11

281 29 2
                                    

JiMin se encaminó hacia donde estaba TaeHyung luego de unos cuantos minutos, dispuesto a obtener una respuesta esta vez, no se iría con las manos vacías o sin un buen chisme que contar.

—¿Ya vas a decirme qué es lo que te pasa? —habló el más bajito y se sentó al lado de su amigo en el suelo.

TaeHyung suspiró con pesadez al sentir su presencia a su lado, levantó la cabeza y lo miró.

—¿Por qué te interesa tanto saber, JiMin? —rodó los ojos.

—Porque eres mi amigo y me interesa lo que sucede contigo, Kim. —respondió con obviedad, obteniendo otro suspiro por parte de TaeHyung.

—Claro, como sea, JiMin.

—Ya no seas mariquita y cuéntame qué carajos te pasa. —chilló JiMin, impaciente.

No es que TaeHyung no confiara en JiMin, solo que este era un tema que personalmente no le agradaba mucho hablar. Pero JiMin era su amigo e iba a guardar su secreto ¿no?

—JungKook, el rarito, y yo éramos amigos, hace como unos tres o cuatro años, no recuerdo muy bien. —suspiró y sonrió levemente al recordar todo lo que había vivido con el pequeño castaño. —Pero no sé lo que pasó, su hermano lo amenazó con que se alejara de mí.

JiMin arqueó una ceja y pestañeó varias veces. —¿Y por qué?

—No pienso entrar en detalles, JiMin, solo eso, éramos amigos pero al parecer ahora me odia.

JiMin rió burlesco y negó con la cabeza. —¿Te preocupas tanto por eso? Superalo, TaeHyung, dices que pasaron casi tres años ya.

—Es inútil hablar contigo, JiMin, no entiendes nada.

(...)

¡Hyung hyung, tengo que hablar contigo! —chilló el pequeño JungKook, sus piernitas se movían en dirección hacia TaeHyung.

Este volteó y lo miró con una hermosa sonrisa cuadrada adornando sus rojizos labios. —¿Qué sucede, Kookie?

Tengo que hablar contigo, hyungie. —puchereó el más pequeño y jugaba con sus deditos algo maltratados.

TaeHyung sonrió, tomó la mano de su mejor amigo y se encaminó hacia un lugar un poco más tranquilo. —Dime, Kookie.

Los tiernos ojitos de JungKook estaban desbordando de pequeñas lágrimas, cosa que hizo preocupar a TaeHyung, pero comenzó a hablar: —Y-ya no podemos ser amigos, hyung. —sollozó el pequeño.

TaeHyung lo miró atónito y ladeó si cabeza en confusión a lo recién escuchado.

¿Por qué dices eso, Kookie? T-tú y yo éramos mejores amigos.

¡P-pero ya no podemos serlo más! —casi gritó el pequeño, dejando que sus lagrimas recorrieras sus mejillas rosadas.

Si es p-por el hecho de que ahora sabes que me gustas, l-lo siento, Kookie. —suspiró TaeHyung y desvió su mirada, no quería ver a su Kookie llorar.

N-no es por eso, hyung. —murmuró y limpió sus lágrimitas con el puño de su chaqueta.

Su labio inferior temblaba al hablar y su cuerpo tenía pequeños espasmos, sabía que no podía alejarse de TaeHyung como si nada, sabía que tenía que darle una razón o iba a culparse toda su vida por lo que estaba haciendo.

¿Entonces?

E-es por mi hermano, hyung. —habló, casi tan bajito que parecía que estaba susurrando, su voz estaba rota y tenía un nudo en la garganta.

JungKook solloza cada vez más alto, y TaeHyung solo atina a abrazarlo para tratar de calmar a su amigo.

Tenía los brazos a cada lado de su cintura, brindando suaves caricias, las cuales parecían tranquilizarlo un poco, pues lo temblores que su pequeño cuerpo daba, se estaban deteniendo.

Tranquilo, Kookie, puedes decirme que pasa.

Tomó aire y pasó sus débiles brazos alrededor del cuello del mayor.

Él n-no quiere que s-sigamos siendo a-amigos, Taetae, p-pero no p-puedo contarte qué p-pasa o porqué. —suspiró el castaño.


No more pain. [Vkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora