Un lugar frío y humedo

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El día en la escuela se estaba tornando en una completa mierda, Betty había faltado y Adrian no había aparecido en todo el día, estaba con sus amigos los perdedores pero se sentía ajeno a ellos, cada uno hablaba y contaba lo que habían estado haciendo en la semana, pues no se pudieron ver hasta hoy.

Las cosas que ellos contaban hacían sentir a Richie como un idiota infantil, mientras ellos hablaban sobre sus actividades con sus nuevos amigos, él se preguntaba como su noche de chicas de ayer podría compararse con las clases de estudio avanzado en literatura de Bill o las asesorías que Eddie había comenzado a impartir, por petición de la vieja Miller claro y sin dejar de lado el hecho de que Stan se comenzaba a preparar para en un futuro tomar el lugar de su padre. 

Crecer apesta.

Él era un niñato inmaduro, cuya cosa más importante que hacía era ir a la escuela y ni siquiera le iba bien en ella. Suspiró y dejó caer su cabeza en la mesa, estaba cansado, las pesadillas se habían vuelto constantes desde aquella vez, afortunadamente nunca más volvió a soñar con la muerte de Georgie o cualquier persona, lo único que veía eran eventos relacionados con los sucesos anteriormente pasados en Derry, todos tenían en común a Pennywise, pero el atribuía a que quizás se trataba de un trauma por lo anterior vívido.

Un trauma que tardo mucho en aparecer.

—Richie, ¿Estás bien?—La dulce voz de Eddie, seguido de su mano en su espalda lo hizo levantar la cabeza un poco y ver como todos los chicos lo veían fijamente, se sintió observado y eso no le agradó. Miró a Eddie y en sus ojos pudo distinguir una chispa de preocupación.

—Demasiado, ¿Por qué la pregunta, Edds?—Intentó sonreír pero estaba seguro de que solo parecería una mueca.

—N-no lo parece—Opinó Bill, todos asintieron estando de acuerdo con él, como siempre, era estúpidamente ridículo como el grupo de chicos parecían casi quererle besar el trasero en cuanta oportunidad tuvieran, como parecía que competían por ver quien era el mayor lamebotas, como si Bill fuera tan importante...

De inmediato el asombro invadió su cuerpo, ¿Qué estaba pensando? Sus amigos no eran unos lamebotas y si así fuera, él sería el principal, entonces ¿Por qué había tenido ese pensamiento tan estúpido? Definitivamente le hacía falta dormir, dormir sin pesadillas.

—Usualmente sueles hablar más—Añadió Stan.

—Bocaza sin lenguaza— Terminó Ben

Todos rieron. Tenían razón, esas estúpidas pesadillas no debían ser impedimento para tener su tan aclamada lengua sucia.

—Oh chicos, de verdad me halagan ¿Acaso extrañan mis chiste?—Sus labios se curvaron en una sonrisa pícara, tomó la mano de Eddie y lo obligó a acercarse bastante a él—Mi Edds, ¿Es que acaso extrañas mi lengua?—Las mejillas coloradas de Eddie provocaron una risa en todos los chicos. Richie sacó su lengua y la acercó a la mejilla del castaño.

—¡Ni se te ocurra!—Gritó aterrado—¡Aléjate de mí, maldito cerdo!—Con todas sus fuerzas logró empujar al más alto haciéndolo caer de donde estaba sentado, de inmediato todos los idiotas de la cafetería comenzaron a reír, incluidos sus amigos.

—¡Buu!—Richie mostró ambos pulgares abajo a Eddie—Eso es jugar sucio...¡Adrian!—Gritó al verlo dirigirse a la salida—¡Bastardo, no te vayas sin mí!—De inmediato se levantó y miró a su amigos—Hasta luego perdedores—Se despidió.

—¡No olvides que iremos a la cantera!—Gritó Ben, el pelinegro se giró y levantó ambos pulgares antes de salir detrás del rubio.

Eddie suspiró.

Control | ReddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora