciones de la boda y las mandes a sus respectivos destinos. -dijo la jirafa escapada de Madagascar.

- Por supuesto. Como usted ordene su alteza. - Hice una reverencia como una princesa ante su madre y ella solo frunció el ceño molesta y se largo.

- ¡Inepta secretaria. - La Es escuché decir en voz baja mientras salía.

La muy tonta me había encargado el trabajo de la secretaria. ¿ Qué acaso no entendía que yo solo era la "organizadora de ideas" de su hermoso prometido?

Como deseé decirle que lo había besado en dos ocasiones y que no la quería en lo absoluto. ¡ Me siento tan frustrada! Cameron se casará y en ¿dos semanas? ¡Moriré, lo haré! ¿Como es posible que él se vaya a casar con la jirafa desnutrida de Layla ? ES TAN INSOPORTABLE.

Después de ahogarme en tantas preguntas, decidí no volver a besar a Cameron. Se que suena estúpido pero, debo hacerlo. Además, hace un rato recordé lo que me había dicho Michelle.

"Me tienes que ayudar a evitar esa boda. "

Sí, claro.

La verdad, aunque vivía en el mismo techo con Michelle, nunca volvimos hablar del tema. Ella sólo se encargaba de buscar un vestido para la gran fiesta navideña que hacen en la empresa. Yo no pensaba ir, así que no me preocupaba por eso. Le envié un mensaje de texto a Michelle que decía:

" Necesitamos hablar. Es importante. Te veo en casa."

A lo que ella respondió:

"De acuerdo, te veo en la noche."

Terminé de escribirle y guarde el celular.

Narra Cameron:

Estaba en mi oficina cuando alguien entro y se sentó. La verdad, estaba viendo unos catálogos; así que mi mirada se mantuvo hacía abajo.

- Cuñado, ya llegaron las invitaciones de tu boda. - enseguida supe que era Haddid, el hermano de mi "prometida".

- ¿ Ha si? que bien. -respondí con una sonrisa falsa - ¿Para eso viniste a verme a mi oficina? -

- Honestamente, no. -ya empezó. - Vengo a que me des permiso de llevar a dar un paseo a una de tus empleadas. - dijo sonriéndome.

No podía creerlo. Esto era ridículo.

- Haddid, ¿cuando me has pedido permiso para llevar a la cama a una de mis empleadas o modelos? - sonreí. - Por supuesto que puedes cuñado, ¿de quién se trata? -

- Gracias, es April Hudgens. - respondió mientras se me hacia un nudo en la garganta de coraje - ¡Es hermosa! - terminó el muy mujeriego.

- ¿Qué? - grite furioso -No puedes llevártela, es mía. - dije y enseguida me arrepentí. Acababa de cavar mi propia tumba.

- ¿Disculpa? ¿ Acabas de decir que es tuya? No, no, no, cuñado lo siento. Estoy claro en que no sientes nada por mi hermana realmente pero, de ahí a engañarla... eso no te lo permitiré. Además, April no es un objeto o una más de tus modelos facilonas. Ella es diferente y tú querido Cameron, estas COMPROMETIDO. ¿Tú entiendes eso? Me imagine que te había gustado la chica pero, ya ves como es la vida; unos ganan y otros pierden. ¡Así es la vida hombre! - Estaba muy cerca de mi y me daba unas palmadas en mi espalda. Luego se fue moviendo retirándose para salir de mi oficina. - Nos vemos en la fiesta de navidad Cameron, y deséame suerte con la morena. - terminó y me guiñó el ojo con una sonrisa plantada en su cara de idiota. Sabía que había ganado esta batalla.

Como me había enfurecido mi "cuñadito". ¡Vaya cuñado el que me gasto!
Ahora aparte de estar comprometido con Layla, había otro obstáculo, Haddid. Sé que soy yo el que está mal. Lo comprendo pero, no sé cómo explicar lo que siento.

AE (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora