Cuando la alarma sonó me levanté automáticamente directo al baño, necesitaba una ducha tibia, el invierno comenzaba a hacerse presente y las clases en el salón eran una tortura por tener el aire acondicionado en lo máximo. Me vestí algo abrigador para prevenir un resfriado y bajé a la cocina. Comúnmente comía fuera, pero esta vez necesitaba un café caliente hecho por mí.
Salí justo a la hora de siempre y fui a la parada de autobús. No había mucha gente así que pude sentarme en las bancas y desenredar mis auriculares, debía comprarme uno sin cables pero estaba ahorrando para mi graduación. Mientras buscaba una canción en mi móvil el bus llegó. Agradeciendo que estaba vacío fui hasta el fondo a sentarme.
Llegar a mi universidad fue lo mismo que siempre. No era notado más que los profesores, mis notas eran excelentes así que solo me concentraba en eso. Al entrar al salón me senté en mi lugar, adelante porque así podía entender mejor la clase, nadie se sentaba a mi lado por lo que siempre usaba ese espacio para poner mi mochila.
Cuando el profesor de Historia llegó, un chico también lo hizo, pero exageradamente, parecía que había corrido una maratón. El profesor lo dejó entrar y pude verlo mejor, no era de fijarme nunca en nadie pero esta vez algo en él llamó mi atención. Comencé a ponerme nervioso cuando se acercó a mi lado.
- puedo sentarme? – me dijo señalando la silla de al lado, miré a todo lado percatándome que había muchos sitios vacíos, las mesas eran para tres
- … - no le respondí pero asentí sacando mi mochila del asiento
- gracias – me dijo algo agitado por la carrera
Las clases de historia terminaron y al fin pude salir al baño, el chico de mi lado me tenía con los nervios de punta porque en todo momento no dejaba de mirar mi cuaderno o a mí, nunca en mi vida me sentí tan observado. Demasiado tarde me di cuenta cuando entré al baño, allí estaban aquellos que les hacen la vida imposible a los demás, muchos se preguntarán si eso también sucedía en la universidad, pues sí.
- oh! Wonu, cómo has estado? – me dijo Seunghyun, era de la facultad de economía
- bien… - le respondí queriendo salir de nuevo, pero uno de sus amigos me bloqueó el paso
- vamos, Wonwoo…qué tienes para mí hoy? – me dijo acercándose mientras sus otros dos amigos salían a cuidar la puerta, siempre hacían eso
- no tengo nada – le dije nervioso, y era verdad, había olvidado mi billetera en casa y solo tenía unos diez mil wons para el pasaje de regreso y comida
- ay por favor, no me mientas! – me dijo alzando la voz mientras me tomaba de cuello de la casaca que llevaba
- n-no traje nada – le dije nervioso, odiaba ponerme débil frente a él
- pensaba ser amable contigo – me dijo cuando en menos de un segundo ya me encontraba en el piso con un golpe en mi labio, sentí el sabor metálico de la sangre
- hola profesor Kim! – escuché decir por afuera, esa voz creí conocerla
- mierda, vámonos – dijo Seunghyun y se fue con los otros chicos, pensé que entraría el profesor pero no, era ese chico que se sentó a mi lado, ahora estando en el piso ese chico era realmente alto
- estás bien? – me dijo ayudando a levantarme
- sí… - le respondí recibiendo su ayuda porque el golpe realmente me había dolido
- soy Kim Mingyu – me dijo dándome la mano
- Jeon Wonwoo – le dije recibiendo su saludo por no ser descortés
- el profesor de Literatura no vino, nos han mandado a nuestras casas – me dijo lavándose las manos y arreglándose el cabello frente al espejo, yo opté por sacudir mi ropa
- entonces debo irme, tengo que trabajar – le dije mirando mi reloj
- yo debo visitar a un amigo, nos vemos mañana – me dijo despeinándome y se fue, me quedé mirando el remolino de mis cabellos en el espejo, y sí, sonriendo como un tonto a pesar del dolor en mi labio
[…]
Fui a trabajar temprano por lo que saldría temprano también. Mi jefe me miró sorprendido cuando me vio llegando temprano, y aún más al verme con una herida en el labio. Pues vino directamente a verme.
- Wonwoo qué te pasó? – me dijo tomándome de las mejillas y mirándome preocupado
- choqué con algo – mentí, ni supe por qué dije eso ya que no tenía coherencia
- sí claro, y yo soy mujer – me dijo mirándome serio
- viéndote por detrás, lo pareces – dijo un chico por detrás, de nuevo esa voz…y sí, era él de nuevo
- Mingyu, quién te crees para decirme eso! Le diré a Seungcheol que no te dé propinas – dijo mi jefe jalándole la oreja aunque para abajo porque ese chico era demasiado alto
- hyung, lo siento…auch! – decía él
- y por qué estás aquí tan temprano, apenas van a ser las once – dijo mi jefe
- por la misma razón que él, salimos temprano…el profesor no vino – dijo Mingyu señalándome
- eso es cierto? Ese niño se escapaba de clases en la secundaria – me dijo mi jefe, yo solo asentí
- hyung! No digas eso…me haces avergonzar – dijo Mingyu abrazando a mi jefe y cubriéndole la boca
- mjasgasjshbfaskh solo espera a que Seungcheol llegue! – dijo mi jefe en cuanto se soltó
- hyung, puedo quedarme en tu casa? – dijo Mingyu mientras me puse a doblar servilletas, pues sí, trabajaba en un restaurante
- y tu casa? – dijo mi jefe buscando algo en su bolso
- no traen mis muebles aún, las bolsas de dormir son incómodas – dijo Mingyu jugando con una servilleta y haciendo bolitas
- está bien, pero ha llegado Jihoon y… - decía mi jefe cuando Mingyu se levantó rápidamente haciéndome asustar
- ya no quiero, no iré, dormiré en un hotel – dijo Mingyu tomando su mochila
- sabes que puedes usar tu cuarto de siempre, tal vez ustedes dos deberían hablar – dijo mi jefe cuando hizo que lo mire, tenía una cajita pequeña donde habían todo tipo de cosas para curar una herida
- no hablaré con él – dijo Mingyu serio
- no vas a odiarlo toda la vida, Min…Jihoon no tuvo la culpa, él también sufre y lo sabes – le dijo mi jefe mientras curaba mi herida, no entendía de qué hablaba pero sí prestaba atención
- dormiré en un hotel – dijo terco
- haz lo que quieras, Mingyu, pero si algo le pasa a Jihoon no quiero verte llorando – dijo mi jefe terminando de curarme
- no lloraría nunca por él, lo odio! – le dijo Mingyu, pensé que había pasado algo realmente grave para que alguien odie así a otra persona
- gracias hyung – le dije
- de nada, Wonu – me dijo y se acercó seriamente a Mingyu quien retrocedió asustado pero no le dijo nada y se fue dejándome con Mingyu aún de pie
- puedes quedarte conmigo – le dije cuando vi que rebuscó en su billetera y no tenía nada
- de veras? – me dijo mirándome sorprendido
- sí, vivo solo y…tómalo como un agradecimiento de lo de hoy – le dije
- gracias, y está bien – me dijo por lo que asentí
- me esperarás hasta las tres, hoy saldré a esa hora – le dije
- claro, ayudaré en algo – me dijo dejando su mochila junto con la mía detrás del mostrador
Hoy hubo bastantes clientes, al terminar mi turno ya estaba exhausto, pero gracias a Mingyu el peso fue menos, ayudó bastante que hasta mi jefe le dio una propina. Jeonghan hyung era demasiado bueno ya que me dio trabajo incluso cuando ni sabía servir una taza de café.
Tomamos el bus de regreso a casa, Mingyu era de pocas palabras así que no hizo tanto problema, aunque cuando hablaba podía cansar un poco, no era muy bueno socializando pero quería aprender a hacerlo, debía cambiar.
