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Mami, ¿puedo hablar contigo?— Preguntó el niño, mietras tomaba un peluche entre sus delgados brazos y sus lindos ojitos brillaban gracias a la luz de la luna que entraba por la ventaba abierta.

Claro, tesorito, ¿qué sucede?— La tierna voz de su madre HaNeul acarició los oídos del pequeño, su voz podía relajarlo mucho.

JungKook vasiló un momento antes de  contestar con tra pregunta. —Mi hermano YoungSoo me... tocó por aquí y aquí.— Señaló parte de se pecho y pálidas piernas . —Pero no se sintió bonito, mami.— Puchereó y abrazó más fuerte su pequeño peluche.

HaNeul lo vio confundida, sabía y se había dado cuenta de las miradas de YoungSoo le dirigía al pequeño, pero se negaba a creer ese tipo de cosas, no entraba en su cabeza.

Debió ser tu imaginación, JungKook, ya duérmete, mañana tienes escuela.— La dulce expresión de la mujer cambió, se puso seria de golpe y caminó hacia la puerta para finalmente salir sin dirigirle mirada a su pequeño hijo.

El pequeño solo miraba la puerta celeste con un puchero en sus rosados labios. ¿Por qué su madre se había enojado con él solo porque le había dicho lo que pasaba y lo que sentía? Quizás y sí había sido su imaginación y su hermano solo estaba jugando con él.

———

—Kookie, JungKookie, despierta.— Sintió como alguien lo sacudía, desorientado, levantó la cabeza y dio un pequeño saltito en su lugar.

Sus mejillas se pintaron completamente de rojo intenso, se había quedado dormido en medio de la clase de matemática, tenía la mirada de todos los idiotas encima suyo, miró hacia una dirección es específico pero rápidamente volteó y miró al profesor.

—Lo siento mucho, profesor.— El pequeño bajó la mirada, no es la primera vez que se duerme en clases, pero ¿cómo no iba a dormir por la noche si tenía que estar pendiente de que su estúpido hermano no perturbe su poca tranquilidad? 

—Es como la quinta vez en el mes, Jeon.— La voz dura del hombre mayor hizo que JungKook se encogiera en su lugar. —Quiero que pase al frente a resolver las ecuaciones del pizarrón.

JungKook maldijo internamente, pudo haber sido lo peor que le pasó en toda la maldita semana, se levantó de su silla, tomó el marcador que el profesor le había extendido y se paró frente a la pizarra.

Bien, no entendía ni un maldito carajo. Malditas matemáticas.

 Giró un poco la cabeza y vio al profesor con súplica, sabía que era realmente malo en esta materia y que estaba al borde de reprobar.

El hombre solo bufó y corrió su mirada hacia una persona. —Kim TaeHyung, ¿podrías ayudar a Jeon con su problema?

JungKook volvió a maldecir internamente y TaeHyung solo asintió y se paró al lado de JungKook en el frente de todo.

—¿Qué te pasa, Kook?— Se atrevió a susurrar el mayor de ambos jovenes, causando que JungKook frunciera el entrecejo.

—Primero, no me llames Kook ni por ningún apodo estúpido, y dos, ¿desde cuando carajos te importa lo que me pasa?— Bufó el pelinegro mientras mira la pizarra perdido, ¿por qué se tienen que mezclar los números con las letras? él no quería encontrar la estúpida X.

—Pero dime, joder, te ves mal.— TaeHyung arrebató el marcador de las manos de JungKook y se dedicó a resolver la ecuación. —Me preocupa verte así.

—Pues yo no sé con qué descaro te atreves a decir que ahora si te preocupas por mi, Kim, no quiero que te metas y ni sueñes que te diré algo.— Resopló y desvió la mirada.

TaeHyung solo se dedicó a ignorarlo los últimos cuatro años como que ahora venga a decir que le preocupa, ha visto políticos más honestos que ese idiota.

Y claro que JungKook no iba a lanzarse a sus brazos al más mínimo cruce de palabras, años atrás hubiera rogado por un poco de atención del pelirojo pero ahora, simplemente no le importaba en lo más mínimo.

—Pero deja de ser tan difícil, solo quiero ayudarte.

—Yo no quiero tu ayuda, gracias pero no.— El menor agarró el marcador, terminó de realizar a ecuación y volvió rápidamente a su lugar sin mirar a TaeHyung.

No more pain. [Vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora