슈짐 Gay Movie → [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ]

Capitulo 30

Por Jimin

Acariciaba con mis dedos la pequeña fotografía que tenía en mis manos, recuerdo muy bien aquella competencia de Ballet, fue en octubre de 1997, yo no fui el campeón, pero aún así estaba muy orgulloso del ganador. 

Recuerdo que esa fue la única vez que mi madre me apoyó en algo que a mí me gustaba, ya que ese día mi padre tenía una junta con sus amigos, todos ellos eran actores muy reconocidos.

Nunca mencioné que mi padre se dedicaba a la actuación, de ahí es donde proviene mi carrera, al igual que la YoonGi, siempre me obligaron a salir en escenas, con el tiempo, me acostumbré a todo el sistema, y decidí dedicarme a esto profesionalmente. 

En la foto se podía ver perfectamente esa vez que logré tocar los labios del niño que había robado mi corazón, aunque solo fueron unos segundos, ese había sido mi primer beso, porque a los cinco años, sí cuenta.

Nunca me enamoré de alguien más que no fuera ese niño, he pasado por muchos obstáculos. Y aunque lograban hacer que no me reconociera, yo seguía con él y lograba conquistarlo una y otra vez Por fin ha llegado el momento de hacerlo por última vez, pero la diferencia es que esta vez será para siempre.

-¿Jimin?- YoonGi preguntó desde la habitación, salió del hospital hace algunos días, su rostro había vuelto a su color natural, su nariz, ya no estaba hinchada, al igual que su ojo. Según médicos todo se iría en algunas semanas. Por el momento tenía que guardar reposo, y yo lo había llevado a su departamento, donde no me había separado en ningún momento de él.

Dudas aún existen sobre el encuentro de Jin Hee y mi padre, pero no me había presentado en mi casa, quería evitarlo. 

Guardé la foto rápidamente, YoonGi no sabía que la había sacado de su caja, sí, la abrí cuando se quedó en mi hogar, no leí nada de lo que había, solo quería tener esta fotografía, ya que es la única que tengo para que él pueda recordarme. 

Me levanté del sofá para dirigirme hasta la habitación, YoonGi estaba acostado, aún mantenía sus ojos cerrados.

-¿Qué pasa?- pregunté. Él me miró y de inmediato frunció el ceño

-¿Estabas llorando?- susurró, no me percaté de lo rojo que estaban mis ojos

-No, solo estaba dormido- mentí 

-Um, ¿por qué no estabas durmiendo conmigo?- soltó un suspiro

-Yo...no quería molestarte- él sonrió

-Eso no ha sido excusa, has dormido aquí desde que me mudé- negó rápidamente, mientras reía 

-¿Por qué me has llamado?- quería desviar el tema

-Ug, solo quiero saber si sabes algo de Nam, quedó de avisarnos por lo de las grabaciones, no me mientas por favor- susurró lo último, se le había hecho costumbre agregar esa frase, no es que yo quiera mentirle.

Solo estoy esperando el momento correcto para decirle que yo era aquel niño que lo besó cuando era pequeño y el niño con el que compartió gran parte de su adolescencia.

-No, no he sabido nada de él- Y era verdad, Nam ni siquiera nos ha llamado

-¿Estás seguro?- levantó una de sus cejas 

-Seguro- afirmé-, confía en mí 

-Pasa que, eso es lo que estoy perdiendo, la confianza en ti- sentí como parte de mi corazón de quebraba en mil pedacitos 

¿Por qué todo es tan difícil?, no me siento capaz de contarle todo lo ocurrido en su pasado, no me gustaría agregarle más problemas de los que ya tiene.