Al llegar a mi casa Mingyu me siguió en silencio y lo invité a sentarse en el sillón. Fui a la cocina y serví dos vasos de refresco, y regresando a la sala le di uno a Mingyu
- siempre haz vivido solo? – me dijo Mingyu cuando me senté a su lado encendiendo el televisor
- sí, mis padres están separados y ninguno prefirió cargar conmigo, ambos me dan mesadas mensuales y vienen a verme a veces – le dije buscando cualquier canal
- se parecen a los míos, prefieren vivir sus vidas sin cargar conmigo, por eso me mudé aquí a Seúl, preferí vivir solo – me dijo quise preguntar por qué se había enojado cuando mi jefe mencionó a un tal Jihoon pero no dije nada
- te notas cansado, puedes dormir en mi cama porque no tengo otro cuarto disponible aún – le dije
- no incomodo? – me dijo inseguro
- para nada, es allí – le señalé la puerta negra
- está bien, gracias – me dijo y se fue
Por mi parte comencé a hacer unas tareas pendientes. Logré terminar todo y tuve tiempo para jugar un poco con la consola de videojuegos que tenía casi olvidada.
Para la hora de la cena Mingyu salió, comúnmente comía un pan con una taza de café pero ahora que Mingyu estaba no podía darle eso.
- ordenaré pizza, deseas? – le dije cuando se sentó en el sillón
- claro – me dijo asintiendo
- está bien, llegará en diez minutos – le dije cuando terminé de marcar, justo sonó el móvil de él
- hyung? Estoy en casa de Wonwoo, sí…está bien – dijo y me pasó su móvil
- aló? – dije confundido
- Wonu, cariño…mañana no abriré, pero el sábado sí, así que mañana tómate el tiempo libre – me dijo
- claro, hyung…gracias – le dije
- cuida a ese poste por mí – me dijo, no pude evitar sonreír
- está bien, hyung…lo haré – le respondí riéndome
- bien, los dejo…coman y descansen – me dijo y colgó
- qué te dijo? – me dijo Mingyu
- que mañana no habrá atención en el restaurante, tendré el día libre aunque el sábado sí abrirá – le dije sentándome en el sillón
- debía ser al revés, trabajar viernes y descansar sábado – me dijo
- lo sábados sólo abre hasta la una de la tarde, tampoco es como si trabajara las ocho horas completas – le dije mirando mi móvil, tenía mensajes de mi padre sólo saludándome
- entonces estarás libre por la tarde? – me dijo
- sí, por qué? – le dije confundido
- sólo preguntaba – me dijo riéndose, justo tocaron el timbre, la pizza había llegado
Cuando comíamos no hablamos, el hambre era demasiado, la pizza era inmensa pero nos la terminamos los dos.
Ya para dormir, agradecí tener una cama bien grande, ambos cabíamos perfectamente. Apenas me eché luego de lavarme me quedé dormido por el cansancio.
Me desperté como de costumbre por la madrugada para beber agua, pero me di cuenta que Mingyu no estaba en la cama, al levantarme lo vi sentado en el balcón, hacía frío pero él estaba allí, mirando al cielo.
Olvidé que iba a tomar agua y llevando una manta me acerqué a él. No supe qué hacer al verlo llorando, lo cubrí con la manta mientras me sentaba a su lado.
- todos tenemos días malos, pero por ahora me quedaré a tu lado y no preguntaré nada – le dije
- … - no me dijo nada pero apoyó su cabeza en mis piernas, no pude evitar acariciar su cabeza
- estemos así sólo un rato, nos resfriaremos – le dije y asintió
Luego de convencerlo en volver adentro, lo dejé arropado con las sábanas y el cobertor y me quedé a su lado. Aunque no estaba durmiendo se mantuvo en silencio.
Al día siguiente me levanté por un ligero y delicioso olor a comida, Mingyu no estaba donde lo dejé por lo que salí y lo encontré en la cocina. Mi cara debía ser épica, verlo cocinando era impresionante.
- estás bien? – le dije no pudiendo olvidar lo de anoche
- sí, ven…siéntate – me dijo acercándose y tomándome de los hombros haciendo que me siente
- de dónde sacaste las salchichas? – le dije sorprendido mirando mi plato
- de la tienda del frente – me dijo sentándose frente a mí, se le notaba diferente a lo de anoche, mejor dicho, igual a cuando lo conocí
- no te hubieras molestado en hacer esto, en serio…pero gracias – le dije comenzando a comer, y qué decir, casi fui capaz de hiperventilar por el sabor, esto era demasiado delicioso
- para nada, si hay cocina en una casa, se le tiene que dar uso – me dijo
- cierto – le dije asintiendo mientras comía
- hay que comer rápido porque la universidad nos espera – me dijo
- por un momento me olvidé de ella – le dije mirando el reloj, faltaba aún así que todavía tenía tiempo de lavarme
- por cierto, usé tu ducha, espero no te moleste – me dijo
- para nada, está bien – le dije terminando de comer, él también ya estaba terminando
- ve a asearte en lo que pongo limpio esto – me dijo y asentí
Mi rutina había cambiado pero de alguna manera me sentía bien. Al terminar de bañarme fui rápidamente a mi cuarto, me vestí algo abrigador y bajé encontrándome con Mingyu mirando una foto mía de niño con mis padres, ellos eran buenas personas pero preferían el trabajo que cuidar de un chico como yo, fueron comprensivos con mi idea de vivir solo ya que ellos nunca paraban en casa y se estaban alejando más y más entre ellos.
- supongo que antes parecía más emo – le dije por su detrás
- diablos, me asustaste – me dijo dando un salto, no pude evitar reírme
- ya vamos – le dije colgándome la mochila al hombro
- traje mi auto – me dijo tomando mi mochila y poniéndosela al hombro junto a la suya
- a qué hora te levantaste? – pregunté confundido mientras salía siguiéndolo
- a las cinco, fui por mi auto porque lo había mandado arreglar cerca de aquí y de paso hice algunas compras, así como tú, me mandan mesadas y recién pude sacar efectivo – me dijo cuando pude ver un auto rojo muy pero muy llamativo
- es muy…prefiero el bus – le dije nervioso
- sube, vamos – me dijo riéndose mientras me llevaba hasta el asiento del copiloto
- ayer viniste corriendo porque no tenías tu auto, cierto? – le dije recordando
- así es, no sabía lo de los buses y terminé en otro lugar, suerte tuve que un profesor me encontró preguntando por la universidad y me llevó – me dijo encendiendo el auto luego que me haya puesto el cinturón
- hubiéramos ido ahora en bus para que sepas – le dije
- ahora ya lo sé, que es ese bus que tenemos que tomar – me dijo señalando el bus que esperaba en el paradero
- menos mal el profesor te dejó entrar, es demasiado estricto – le dije
- se intimidó con mi altura supongo – me dijo, me reí porque el profesor de Historia era bien bajito
- quizás se apiadó que llevabas el corazón en la boca – le dije riéndome
- cierto…debe ser eso – me dijo riéndose también
Al llegar a la universidad llegamos más temprano de lo normal, íbamos hablando sobre por qué se había trasladado recién, pero descubrí que él estudiaba en la noche antes y decidió pasarse a la mañana por motivos personales. Nos sentamos juntos como ayer hasta que alguien entró, Mingyu quitó la sonrisa de su rostro. Fue indescriptible su expresión, un chico bajito entró pero se quedó mirando sorprendido a Mingyu.
