Control | Reddie

Un mixtape misterioso para llevar

Richie Tozier estaba bastante preocupado, si antes sentía que no encajaba tanto con sus amigos hoy se sentía como una persona totalmente ajena a la conversación y bromas que se llevaban a cabo en la mesa. Tras lo ocurrido aquella noche, Eddie y Stan se molestaron tanto con él que decidieron no hablarle, al menos Stan ya comenzaba a tomarlo en cuenta otra vez, pero Eddie no, Eddie Kaspbrak ni siquiera le dirigía la mirada y eso lo preocupada, mucho a decir verdad.

—Tengo que irme, Ben —Palmeó el hombro del chico —No quiero ser la piedra en el zapato de nadie, hasta la vista Benny boy —Se levantó y caminó hasta la entrada de la cafetería, volvería a casa y no saldría jamás de ahí...al menos eso pensaba él.

Ben observó como Richie caminaba lentamente, de lejos se notaba lo decaído que estaba y ciertamente eso no le gustaba, extrañaba a su amigo, al verdadero Richie Tozier, no a este cascarón pálido y lleno de ojeras, estaba preocupado porque muy en el fondo sabía que no solo estaba así por su pelea con los chicos, entonces, ¿Qué le pasaba a Richie Tozier?

Se giró y miró con el ceño fruncido y evidente molestia a los chicos frente a él, ni siquiera parecía que se hubieran dado cuenta de la ausencia del de gafas, Ben se levantó molesto y recogió sus cosas.

—¿A dónde vas, Ben? —Preguntó Bill al ver como su amigo recogía rápidamente todas sus cosas —Luces molesto, ¿Está todo bien? —El gordito dejó de recoger sus libros y miró al chico.

—Vaya me sorprende que lo notaras —Soltó con burla. No espero respuesta alguna y se alejó del lugar, iría tras Richie para averiguar que estaba sucediendo con él.

Salió de la cafetería y caminó por los pasillos, que en su mayoría estaban vacíos, apenas y alcanzó a ver como la alta figura de Richie giraba a la derecha en dirección a los casilleros, de nuevo corrió para intentar alcanzarlo, casi resbalaba pero finalmente giró a la derecha, aunque casi de inmediato regresó por donde había venido, se escondió detrás del muro y sacó un poco su cabeza para observar.

Richie Tozier estaba frente al casillero de Eddie Kaspbrak, no hacía otra cosa más que observarlo, entonces giró su cabeza para asegurarse que nadie lo veía, Ben tuvo que esconderse totalmente, para su mala suerte cuando volvió a asomarse el pelinegro ya estaba saliendo de la escuela...

¿Que habrá pasado en esos segundos que no lo observó?

(...)

Las manos del chico estaban sudorosas, apenas hace unos minutos que había dejado ese mixtape en el casillero de Eddie, si que era una estúpida idea, deseaba regresar el tiempo y no haberlo dejado, solo a él se le ocurría algo así.

Caminó a pasos más apresurados hacía su bicicleta, rápidamente le quitó el pequeño candado y subió en ella.

—Definitivamente eres un maricón—Se dijo así mismo.

Pedaleó tan rápido como sus piernas le permitieron, eran bastantes los pensamientos que invadían su cabeza ¿Y si Eddie notaba que era él? Lo tacharían de maricón en la escuela, todos se burlarían, por Dios sus amigos, lo odiarían, le tendrían asco.

¡Oh Dios mío! El contraería el GRID por ser un jodido maricón.
Sus brazos temblaban por los nervios y desafortunadamente eso ocasionaba que tuviera poco control sobre su bicicleta, ahora que lo pensaba no quería ir a casa, su madre muy probablemente lo abordaría con preguntas que él no podría responder. Necesitaba estar solo y conocía el lugar perfecto.

Aceleró sus pedaleos y se desvió alejándose de la calle, justo hacía el pequeño bosque de Derry, no podía ir a los Barrens pues existía la posibilidad de ver ahí a los chicos, mucho menos ir a la casa club, Beverly, Mike y Ben solían pasar mucho tiempo ahí, el encontraría un nuevo lugar, un refugio para sus impuros y asquerosos pensamientos.