MADDIE PVO:
Quizás no debía haberla llamado y dejarle el recado a Amber o mandarle un mensaje.
Me lamentaba en mi cabeza mientras esperaba que contestara.
¿Sí?- dice sin ánimos, carraspeo.
Hola, Sam eh... soy yo... Ma...- me interrumpe.
Maddie, hola, que bien escucharte de nuevo- sonrío.
Te llamaba, por qué tengo la respuesta- muerdo mis uñas.
Te escucho.
No iré- se queda en silencio.
¿Disculpa?- dice extrañada.
No quiero ir Sam.
¿Puedo... saber la razón?
No.
Maddie- suspira- ¿No es por mi verdad? Creo que ya somos lo suficientemente maduras para estar varios días juntas.
Sam no es eso... sólo tengo que...- mierda porque hace todo tan difícil- cuidar de mi hermana, es decir, ella va a venir unos días conmigo... ya sabes no puede estar sola.
Tráela, en tu invitación pone tu nombre más un acompañante- cerré los ojos lamentando, no tenía ganas de ir, no quería- No voy a obligarte a nada Maddie, pondré un signo de interrogación junto a tu nombre, espero que sigas teniendo corazón y por el cariño que le tienes a mi hermana vengas- cuelga.
Me sentó como un puñetazo en el estómago, lo de mi hermana era cierto, aunque en parte no quería ir, lanzo el móvil lejos y grito.
Samantha Guzmán, ¿por qué has tenido que encargarte tú de las llamadas?
SAM PVO:
Expulsé el humo de mi cigarrillo y seguí mirando mi móvil, ninguna respuesta de Casandra en mi móvil, decidí llamarla.
Estuve intentándolo como 4 veces pero no lo cogía, estará trabajando. Iba a volver al sofá hasta que escuché como llamaban a mi puerta, abrí sin mirar, mierda.
Nil: Hey idiota, tuve que venir hasta aquí después de que tu hermana me llamase, ¿qué ha pasado?- dice entrando con cervezas.
Os preguntaréis qué está pasando... la respuesta es sencilla, Nil y yo nos hemos convertido en muy buenos amigos, tanto que se pasa todo el día en casa, hasta cuando no estoy yo.
Sam: Ya sabes... lo de siempre, quejas sobre Casandra- abre una cerveza mientras me pasa otra a mi.
Nil: Olvídate de ellos, ¿Qué estás viendo?- dice sentándose en el sofá.
Sam: Un programa de talentos- se ríe.
Nil: Qué rarita eres... ¿tu novia se va de la isla y te quedas aquí encerrada?- encojo mis hombros- ¡Salgamos, la noche es joven!- grita.
Sam: Mañana tengo que madrugar, tengo que acompañar a mi hermana e ir a la empresa- bufa.
Nil: Aburrido, aburrido, aburrido- se ríe- ¿Dónde quedó la Sam entusiasmada con la vida?
Sam: Esa parte de mí murió cuando Maddie se fue- se levanta del sofá y salimos de casa.
Nil: Aún piensas en ella, dios, ha pasado una eternidad- se ríe- creo que deberías centrarte en Casandra- nos dirigimos al coche.
Sam: Créeme que lo hago, la quiero mucho pero...- me interrumpe.
Nil: Pero no la amas- abre la puerta y yo también- con el tiempo te darás cuenta que es mejor estar solo o bueno, en tu caso con una chica independiente.
Sam: Quizás tengas razón.
Nil: ¿Irá a la boda?- conduce.
Sam: ¿Cuál de las dos?- sonríe.
Nil: Las dos.
Sam: No creo.
Nil: Genial, más para mí- sube el volumen y yo le miro extrañada.
Comenzamos a reír cuando cantamos a la vez, hasta que para en un bar, se baja y yo lo imito.
[...]
A la mañana siguiente desperté en mi cama, como siempre o casi siempre sola, gruñí y me levanté, estiré mi espalda antes de entrar en la ducha, justo cuando salí, escuché el timbre, corrí hasta la puerta y vi a mi hermana.
Vero: ¿Todavía andas así?- me regaña- más te vale darte prisa.
Sam: Pasa- salgo corriendo a la habitación y empiezo a vestirme.
Vero: ¿Cómo llevas lo de los invitados?- se asoma y termino de vestirme.
Sam: Todos han confirmado, excepto Maddie- abre los ojos sorprendida.
Vero: ¿Crees que es p...?- encojo mis hombros- pero... tú dijiste que no tenías problema en que viniese, ¿estás segura de que no tienes ninguna razón para haber sido desagradable con ella?- frunzo el ceño.
Sam: Claro que no, te fui sincera- hablo mientras peino mi cabello.
Vero: ¿Has terminado ya?- asiento- Genial, vamos...- andamos hasta la salida y antes de abrir la puerta me apunta con el dedo- voy a volver a llamarla yo y si me entero que le has hablado o tratado mal te arranco las tetas- protejo mis tetas con mis manos y nos reímos juntas.
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Primavera en Maldea
Roman pour AdolescentsHan pasado casi cinco años desde que Sam volvió a Maldea con el corazón roto. La vida de Sam ha cambiado de forma radical, todo le iba a la perfección, hasta que Maddie decide volver a Maldea por razones personales. Quizás Sam tenía razón... y su h...