- qué mierda haces aquí? – dijo Mingyu levantándose, sorprendiéndome y asustándome por lo furiosa que se escuchó su voz
- yo…sólo…me dieron este salón – dijo ese chico, vi temblar a Mingyu de tanta furia que tenía guardada
- vamos afuera – le dije a Mingyu pero se fue pasando por el lado de aquel chico chocando con él
- pasa, iré a hablar con él – le dije a ese chico quien se había quedado mirando a la nada
- soy…soy Lee Jihoon – me dijo inclinándose
- Jeon Wonwoo, iré a ver a ese tonto, vale? Siéntate al otro lado de mí, así no estarás solo – le dije y asintió, yo salí a buscar a Mingyu, lo encontré detrás de la universidad, un sitio muy silencioso
- por qué tuvo que venir? – escuché decir a Mingyu
- tranquilo, ven… - le dije abrazándolo, no conté con que también me abrace y comience a llorar pero lo dejé hacer
- destruyó nuestra familia, qué es lo que quiere ahora? Por qué tuvo que venir aquí! – dijo llorando
- Mingyu, quizás debas pensarlo de otra manera, cuéntame y quizás pueda ayudarte a no cargar con todo tú solo – le dije abrazándolo
- mi padre tiene otra familia, su hijo es Jihoon y se separó de nosotros yéndose a vivir con él, nos abandonó por su culpa – me dijo
- él es Lee y tú eres Kim? Cómo es eso? – le dije confundido
- es Lee? – me dijo mirándome
- así se presentó – le dije
- llevo el apellido de mi madre – escuchamos decir a Jihoon por nuestro detrás
- igual mi padre nos dejó por tu culpa – le dijo Mingyu mirándolo molesto
- no tuve la culpa de haber nacido, no pedí eso, tampoco quise destruir tu familia, mi madre falleció…y sabes que hizo tu padre? Nada, se fue…vine aquí para buscarte y decirte que ya no tengo nada que ver con tu padre, nunca te lo quité ni hice que los deje, mi madre antes de morir me dijo que te busque y te pida perdón pero…no sé que hicimos mal? Nunca tuve la intención de destruir a tu familia, lo siento – dijo Jihoon
- ven… - le dije llamándolo
- lo siento – dijo Jihoon cuando lo abracé también
- como hoy no tengo trabajo, iremos a comer todos, y tú Jihoon no pidas perdón por algo que no hiciste, y tú Mingyu…quizás deberías aprender a escuchar – le dije jalándole la oreja pero despacio
- … - nadie dijo nada pero asintieron al mismo tiempo
- vayamos al salón que el profesor no tarda en venir
Al regresar al salón ya habían más alumnos, Mingyu se sentó a mi lado y a mi otro lado se sentó Jihoon quedando yo al centro. Las clases de Literatura fueron fáciles y las de Matemáticas también. Para la hora de salida Mingyu y Jihoon se adelantaron mientras yo iba al baño, había aguantado toda la clase de Matemáticas porque el profesor nunca dejaba salir.
Luego de orinar mientras me lavaba las manos, entraron varios chicos, no tomé interés hasta querer salir. Era Seunghyun de nuevo, pero lo acompañaban cerca de seis chicos.
Supe lo que vendría cuando cerraron la puerta con seguro, retrocedí por inercia pero no conté con que uno de los chicos me tomara de los brazos inmovilizándome.
Un golpe en mi abdomen hizo que caiga arrodillado, a comparación de otros golpes éste estaba siendo muy fuerte. No estaba pudiendo respirar y podía oír sus risas.
- recordarás esto toda tu vida, Wonwoo – me dijo Seunghyun arrastrándome hasta uno de los cubículos, sacó mi celular y escribió algo, no pude ver qué luego de un golpe en mi cabeza que me dejó inconsciente🐶💎🦊💎🐶💎🦊💎🐶💎🦊💎🐶
N/A.
Quise subir el primer capítulo. Quise cortar este capítulo en dos partes o tres, pero creo que mejor lo dejo así, verdad?
El viernes regreso con otro capítulo.
Si hay algún error, háganmelo saber.
Cambio y fuera. ✌
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MEANIE
Random❎ ATENCIÓN ❎ SI ESTÁS LEYENDO ESTA HISTORIA EN UNA PLATAFORMA QUE NO SEA WATTPAD PROBABLEMENTE CORRE EL RIESGO DE SUFRIR UN ATAQUE VIRTUAL (MALWARE Y VIRUS) Mi vida hasta ahora se resumía en tres cosas, la universidad, el trabajo y mi soledad. Para...