- Capitulo 22-

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*Por pensar con las patas y no con la cabeza*

Al ver que mi objetivo de haberle dicho a Lucas de la aventura de mi madre no se logro, poco a poco se descomponía mas de lo que estaba la paz y armonía de esa casa.

Lucas todos los días por las noches llegaba ebrio a esa casa y obviamente que mi madre todos los días se miraba con ese imbécil de José Andrés, ¿ qué podía hacer yo? pues lo que una chica de esa edad podía; irse a refugiar en quien tenía la razón por una parte "Lucas" sin embargo, cuando llegaba el ebrio en su camioneta yo ya lo salia a recibir y le decía si podíamos dar una vuelta y el aceptaba, es donde yo aprovechaba a decirle todo lo que hacia mi madre con el mal nacido de José Andrés y esta situación era todo los dias.Pero mi madre nunca se aparto de ese bastardo, no se si van a estar de acuerdo en esto pero tengo que decirlo " un hombre que se mete con una mujer casada no vale la pena porque una mujer con compromiso se debe de respetar y no verse con ojos de lujuria u otro sentimiento carnal", no se como hombres y mujeres aceptan meterse con hombres o mujeres que están casados con otras personas.

Mi madre según en esa fantasía que tenía con José Andrés de vivir felices por siempre cabriamos mi hermana y yo, pero así ella lo quería; cuando una mujer esta perdidamente enamorada de otra persona ella hace lo imposible para que encaje todo; yo estuve siempre encontrá de esa estupidez creanme que habían veces en que me preguntaban: ¿qué onda tenía mi mamá por cerebro o si estaba vacío ahí?; nunca supe por que era mi madre así, pero viví así por un largo tiempo. Hasta que....

Una tarde que Lucas  estaba de camino a la casa donde vivíamos  el estaba en estado de ebriedad y choco con una motocicleta en la parte de atrás; esa tarde mi madre me hizo culpable de esa catástrofe diciéndome que por todo lo que le decía a el, lo aturdió demasiado.
Al pasar eso mi madre se fue deimediato a verlo en el hospital y pues ella lo cuido haciendo que mis hermanas y yo nos fuéramos donde mis abuelos al día siguiente.
Así pues, llegando la mañana del día siguiente el imbécil de José Andrés nos llego a traer en su carro con nuestra tía Esbetlania. Cuando mi tía nos llego q tocar la puerta nos abrazo y solo con un tono interesado nos dijo: - No vallan hacerle mala cara al señor que él se ofreció a traerlas.

Deimediato con una voz muy fuerte respondí a tal cosa diciendo: - no me interesa eso, por este mal nacido pasan las cosas y nadie dice nada.

Al terminar eso, nos fuimos fingiendo que no pasó nada de nada.

Pero la pasar del tiempo Lucas salió del hospital y nosotras regresamos a casa.

Un Clóset de SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora