Obviamente la vida no iba a ser tan perfecta conmigo, claro que no, siempre buscando la manera de hacerme quedar en ridículo.
Traté de levantarme rápidamente pero como que fue una mala idea, a pesar de que no estaba tan borracha el movimiento brusco hizo que vomitara en la cara de la persona a la que le había caído encima.
Mátenme, ya no quiero vivir.
Terminé de vomitar y me paré rápidamente, mi idea era correr y fingir demencia, PERO CLARO no solamente bastaba con vomitarle a alguien en la cara, NO, ese alguien era nada más y nada menos que ojos grises.
Ahora sí váyanme comprando el ataúd que esta noche hay velorio.
Sabía que tenía que irme de ahí para no pasar más vergüenza, pero mis pies se habían quedado atascados y solo salían sílabas incoherentes de mi boca.
El chico aún permanecía en el suelo con una mueca de repulsión y parecía que también quería vomitar, se quitó la camisa y mientras él se limpiaba un poco su rostro yo comenzaba a hiperventilar.
Cuando al fin terminó con su tarea levantó sus lindos ojos para mirarme y fui una cobarde lo admito, salí a correr en dirección al bar nuevamente, corría como si mi vida dependiera de ello.
Comencé a buscar de manera desesperada a mi mejor amiga y cuando al fin la encontré la jalé con fuerza en dirección a los baños.
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Mi chico de ojos grises ©
Humor¿Llevo todo? Jum, supongo que sí, rayos creo que se me quedó el shampoo, bueno da igual luego compro otro y ya está ¡auch! ¿Qué rayos pasó? Me levanto algo desubicada y miro al responsable de mi caída, no sabía yo que esos ojos grises serían mi perd...