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Siempre me dio curiosidad el como pasabas los días sentado y apartado de aquella muchedumbre que no tolerabas. Con sus pisadas estruendosa, sus voces ruidosas capaces de lastimar tus delicados tímpanos, y sus despectivas miradas.

Me habían advertido de ti -Porque sí, yo te observaba con una inmensa e insatisfecha curiosidad y anhelo- Decían que eras un "inadaptado social", "otro pueblerino de Daegu", e incluso "un genio incomprendido".
Esas palabras no hacían nada más que avivar la llama de la incertidumbre en mí.

Ojalá alguien me hubiera advertido de la misma forma todo lo que te amaría, de todos los momentos tan hermosos que pasaríamos juntos, de todo lo que perdería.

No fue hasta aquella mañana en la que ambos llegamos tarde a nuestras respectivas clases, que nos dejaron afuera del aula. Nuestros salones estaban enfrentados el uno del otro, igual que nosotros. Tu sentado en el piso, susurrando palabras incomprendidas para mi, pero que acariciaban el viento de forma poética e incluso trágica. Mientras anotabas veloz mente en un cuaderno.
Yo solo me limitaba a mirarte de reojo -como usualmente solía hacerlo- mientras buscaba mis auriculares en mi mochila.

Me generabas tanta intriga aquella aura que rodeaba tu ser, me era imposible apartar mi vista de ti. A tal punto en que apreté el botón "reproducir" sin siquiera haber conectado los auriculares que, jugetonanemente, se balanceaban en mi mano.

"Fly" de "Epik High" resonó apenas unos segundos por el pasillo, aunque fueron los suficientes para que tu atención reposará en mi. No supe como reaccionar, ¿acaso te había sacado de aquel transe artístico en el que te encontrabas sumergido?, ¿me odiaras por perturbar tu armónico silencio?, ¿había arruinados mi oportunidad de resolver lo que en aquellos meses se había generado dentro de mi?.
No, nada de eso.

Mientras me volteaba listo para escuchar tus quejas y preparándome para soltar un suave "perdón", tu voz resonó en el aire.

-¿Te gusta Epik high?

Hiciste que todo mi cuerpo fuera visitado por un pequeño cosquilleo, pude presenciar el momento en el que nuestras miradas se juntaron. No podría explicar la inreal emoción que sentí muy dentro de mí al ver la oportunidad de conectar nuestros mundos.

Sí, aquella mañana fue realmente buena. Nos reíamos y conectabamos de una forma casi inexplicable.

Extraño tanto nuestras largas charlas.
Extraño mirarte mientras te apartabas de la multitud.
Extraño ver como me invitaba a mirar la realidad atravez de los ojos de un soñador "inadaptado".
Te extraño tanto...

Goodbye my friend Donde viven las historias. Descúbrelo ahora