Capitulo V: Sueños pasados

349 31 16
                                    

Otro recuerdo que se había perdido con el tiempo...

Uno que ha sido recordado de nuevo...


Dos jóvenes corrían por el campo.

Un joven y una hermosa niña jugaban.

Sus risas resonaban por todo el lugar, encantando a todos los presentes. Se notaba el amor que había entre ellos, como un hermano mayor y su pequeña hermana menor.

La niña no paraba de reír y correr mientras que el mayor la perseguía alrededor de un árbol. Una vez este la atrapo entre sus brazos, cayeron sobre el suave pasto.

"Andrei ¿Me amas?" - pregunto la pequeña pelirroja.

Él la abrazo y planto un beso sobre su frente.

"Por supuesto que sí, cariño. Eres mi segunda persona más importante en el mundo" - le dijo con una sonrisa.

"¿La segunda? Entonces, dime pues ¿Quién es la primera?" - hizo un puchero adorable.

"Tú ya la conoces" - sonrío radiante.

De pronto la imagen se distorsiono y la escena de pronto se tornó en una más oscura, cambiando completamente.

El joven de tez pálida ahora yacía cual hermoso en un ataúd blanco con pequeñas cruces talladas en la rustica madera.

Un hombre, quien no aparentaba más de 30 años, tomaba su mano y acariciaba con delicadeza las mejillas que ya no recuperarían el suave color que las caracterizaba.

"¿Cuándo despertará?" - pregunto la niña mientras colocaba pétalos de rosas alrededor del chico.

No hubo respuesta del mayor.

"¿Dormirá por mucho tiempo?"

Sin respuesta.

"Espero que despierte pronto"

Se detuvo al lado del mayor y lo abrazo por la espalda, este reprimió un sollozo, dejando caer por sus mejillas lágrimas de sangre.

"Debemos ser fuertes y seguir adelante como él querría que fuera. Debemos tener fe de que lo encontraremos de nuevo, y sin descanso debemos seguir buscando porque... porque..." - no pudo contenerse más y rompió en llanto.

El mayor la rodeo con los brazos y la estrecho contra sí.

"Aunque mucho sea tomado, mucho permanece; y aunque no somos ahora esa fuerza que en los viejos tiempos movía tierra y cielo, lo que somos, somos. Un parejo temple de corazones heroicos, debilitados por el tiempo y el destino, pero fuertes en voluntad, para esforzarse, buscar, encontrar y no ceder" [4] – recito el hombre observando la luna con cierta determinación en su mirada...

><

Los rayos del sol traspasaban las pesadas cortinas de los ventanales, iluminando lo suficiente como para ver la figura del vampyr sentado al borde de la cama.

Me quede en silencio mientras me despertaba e intentaba recordar que había sucedido la noche anterior.

− David - lo llame pero él se levantaba para salir de la habitación.

Me levante apresuradamente mientras extendía mi mano para alcanzarlo pero me maree y mis pies se enredaron con la sabanas.

Antes de caer al suelo ya me encontraba entre sus brazos.

Angyal & Vampyr (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora