Angyal & Vampyr (yaoi)

Capitulo II: Recuerda que eres mio, nunca lo olvides

Beso mi mano como si fuera una dama, me sentí retraído.

– Su Gracia, os gustaría presentarle a mis dos hijas mayores – se apresuró a decir mi madre. Se le veía un poco incomoda por el gesto hacia mí, definitivamente quería que el duque se casara con una de mis hermanas – Jessica es mi hija mayor, seguida de Olivia, por favor ténganlas en consideración – Jessica y Olivia, quienes no se en que momento llegaron, se ruborizaron un poco al ver al Duque.

– Un gusto conocerlo, yo soy Jessica Lawrence.

– Y yo soy Olivia Lawrence – ambas se inclinaron en sincronización sin apartar la vista de nuestro invitado.

– El gusto es mío – las saludo con una reverencia.

– Su Gracia, por favor venga conmigo, quiero presentarle a alguien – padre hizo un ademan con la mano para que lo siguiera.

– Si me disculpan señoritas, señora – miro a Jessica y a Olivia inclinando un poco la cabeza, luego tomo la mano de mi madre y deposito un beso que parecía más un roce.

Luego se dirigió a mí.

-Espero que, en el transcurso de la velada, podamos conversar un poco más – dijo pero yo me quede sin habla.

-Sera todo un placer ¿Verdad, Andrei? – hablo madre al ver que yo no decía palabra alguna.

-Sí, estaría encantado – dije nervioso.

Inclino la cabeza aun observándome y yo hice lo mismo.

-Es tan guapo – murmuraron Jessica y Olivia una vez el Duque se alejó lo suficiente.

-Hijo ¿Te sientes bien? – pregunto mi madre con preocupación.

-¿Qué?

-Tienes las mejillas ruborizadas – dijo acercando su mano a mi rostro.

-Oh ¿Se nota mucho? – dije intentando ocultar mi nerviosismo.

-Siendo tu madre me doy cuenta que ha pasado algo, ahora dime ¿Qué te sucede? – dijo con curiosidad.

-Lo siento madre, estoy bien. No tienes de que preocuparte – tome su mano con delicadeza y la aparte de mi mejilla e instintivamente me aleje antes de que mi madre insistiera más en saber.

Me dirigí a ningún lugar en específico, salude a los invitados que se me acercaban pero de una manera educada les deje a entender que quería estar solo. Estaba tomando un poco de vino cuando me di cuenta que no muy lejos de mi posición se encontraba mi padre con el Duque David en medio de un grupo de personas.

El Duque se encontraba sereno, sin ningún tipo de expresión hablando con los colegas de mi padre, bebía de vez en cuando un poco de su copa de vino y se forzaba a sonreír. De pronto nuestras miradas se encontraron y ninguno desvió la mirada.

Al principio estaba exacerbado pero sus ojos azules me tranquilizaron, su mirada era tan penetrante que era imposible desviar la vista.

En sus labios se dibujó una pequeña sonrisa que lo hacía ver sensual.

Con ese pensamiento en mi cabeza me ruborice y desvié la vista rápidamente, pero miraba en su dirección de vez en cuando.

-Andrei – escuche una voz muy familiar detrás de mí.

-Thomas – sin querer fruncí un poco el ceño, pues aún estaba un poco enojado por lo sucedido hace unas horas.

-Andrei lo siento, yo no quería... - dijo un poco arrepentido.