Control | Reddie

El retorno del Jedi

Era miércoles por la noche y los perdedores irían al estreno de El retorno del Jedi, debía admitir que estaba bastante emocionado, él era un gran amante del cine y especialmente de esta franquicia. Tenía todo preparado, su disfraz de Han Solo lucía simplemente espectacular y estaba orgulloso del resultado de días de trabajo de su madre, todos habían acordado ir disfrazados y para el pelinegro era un alivio, no quería ser el único.

Terminó de cepillar su cabello y caminó escaleras abajo hasta la puerta principal.

—Alto ahí, Solo—Maggie Tozier salió algo apresurada de la cocina, tenía una bolsa en su mano mientras que con otra sostenía una cámara—¿Pensabas irte a la guerra sin tu pistolita?—Richie abrió la bolsa y la sorpresa se apoderó de él, de ella sacó una replica bastante convincente de una pistola bláster.

—¡Está increíble!—Gritó emocionado—

—No podía dejar ir a mi bebé a la guerra sin un arma—Se acercó hasta el chico y apretó fuertemente sus mejillas, más que de inmediato se separó con una mueca de disgusto—Muy bien Han Solo, párate por allá y déjame tomarte unas fotos—Richie corrió como un niño al final de la escalera y comenzó a hacer poses ridículas mientras su madre le tomaba las fotos.

—¿De qué irán disfrazados los chicos?—

—No lo sé, probablemente Bill vaya como Darth Vader—Respondió aún sin dejar de posar—De los demás no tengo la menor idea—

—Esperemos que no haya otro Han Solo—Se acercó a su hijo y le sonrió con cariño mientras abría la puerta principal—Porque si es así se va a arrepentir cuando te vea—Ambos rieron y chocaron sus manos.

—¡Nos vemos!—Corrió hasta su bicicleta y se montó en ella aún sonriendo—¡No me esperen despiertos!—Gritó cuando ya se encontraba a unos metros de distancia.

Maggie Tozier sonrió con ternura, su pequeño niño no cambiaba en lo absoluto, aún conservaba esa energía cual niño pequeño y ni hablar de su emoción, justo como la primera vez que fue con los chicos a ver esa película.

(...)

Los chicos estaban formados y bastante emocionados, efectivamente Bill iba vestido de Darth Vader, él había llegado unas horas antes para reservar lugar en la fila, mientras que Stan usaba un perfecto disfraz de Obi-Wan Kenobi, él había llegado una hora después que Bill y se había encargado de hacerle compañía al tartamudo, por otra parte estaban Ben, quien vestía un divertido traje de Chewbaca, Richie no había podido evitar hacer bromas al respecto y por ultimo estaba Mike, quien desafortunadamente no pudo conseguir disfraz.

Solo había tres personas frente a ellos, estaban a nada de llegar a la taquilla y Eddie no aparecía, por unos momentos los perdedores temieron que su madre le hubiera prohibido ir, pero minutos después y justo antes de pedir sus boletos, Eddie Kaspbrak o mejor dicho Luke Skywalker, bajaba del auto de la señora K con una enorme sonrisa de evidente emoción.

Richie quiso morir ahí mismo tras ver lo perfecto que lucía, eso y el recuerdo que lo asaltó, aquella vez que tuvo una erección por culpa del pequeño K.

—¿Hay espacio para uno más?—Preguntó.

—Siempre lo habrá para ti, Eds—Respondió Richie mientras lo dejaba ponerse delante de él, las quejas de las personas de atrás no tardaron en aparecer.—¡Vayanse a la mierda!—Gritó. Los perdedores rieron.

Habían conseguido unos increíbles lugares, definitivamente debía agradecerle a Bill por hacer fila, desafortunamente Eddie quedó en la otra esquina de la fila, alejándolo así de Richie, quien no podía evitar lanzarle miradas "discretas" cada dos por tres. Admitía que le gustaba ver las expresiones del pequeño, su favorita hasta el momento era cuando prestaba total atención pero sin perder el rastro de emoción.